La tarde que acabó de condenar al Almería de Gaizka Garitano
UD ALMERÍA | CONTRACRÓNICA
Las decisiones del técnico rojiblanco contradicen sus palabras ante los medios de comunicación
El panorama acaba beneficiando al vasco, que sigue pasando de puntillas a pesar de no ganar ninguno partido
El Almería sigue su penitencia en otra tarde pésima del colectivo arbitral (2-1)
Garitano: "En nuestra área no somos equipo de Primera"
Almería/En una semana en la que hemos escuchado en la sala de prensa del Power Horse Stadium que Gaizka Garitano es el mejor entrenador de la era Turki Al-Sheikh, el técnico rojiblanco se mantuvo en un conservadurismo indolente en el once presentado en Mestalla. Después de excusarse en cada rueda de prensa postpartido de la ausencia de un delantero centro, Choco Lozano arrancó el partido en el banquillo.
El hondureño estuvo acompañado del resto de fichajes invernales del Almería. Las apuestas de la entidad indálica se quedaron presenciando el duelo contra el Valencia mientras en el terreno de juego César Montes jugó tocado, Gonzalo Melero demostró que no está para estos trotes y Leo Baptistao volvió a deambular en una posición que no es la suya.
En la sustitución del mexicano a la media hora de partido, Iddrisu Baba entró al verde en lugar de apostar por Aleksandar Radovanovic, en un movimiento que devolvió a la zaga a Édgar González. El propio Garitano reconoció en la previa del choque que el serbio sería el tercer central de la plantilla y solo en caso de urgencia el catalán ejercería en la línea defensiva.
Una temporada en la que las contradicciones son permanentes entre las palabras y los actos. Lo único que refleja la verdad son los partidos, que acaban demostrando que este equipo no está preparado para Primera División. El entrenador también quiso dejar claro esta circunstancia refiriéndose a su defensa. Unas declaraciones en las que da la sensación de que el vasco no es el encargado de buscar una mejoría en ese aspecto del juego que sigue desangrando a los indálicos con más de dos goles de media encajados por encuentro.
Con seis empates en 23 jornadas y con la primera victoria que se ha convertido en ese deseo inalcanzable, las opciones de permanencia cada vez se reducen más a lo esotérico. En este contexto, en el que desde la parcela deportiva se ha apostado por cesiones de los más jóvenes a Segunda División, los minutos siguen siendo para los de siempre, en la enésima disparidad de criterios existente en el Almería.
El futuro, en el que no habrá algunos de los futbolistas como Adri Embarba, más centrado en fruncir el ceño cuando las cámaras apuntan al banquillo que de aportar al equipo, pasará por otros perfiles. En palabras de Garitano, Rachad “es el jugador con más gol y el más listo” de ese vestuario. El mismo jugador que solo ha jugado quince minutos de liga y medio partido en la Copa del Rey, en el que fue el primer cambio junto con Marciano. Un desprecio a La Academia y a la mejor generación de la historia del club.
En todas estas decisiones incongruentes, en las que en cualquier otro lugar hubiese sido despedido, en la hilarante rueda de prensa de Mohamed El Assy del pasado viernes se reafirmó el apoyo del técnico. "Todos los que formamos parte del Almería sabemos que Garitano es nuestro entrenador”, indicó el director general del cuadro unionista.
No solo se quedó la cosa ahí, ya que el punto que definió a la perfección el panorama actual de este equipo fue el ataque frontal de El Assy contra Vicente Moreno. Enumerar una a una todas las decisiones erróneas libran de cualquier culpa a Garitano, que tiene su mejor defensa en este señalamiento público al valenciano.
Aunque pase de puntillas por las instalaciones de la Vega de Acá, el nombre de Garitano ya está en letras de oro en los libros de historia de la máxima categoría. Con la derrota de Mestalla, el de Derio se convirtió en el primer entrenador de la historia que no gana un encuentro en sus primeros 14 partidos con un equipo.
La actual campaña, como todo apunta, acabará con el vasco en el banquillo de la UDA. Sin embargo, su trabajo en cuatro meses demuestra que no ha sido capaz de cambiar la dinámica del equipo y, lógicamente, lo imposibilita para ser el encargado de liderar el regreso a Primera División el curso que viene. Porque, si algo nos dejó claro el encuentro de Mestalla, es que Garitano también es responsable de este indigno año.
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