Safi: "Quedé en shock al verme convocado. Todavía flipo"
UD ALMERÍA
El jugador del Juvenil rojiblanco relata cada detalle y "con el vello de punta" el viaje a Oviedo con el primer equipo
Suárez y Arribas, los únicos que se salvan de la quema en el Almería
Almería/Sin edad para el carnet de conducir pero peloteando con futbolistas de primer nivel en un estadio con más de veinte mil personas. No es un sueño. Es la historia real de Saif Eddine 'Safi', jugador del Juvenil División de Honor, que ha pasado de estar en un equipo de barrio a verse en la lista de convocados del primer equipo de su ciudad: "Me quedé en shock cuando me dijeron que iba convocado y apenas me salieron las palabras para comunicárselo a mis padres. Sigo flipando aún", afirma en UDA Radio durante una entrevista en la que relata todo tipo de detalles.
Además de no escatimar palabras el jugador almeriense tampoco se esfuerza en disimular su emoción a la hora de relatar la experiencia: "Se me pone la piel de gallina. Nunca pensé que pasaría algo ni parecido porque he pasado de jugar en un equipo en La Cañada -con el máximo respeto- a estar en el Carlos Tartiere con más de veinte mil personas en la grada. Es una locura. Estoy que no me lo creo y, sobre todo, estoy muy agradecido por esta oportunidad", reconoce durante la charla.
Safi vivió veinticuatro horas inolvidables: "Lo que más me ha sorprendido son las personas que hay en ese vestuario y lo que me han ayudado como persona, no como futbolista. Todos. Melero y Luis Suárez fueron los que más hablaron conmigo. Luis es para mí y para muchos el mejor delantero de la competición y además es muy buena gente; me comentó que curiosamente su primera convocatoria con el Granada fue en el Carlos Tartiere de Oviedo, como yo. Me dijeron que no cambiara nada de lo que ya hacía porque por eso había ido con ellos". En la entrevista cuenta cómo vivió la noche de antes en el hotel de concentración de Oviedo, con quién se sentó en el viaje y lo que significa Rachad para él: "Es como un padre futbolístico".
No jugó en el campo pero sí fuera del terreno de juego: "Intenté normalizar todo lo posible el partido y protesté y lo viví igual que si estuviera con el Juvenil, con la misma pasión. Traté de apoyar desde fuera lo máximo posible, con palmaditas, arengas y ánimos. No olvidaré jamás el sprint de 20 metros que me pegué para abrazar a Suárez cuanto anotó el gol del empate; fue el abrazo más intenso de mi vida. No me lo creía que estuviera con un jugador tan bueno y que se merece todo lo bueno que le ocurra porque trabaja muchísimo".
En este partido pudo vivir de primera mano todas las caras del fútbol, también la amarga: "Cuando no estás en el vestuario no sabes cómo le duele al equipo una derrota. Se produce un silencio absoluto y ves cómo hay jugadores que no pueden más. Nadie habla ni con su familia. Algunos hasta cuesta mirarles a la cara porque el sufrimiento es extremo", detalla Safi.
Y una vez acabada la experiencia de su vida, el futbolista ha reconocido lo que hizo con esa camiseta rojiblanca que tanto simboliza: "Se la di a mis padres porque nadie sabe lo que se han sacrificado por mí; a veces para comprarme unas botas de fútbol o una camiseta han tenido que recortar gastos y todo lo que haga será siempre para ellos".
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