Desde el pasado viernes, Almería es una de las pocas ciudades de España que dispone de un fragmento de la Vera Cruz, un Lignum Crucis. Tuvo que ser precisamente el Día de la Cruz cuando dos familias, la de Eduardo López y la de Manuel Torres, donaron formalmente estos dos fragmentos a la iglesia de San Sebastián para que se expongan en un relicario ubicado en la hornacina existente a la derecha mirando al Altar mayor. Allí fue depositada por el obispo de Almería, Mons. Gómez Canterro, en presencia del párroco, Manuel Cuadrado, el vicario, Ángel Becerra, los donantes y cientos de fieles y devotos que abarrotaban la iglesia de San Sebastián.

Mons. Gómez Cantero recordó en su plática que “este 3 de mayo es el día de la Santa Cruz, sin duda, la fecha más señalada del año para hacer entrega de esta joya. Almería tiene desde hoy un faro en el centro de la ciudad”, afirmó el prelado. Recordó que la familia donante compró una cruz grande (le costó 26 euros) y, al arreglarela, vieron que su interior contenía dos fragmentos de Lignum Crucis debidamente cetificados. La llevaron a Coria (Cáceres) cuyo Obispo indagó y verificó su autenticidad en 1924.

Los fragmentos de la Vera Cruz acabaron en Almería, en posesión de las familias que la habían adquirido, quienes pensaron en que una reliquia de tal envergadura merecía ser compartida con los feligreses de su parroquia, San Sebastián, para su custodia y veneración e hicieron las gestiones oportunas para su donación gratuita y a perpetuidad.

“Cuando miréis estos fragmentos de la Vera Cruz, ved en ellos a Cristo Crucificado; ahí entregó su vida al Padre”. Tras la Eucaristía, se leyó el Título cesión de la reliquia a perpetuidad a la parroquia a partir del 3 de mayo de 2024 y las condiciones que ambas partes se imponen, las normales en estos casos. Firmaron el documentos los donantes, Eduardo López y Manuel Torres, el párroco de San Sebastián, Manuel Cuadrado, y dio fe el Obispo de Almería. La rúbrica fue saludada con cálidos aplausos por parte de los centenares de fieles que llenaban el templo en una plácida noche de primavera en la que nuestra ciudad celebraba, como muchas otras, la festividad de las Cruces de Mayo.

Tras el acto protocolario, se llevó en procesión el relicario conteniendo el Lignum Crucis por el interior de la iglesia, en manos de Mons. Gómez Cantero. Finalizó el cortejo en la hornacina existente a la derecha del Altar mayor, según se mira éste, y allí fue depositado el relicario junto a su certificado de autenticidad. Tras ser incensado por el Obispo, se cerró con llave en espera de que los almerienses procedan a su veneración.

Inmediatamente se formó una larga cola de fieles deseosos de acercarse a la reliquia y fotografiarse junto a ella. Un gran panel del fue firmado por Obispo, párroco y vicario recordando que al lado está depositado un faro del cristianismo: el Lignum Crucis de la Vera Cruz de Cristo.