Rubi y el vestuario, de quebradero de cabeza a drama persistente y silencioso

UD ALMERÍA | ANÁLISIS

La gestión interna ha sido uno de los mayores desafíos para el entrenador rojiblanco a lo largo de toda la temporada

Rubi: "La unidad del vestuario no es nuestra fortaleza"

Rubi, en la sala de prensa del Estadio de los Juegos Mediterráneos.
Rubi, en la sala de prensa del Estadio de los Juegos Mediterráneos. / Javier Alonso

El paso del tiempo no ha servido para cerrar algunas heridas que, tantos meses después, nunca van a acabar de cicatrizar. El pobre bagaje del pasado curso, con una de las peores temporadas de un equipo en la máxima categoría y con el mayor registro de partidos sin conocer la victoria, todavía sigue resonando en la sala de prensa del Almería. Rubi, a lo largo del todo el curso, se ha encargado de recordar el trabajo que se ha tenido que hacer con la plantilla desde el aspecto psicológico, con un enfoque claramente constructivo para tratar de lograr una unidad lejos de ser total, tal y como dijo este viernes.

“¿Es un vestuario bestial en cuanto a la unidad? No te voy a engañar: no lo es. No es nuestra fortaleza”, aseguró el preparador rojiblanco. Sin embargo, no es la primera vez que el de Vilassar de Mar se dirige al aficionado en estos términos. Después del empate ante el Eibar y antes de viajar a Valencia para jugar contra el Levante, Rubi subrayó que el vestuario “había detectado que uno de nuestros problemas era la unión y la fuerza del grupo”. El míster señaló que el equipo “necesita buenas personas, trabajadores y, sobre todo, personas que interaccionen”.

De hecho, desde su primera comparecencia como entrenador de la UDA en esta segunda etapa, el técnico aparcó las excusas y quiso motivar a la plantilla de cara al objetivo de regresar a Primera División. “Lo que no me ha gustado de lo que he ido escuchando es el discurso de la mala suerte porque la realidad es que el equipo no lo hizo bien. Les pido no hablar nunca más de pasado, no me vale lo de ‘hemos hecho 21 puntos, aunque jugábamos muy bien’, porque hay que jugar bien de verdad o intentarlo”.

Rubi, pensativo en una de las sesiones del equipo.
Rubi, pensativo en una de las sesiones del equipo. / UDA

En las primeras jornadas ligueras, Rubi no volvió a extenderse acerca del vestuario, pero todo cambió con la derrota contra el Castellón (2-5), la única del conjunto rojiblanco como local en el campeonato liguero. El catalán dijo que “hemos pasado página al 95 por ciento, pero todavía queda”, recordando que ese día aparecieron algunos “fantasmas del curso pasado”. En la misma línea, el entrenador apuntó que “no hay un líder en toda la plantilla” ni “una figura que cuando hable estén todos atentos”, por lo que fue él mismo el que se erigió en ese momento como el patrón del navío indálico.

“Pozo estaba hundido en la miseria, le hemos dado un tiempo y lo hemos recuperado. Eso requiere un período. El jugador que se quería ir necesitaba un tiempo. Todo esto lo hemos pagado y lo hablamos. Ya no hay historias de este tipo. No hay que hacerse más pajas mentales”, añadió en esa comparecencia.

Solo dos semanas después, con el equipo en puestos de descenso y a las puertas de una ‘final’ contra el Burgos, Rubi insistió en que esta plantilla tiene “un problema de comprensión”, ya que “no me está siendo fácil que los futbolistas interioricen algunas jugadas”. “Hay una sensación de fragilidad en la que todo se desmorona. Para que el sol salga, necesitas tres o cuatro tormentas. Es un equipo que tendría que estar peleando arriba y lo estará, pero es cierto que venimos de hacer 21 puntos”, recordó.

"No éramos un grupo"

Cuando los rojiblancos empezaron su remontada clasificatoria, rumbo al liderato, Rubi aseguró que en esos momentos se veía “más familiaridad entre los jugadores”, aunque matizó que “ahora es más fácil porque estamos ganando, pero hay que seguir cuidándolo”. Después de la victoria ante el Granada en los Juegos Mediterráneos, el entrenador volvió a tratar este asunto: “Nuestra obsesión inicial era el aspecto mental desde dos puntos: individual y colectivo. No éramos un grupo. Una vez pasamos eso, también hemos podido reajustar el tema táctico”.

Tras la victoria en Córdoba, la UDA comenzó una racha negativa en la que no sumó de tres hasta el día del Zaragoza. Después de caer ante el Deportivo de la Coruña, el míster indicó que “el vestuario está mucho más fuerte y eso me tranquiliza”. Lo que quizás no esperaba el técnico unionista es que, días después, Lázaro Vinicius protagonizase uno de los episodios más tensos de toda la temporada con el enfrentamiento sobre el terreno de juego con Luis Suárez y la afición. “Lo de Lázaro no es correcto, se ha girado todo un poco en contra de él. Pedirá perdón. Considero que se ha generado un ambiente tan negativo que no es bueno para el equipo. Esto lo solucionaremos en el vestuario”.

Por lo tanto, una de las conclusiones que se pueden extraer después de lo visto en la sala de prensa es que una de las posibilidades que Rubi quiera despertar al vestuario con estas declaraciones, como sucedió en el inicio de la temporada. Un mensaje que no deja lugar a muchas dudas, pero que sigue sin desvelar la pregunta que más se repite el aficionado rojiblanco: ¿Qué sucede en el vestuario de la UD Almería?

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