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Durante la infancia todos sentimos una necesidad inexplicable de poner nuestro nombre en todas partes. Más allá del material escolar (era la única forma de indicar posesión), de niños plasmábamos nuestros nombre en cualquier espacio y lugar sin importar su condición, si pertenecía a otro ser humano o si se trataba de mobiliario público. La impresión de nuestro nombre podría considerarse como la muestra que necesitábamos darle al mundo sobre nuestra existencia.
Libros, cuadernos, el pupitre o incluso la pared se convirtieron en los primeros espacios en los que dejamos nuestras primeras rúbricas. Aunque, si hay un objeto sobre el que nos gustase estampar nuestro nombre, ese eran nuestras zapatillas deportivas (para enfado, con razón, de nuestras madres). La mayoría de nosotros empezábamos con unas tímidas iniciales en las suelas, pero pronto nos veníamos arriba y terminábamos poniendo nuestro nombre (y el del compañero de pupitre) en la lengüeta, el lateral y hasta la puntera. Ahora, con nuestra más tierna infancia bastante lejana, Zara acaba de lanzar unas zapatillas personalizadas con las que cumplir el sueño de nuestra infancia sin enfadar a nuestras madres y apostando por las últimas tendencias.
Como el interés por estampar nuestro nombre sigue siendo una necesidad básica, aunque nos hayamos hecho mayores, muchas son las firmas que han lanzado artículos que plantean la posibilidad de ser personalizados. Zara ya había sacado al mercado bolsos y pijamas, pero ahora con sus zapatillas nos ha hecho muy felices. Se trata de unas zapatillas abotinadas (su diseño recuerda mucho al de las Converses), disponibles en dos tonalidades y con la posibilidad de serigrafiar nuestro nombre (o lo que queramos) en un lateral o en la lengüeta.
El diseño de las zapatillas es tan atemporal, que podemos combinarlas con una falda midimidi, unos vaqueros o un tan de moda conjunto de punto. El precio de la zapatilla es de 29,99 euros y si la quieres personalizar te costará tres euros más, un precio nada desorbitado si tenemos en cuenta la cantidad de lejía que tu madre invirtió en limpiar tus zapatillas pintarrajeadas cuando eras pequeña.
Lo bueno de la posibilidad de personalizar las zapatillas de Zara es que te plantean varias opciones para que te decantes por la que más te guste, todas ellas muy elegantes y sutiles. Lo primero que debes elegir es el color, o blanco o beige. A nosotras nos parecen más originales las zapatillas en beige, pero en color blanco son bastante más versátiles.
Una vez elegido el color de la zapatilla, te toca escoger dónde poner tu nombre, si en la lengüeta o en un latera. Pero las elecciones no acaban aquí, a la hora de personalizar tus zapatillas de Zara también tienes la posibilidad de elegir el color de las letras (hay seis diferentes). Una vez elegido, sólo toca a esperar a que llegue el envío de tus zapatillas personalizadas de Zara.
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