Tribuna Económica
Gumersindo Ruiz
La casita de Jesús
La reivindicación del rizo es imparable. Si hace años los cánones de belleza se empeñaban en apostar por las melenas lisas, ahora, por fin, los cabellos rizados tienen el lugar que les corresponde y las mujeres con este tipo de pelo han decidido presumir de él. Aunque hay épocas del año que debemos cuidar nuestro pelo rizado de forma especial si queremos presumir de melena bonita e hidratada. Si eres de las que presumen de rizos, sabrás que estamos hablando del verano y sus terribles consecuencias capilares.
No eres de las que necesitan hacerse las ondas con efecto despeinado que más triunfan en verano porque el estado natural de tu cabello es el rizo, pero cuando llega el verano te gusta innovar para potenciar todavía más tus rizos y bucles. Puede que hayas cortado por lo sano y te hayas marcado un corte de pelo blunt cut para reducir el peso de tus rizos y que estén más definidos o incluso hayas apostado por aclarar tu melena con unas illuminage, la técnica de coloración más natural, todo para sacarle el máximo partido a tus rizos este verano. Pero debes saber que el verdadero secreto de una bonita melena rizada está en su hidratación, de ahí que cuidar el pelo en verano de forma especial sea clave.
No es que necesites acudir a profesionales o que tengas que recurrir a costosos tratamientos, sólo necesitas saber cómo cuidar el pelo rizado en verano para presumir de una melena bonita e hidratada. Para ayudarte en ese proceso de cuidado capilar, hemos hablado con la doctora María Agustina Segurado, experta dermatóloga y asesora de Nivea, que nos ha dado algunas claves básicas y fundamentales sobre cómo cuidar el pelo rizado en verano.
"En la mayoría de los casos, por su composición más rica en queratina y su estructura, con mayor grosor y número de enlaces entre fibras, tiende a verse menos brillante y con un aspecto más áspero y seco. Los rizos necesitan una hidratación más profunda e intensiva que los cabellos lisos. Esto se debe a que, por su forma, los bucles disminuyen el reparto del sebo natural que produce nuestro cabello impidiendo que llegue a todos los puntos de la fibra capilar por completo", nos explica la doctora. "En general, la clave de una melena rizada no es solo cuidarla con delicadeza y proporcionarle la suficiente hidratación, sino también utilizar productos que no la resequen y seguir una rutina adecuada", añade.
Tanto la piel como el cabello sufren cuando les falta agua. Es imprescindible estar bien hidratados para que el pelo no adquiera una apariencia opaca. Por ello, hay que beber agua siempre que tengamos sed, así como tomar otros líquidos (infusiones, zumos...) y consumir frutas y verduras, que también contienen altos niveles agua.
Hay determinados nutrientes que influyen en la salud del cabello, como el cobre, el zinc, el selenio o la biotina. Una dieta variada, que incluya todos los grupos de alimentos, es suficiente para obtener los nutrientes necesarios. Eso implica comer carne, cereales, pescado, frutas, verduras, frutos secos...
Por ejemplo, el hígado de vacuno es rico en biotina, los cereales integrales tienen mucho zinc y las nueces son fuente de selenio. En el caso de dietas vegetarianas, se deberá acudir a otras fuentes para suplir estos oligoelementos.
La temperatura elevada hará que el cabello se reseque más. Si es posible, mejor una ducha de agua tibia. Para quienes necesiten el agua muy caliente, mejor evitarla sobre el cabello y dar el último aclarado con menor temperatura para rehidratar un poco el rizo.
La noche es el momento perfecto para aportar un extra de hidratación al cabello. Una buena forma de hacerlo es con una mascarilla o crema muy nutritiva o con algún aceite rico en vitaminas, minerales y ácidos grasos, como el de argán.
Se deja actuar durante la noche, con el pelo suelto guardado en un gorro de tela o de ducha o una toalla sobre la almohada. Al día siguiente, tras el lavado, se notará muchísima diferencia, ya que este tipo de cabello agradece mucho estos fáciles tratamientos.
El cepillo sólo consigue convertir los bucles en mechones encrespados y romper su fibra capilar. Por eso, la melena con rizos se debe peinar cuidadosamente y únicamente después del lavado o cuando está mojada.
El secreto de las bonitas melenas rizadas es que nunca pierden la hidratación, por lo que deben huir de los productos que resequen. Algunos champús, para conseguir limpiar en profundidad, eliminan la hidratación del cabello. No ocurre así con los champús micelares.
Estos champús están compuestos por micelas, pequeñas partículas con una fase acuosa y otra fase lipídica, y que funcionan como imanes para la suciedad y la grasa. Consiguen limpiar en profundidad sin ser agresivas con el cuero cabelludo ni con el cabello, y evitan la eliminación de los nutrientes necesarios para un rizo hidratado y sano.
Puede ser cualquiera que esté diseñada para cabellos rizados o, si se prefiere, hacer mascarillas caseras con ingredientes que tengamos a mano. Por ejemplo, mezclar yogur natural con aguacate es una forma excelente de aportar calcio, ácidos grasos y proteínas al cabello seco.
También se puede optar por mascarillas con aceite de coco, aceite de oliva, miel o aloe vera, productos naturales muy beneficiosos para los rizos. También los aceites nutritivos con toque seco son buenos aliados para aplicarlos como protectores del pelo durante el día, y además aportan definición a los rizos o a las ondas.
Las siliconas fueron toda una revolución en el mundo de la cosmética. Aunque la tendencia actual es irlas eliminando de las fórmulas por diversos motivos, entre ellas su impacto medioambiental, algunos champús u otros productos capilares, aún pueden llevar este compuesto.
Se utilizan principalmente para acondicionar el pelo: le dan peso, alisan y aportan suavidad. Sin embargo, los rizos no se benefician de ellas, pues los apelmazan y pueden deshidratarlos y resecarlos.
En la lista de ingredientes no suelen aparecer con el nombre de siliconas, sino bajo términos acabados en -one o en -ane, como dimethicone, dimethyl silicone, polysiloxane, polysiloxane, polymethysiloxane, cyclopentasiloxane... No obstante, los productos que se han fabricado sin este componente suelen indicar en el envase que no los llevan.
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