El pregón del buen comer

Feria de Almería 2019

El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Almería, Diego García, dio el discurso inaugural, donde criticó cómo las malas comunicaciones afectan al turismo

El pregón del buen comer.
El pregón del buen comer. / Javier Alonso
Fran Murcia

16 de agosto 2019 - 23:29

Tres cosas tiene Almería que no tiene ni Madrid: la Alcazaba, sus mujeres y ver los barcos venir”, con este dicho popular, el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Almería, Diego García, afrontó el final de su pregón con motivo de la Feria y Fiestas en honor de su Patrona la Virgen del Mar y dentro de un año en el que la capital está marcada por la Capital Española de la Gastronomía.

Diego García se remontó al momento que lo designaron como pregonero y, además de relatar las bondades de la tierra, también aprovechó para criticar las malas comunicaciones: “Cuando recibí la llamada del alcalde estaba en mi bar atendiendo a unos clientes que recién llegaban de viaje a Almería. Me preguntaban que cómo era nuestra ciudad, qué podían visitar y comer, que estaban agotados después de la travesía en tren desde Madrid, que si merecía la pena el esfuerzo. Y yo, como la mayoría de los almerienses que somos embajadores de nuestra tierra, les decía que Almería es una ciudad abierta, tolerante, generosa, hospitalaria, con una luz que ha inspirado a pintores, poetas y al mismísimo John Lennon; que los mejores directores de cine quedan prendados por nuestra luz, que los de Almería somos gente honesta, noble y luchadora, que visiten nuestro Casco Histórico con bares centenarios y rincones maravillosos, nuestra Catedral, nuestra Alcazaba, el Centro Andaluz de Fotografía, los Refugios de la Guerra, el Museo Arqueológico pero que siguieran más al Poniente y visitaran el barrio de Pescadería, San Antón, la Almedina, esencia de barrio de pescadores, tan humilde como mágico, un barrio que cada noche echa sus barcos a la mar para traernos el mejor pescaíto y las mejores gambas. Que por la tarde visiten el Zapillo y su Paseo Marítimo, donde las puestas de sol no tienen precio de bonitas que son”.

Productos de la tierra

Para el hostelero son unas fechas muy importantes para los almerienses: “Hablo desde el corazón de alguien que ha vivido la Feria muy intensamente y seguiré haciéndolo igual que muchos de vosotros. Estos días tienen que vivirse como una recompensa, como una explosión de alegría y reencuentros, de respeto y diversidad. Ensalzar la ciudad donde uno vive y quererla, y quererla bonita, recorrer sus calles, sus plazas, sus rincones, y cuando llegue la exaltación de la amistad, que llegue con un cante bueno, con un plato de jamón o un bacalao con tomate o unas gabardinas, un vinito, un queso y disfrutar de los productos y la cocina de nuestra Almería. Esos mismos productos que se han colado en todas las cocinas de Europa y que con tanto orgullo cocinamos este año de la Capitalidad Española de la Gastronomía”.

Como buen hostelero no quiso olvidarse de sus compañeros: “Quiero dar las gracias a los hombres y mujeres que, durante estos días, nos dan de comer y beber y hacen que podamos disfrutar en toda su plenitud de esta Feria, una vivencia inolvidable y apta para todos los públicos, vengan de donde vengan y prefieran la noche o el mediodía”.

También rememoró una de las citas con más afluencia de las fiestas, la Feria del Mediodía: “Quiero recordar especialmente cuando desde mi Asociación, desde ASHAL, le dimos forma y nació la Feria del Mediodía en el año 1992. Una iniciativa que ha permitido al centro histórico mantener su protagonismo, ayudando a más de cien pequeñas empresas hosteleras y hoteleras a superar el éxodo poblacional del agosto capitalino y favorecer la contratación de cientos de trabajadores. Yo fui uno de los que dijo que quién iba a ir a mediodía a una feria en el centro con lo a gusto que se está en la playa. Cómo me equivoqué. Fue un éxito desde el minuto cero que supuso un antes y un después y ya nada volvió a ser igual. Todo lo demás es historia. Y la Feria del Mediodía tiene una dieta propia, una dieta saludable, con morcillas, chorizos, longanizas, pinchitos y aunque no llueva, migas en pleno mes de agosto”.

Tras acabar el pregón, la Banda de Música interpretó el Himno de Almería y los fuegos artificiales iluminaron el cielo almeriense. El alcalde de la ciudad de Almería, Ramón Fernández-Pacheco, expresó con emoción: “¡Ya es Feria! Son las tres palabras que más me gusta decir en el año”.

Un regreso a las raíces para relatar su historia

El presidente de la Asociación de Hosteleros de Almería, Diego García, se traladó a sus raíces para relatar el origen de su historia como hostelero y almeriense: “Nací en la Bola Azul. Mi madre María y mi padre Diego me bautizaron en San Sebastián, soy de la calle Granada y zapillero de adopción. Almeriense de pura cepa, aprendí los secretos de un bar tras la barra desde niño viendo a mi madre, como día a día, cocinaba a fuego lento la cocina tradicional de esta tierra y cómo mi padre me inculcaba el amor por este oficio. A ellos les debo lo que soy”, describió en un pregón emotivo. Arrancó un gran aplauso al dedicarle parte del discurso a sus padres.

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