No a la violencia de género rural
El proyecto ‘Voces tras el silencio’, celebrado en Bacares, está diseñado para profundizar en las diferentes tipos de abusos que sufren las mujeres en el ámbito rural
El proyecto Voces tras el silencio se inauguró en Bacares con una jornada destinada a intensificar la labor formativa preventiva para la detección y erradicación de la violencia de género atendiendo a las singularidades propias del ámbito rural en colectivos especialmente vulnerables como son las mujeres rurales mayores. El plan formativo, financiado por el Instituto Andaluz de Mujer y organizado por la unión de asociaciones de mujeres del Almanzora, fue presentado por el alcalde de Bacares, José Segura, la presidenta de la asociación de mujeres Progresistas de Bacares, Consuelo Medina, y la periodista y presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres del Almanzora, FEMAXI, Remedios Serrano.
El encuentro fue inaugurado con la ponencia Violencia estructural hacia las mujeres a cargo de Rafaela Pastor Martínez, presidenta- cofundadora de la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres (PALEM) experta en el impulso de políticas de igualdad, empoderamiento y prevención de la violencia hacia las mujeres. Pastor incidió en la necesidad de recordar que los crímenes contra las mujeres, hijas e hijos para hacerles daño a las madres, son el culmen de todas las violencias machistas que sufren las mujeres y que incluyen temas fundamentales como la abolición de la prostitución, los vientres de alquiler, la diferencia salarial y de pensiones con los varones, el impago de pensiones alimenticias, los contratos a tiempo parcial o el lenguaje sexista.
Por su parte, la trabajadora social coordinadora de actividades y proyectos de la asociación de mujeres La Aldeilla de El Ejido, Inés Blasco, dirigió varias dinámicas de grupo con las asistentes profundizó destinadas a profundizar en la idea de la necesidad de empoderar, ayudar y fortalecer a las posibles víctimas de violencia de género a reconocerse (en el supuesto caso) como víctimas pero también como resilentes (capaces de soportar y superar las adversidades).
Alicia Amezcua, educadora social, presidenta de la asociación de mujeres por el cambio social Azahar y experta en coaching cerró el encuentro con el taller la Danza de Ira, que ofrece herramientas de autoconocimiento y empoderamiento personal para gestionar la frustración, la rabia y la violencia que las mujeres, en muchas ocasiones, contra ellas mismas. La entidad anfitriona, la asociación de mujeres progresistas de Bacares realizará un paseo turístico por las calles del municipio poniendo el acento en las mujeres de su pueblo a lo largo de la historia hasta llegar a la actualidad y recordando que la invisibilidad que históricamente han sufrido y sufren las mujeres rurales supone otra forma de violencia, ya que lo que no se nombra, no existe.
Significativamente emotiva resultó la despedida musical a cargo de las voluntarias del Centro de Información Juvenil, Pia y Laura, quienes versionaron acompañadas del sonido de sus ukeleles, la canción contra la violencia machista ‘Una puerta violeta’.
La jornada formativa, forma parte de un proyecto más amplio diseñado para incidir en la prevención de las violencias machistas en el ámbito rural que comprende talleres de formación con las asociaciones de mujeres, los colegios rurales y una obra de teatro con perspectiva de género a cargo de Mar Galera.
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