Reivindicación de Felipe González

Y resulta que el antiguo demonio para las derechas, Felipe González, es ahora un ejemplo de integridad

E N 1970, mil doscientos cincuenta y nueve años después de la batalla de Guadalete, Juan Goytisolo publicó su “Reivindicación del conde don Julián”. Las derechas españolas no han tardado tanto en reivindicar a Felipe González. Goytisolo defendía que no fue tal la traición del conde Don Julián quien -además de ser un cigarro puro canario- facilitó la entrada de la morisma por Gibraltar allá por el 711. Con esto, denostaba al “matao” de don Rodrigo y, en general, a los visigodos por su mala gestión del gobierno de España. Ahora, el Partido Popular elogia las figuras de Felipe González, Alfonso Guerra, Gregorio Peces Barba… Moreno Bonilla llegó a citar a una docena de antiguos dirigentes socialistas; Ansón, en su editorial de El Cultural afirmó que Felipe ha sido el mejor político español del siglo XX, comparándolo con Castelar, “el mejor del siglo XIX”. El mismísimo Feijóo llegó a citar con elogio a Zapatero, eso sí, con trabajo y entre risas de la concurrencia; y dijo que él, en su juventud, votó a Felipe González.

Está claro que estos elogios y estas remembranzas nostálgicas tienen la misma intención que la que tuvo Goytisolo para reivindicar a un personaje, tradicionalmente denostado por la historia oficial, como es el susodicho conde. Por rebote lógico, elogiar a unos que fueron adversarios a muerte (¡Váyase, señor González!) sirve para poner a los adversarios actuales en lo más bajo de la escala política, e incluso humana. Bien es verdad que algunos de estos socialistas reivindicados por la derecha se lo han puesto bien fácil. Declaraciones, entrevistas en diversos medios y espacios, jornadas empresariales, presentaciones de libros…se han sucedido en estos meses de campañas electorales, elecciones y proceso de investidura. Más de uno ha pedido el voto para el PP; incluso para Vox lo han pedido algunos antiguos izquierdistas, como el filósofo Fernando Savater.

O sea, que muchos avances tecnológicos, mucha internet, mucha inteligencia artificial, mucha “Alexa”, pero los comportamientos humanos han variado poco en mil doscientos años, por no decir nada. Y lo mismo ocurría hace tres mil años y ocurrirá dentro de otros tres mil, si es que el calentamiento global no nos achicharra mucho antes. Y resulta que el antiguo demonio para las derechas, Felipe González, es ahora un ejemplo de integridad y patriotismo, como don Julián lo fue para nuestro casi paisano Goytisolo.

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