Opinión
Carlos Navarro Antolín
El Rey brilla al defender lo obvio
Además del cambio de armario, hay otra acción bastante común estos días: renovar la decoración de casa. Ya sea cambiando los muebles de sitio, añadiendo algunos cuadros o pintando las paredes de alguna estancia de nuestro hogar, el caso es que necesitamos darle un nuevo aspecto a la decoración de casa.
A estas alturas ya tenemos muy claro cómo colgar los cuadros en la pared para conseguirle darle un toque diferente a una estancia y también hemos probado suerte con las manualidades y nos hemos atrevido con las ideas más originales para renovar los muebles viejos. Así que, una vez que estamos metidos en faena, se nos antoja pintar las paredes de casa de forma diferente. A pesar de que apostar por las ideas más originales y coloridas para pintar una pared es una muy buena opción, es importante tener en cuenta cuáles son los mejores colores para pintar una estancia.
Por ejemplo, no es lo mismo elegir un color para pintar la pared de un dormitorio y que nos ayude a conciliar el sueño, que decantarnos por una tonalidad con la que pintar una pared del salón. Para ayudarnos a elegir los mejores colores para pintar las paredes de un dormitorio y ayudarnos a conciliar el sueño (en otras cosas) hemos hablado con expertos decoradores de Ikea que nos dan algunas claves.
Azules, verdes, grises e incluso rojo, todos los colores tiene cabida a la hora de decantarnos por una tonalidad para pintar las paredes, sólo hay que saber elegir en base al tipo de emoción que queramos transmitir. Además de ayudarnos a elegir los colores con los que pintar las paredes de un dormitorio, los expertos decoradores de Ikea también nos proponen tonalidades para otras estancias y nos recomiendan cómo apostar por ellas y acertar.
El verde es uno de los colores que más suele echarnos para atrás a la hora de pintar la casa, aunque en los últimos tiempos hemos visto una gran presencia de este color en muchas cocinas.
Pero si te animas a pintar las paredes de color verde claro, sabrás que estarás apostando por un ambiente de paz, relajante, tranquilizante. Es genial para una habitación como el dormitorio, pero también para otras estancias de la casa como el área de trabajo y estudio, para fomentar una mayor concentración.
Es un color que relacionamos directamente con la naturaleza, por lo que la frescura está garantizada. Y si no te atreves a añadirlo de una forma tan drástica a tus paredes, puedes comenzar por pintar sólo una de las paredes (mientras el resto de la habitación se mantiene blanca) o añadir pequeños toques de verde a través de los textiles como una funda nórdica, las cortinas o los cojines.
El azul es un color que transmite seguridad, confianza, tranquilidad, armonía. Aunque al igual que sucede con el verde, dependerá del tono elegido. Así que cuidado, porque si lo que buscas son esas emociones, puedes encontrarte con las contrarias si pintas las paredes de un azul demasiado fuerte, como un azul eléctrico.
La gama de azules es de lo más extensa, por eso nos encanta la idea de combinar varias tonalidades: puedes elegir una más clara como un azul pastel para una de las paredes de la habitación, mientras que la ropa de cama, los cojines o la pequeña decoración introducen otros tonos más potentes.
El rojo, el rosa y otros colores cálidos pueden causar sentimientos de optimismo, energía y alegría. Ideales para salones, comedores o dormitorios juveniles. Esta es la influencia de los colores en nuestras emociones:
Hay quien piensa que el gris y el negro son colores tristes y evita introducirlos en casa a toda costa. Por supuesto, para introducir colores oscuros deberás hacerlo en habitaciones con mucha luz natural, con el fin de evitar crear espacios claustrofóbicos o que parezcan más pequeños de lo que son en realidad.
El gris es el encargado de transmitir seguridad, calma, sofisticación, elegancia, autosuficiencia... Por eso nos encanta para un rincón como este con el chaiselongue de la fotografía, pero también para una de las paredes del dormitorio, un vestidor e incluso un cuarto de baño.
El negro es el misterio, el silencio, la sobriedad, la elegancia, la introspección. Es ideal a la hora de imprimir carácter a un área determinada de una habitación (como la pared del cabecero de la cama) y permitir que destaquen los elementos como cuadros o estanterías.
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