Rubi y los cambios necesarios que están por venir
UD ALMERÍA
La baja de Robertone acelerará la esperada renovación de la medular, sin descartar un nuevo sistema que prime la contención
El Almería, entre los más goleados de Segunda en el siglo XXI
Almería/Se avecinan tiempos de cambio en el seno de la UD Almería. Cambios necesarios por otra parte para intentar revertir el paupérrimo arranque liguero protagonizado por un equipo llamado a luchar por las plazas de ascenso directo, algo que los propios protagonistas reconocían durante la pretemporada en sus discursos públicos, pero que ya está en zona de descenso. Rubi sabe que está forzado a probar nuevas cosas y la sobrevenida baja de Lucas Robertone debido a la operación de hombro a la que el centrocampista argentino va a verse sometido podría acelerar la ya esperada renovación de una medular que no ha funcionado desde que a mediados de agosto se iniciase el curso.
Es un hecho que el centro del campo no carbura. Ni elabora ni destruye juego, navega en la más absoluta irrelevancia y eso está penalizando mucho al equipo. Si la media no espabila se hace muy difícil que el resto de líneas funcionen, si bien hasta la fecha la capacidad ofensiva no se ha visto resentida, en buena medida gracias a apariciones individuales como las de Sergio Arribas o Nico Melamed. El cuerpo técnico está obligado a articular soluciones y que se plasmen lo antes posible, a ser posible con motivo de la visita del Burgos al Juegos Mediterráneos este sábado, sin esperar a la próxima salida.
Está por ver por qué opción se decanta el de Vilassar de Mar, pero no sería de extrañar que jugadores como Iddrissu Baba o Gui Guedes empiecen a cobrar mayor protagonismo, sin olvidar que a Dion Lopy se le puede sacar mucho más partido de lo que hasta la fecha ha ofrecido el senegalés. En este contexto no es descartable que ante el cuadro burgalés aparezcan novedades en el once, ni tampoco que Rubi implemente alternativas tácticas. De momento, por lo que pudo verse en la sesión a puerta abierta del miércoles, el preparador catalán ha insistido mucho en conceptos como el repliegue defensivo y que el equipo junte líneas de forma más eficaz, pidiéndole a los jugadores mayor compromiso a la hora de correr hacia atrás en fase defensiva.
Posibles variantes tácticas
¿Cristalizará todo esto en un cambio de dibujo? Está por ver, pero hay una cosa bastante evidente, el acostumbrado 1-4-3-3 con los mimbres actuales (Édgar de pivote y dos interiores en la línea media) no termina de funcionar, lo que exige probar otras posibilidades. El posicionamiento táctico más equilibrado por antonomasia, tildado de anticuado por las nuevas generaciones de entrenadores, es el 1-4-4-2, para lo que se necesita un doble pivote en el que una de las piezas sea más creativa y otra con mayor poder destructivo, junto con extremos que tengan sacrificio defensivo. Una opción a explorar para algunos encuentros sería contar con la dupla Baba-Lopy en la media o, en su defecto, Lopy-Gui e incluir a Langa y Pozo o Arnau por delante de Centelles y Pubill, desdoblando los laterales. El problema radica en que en ataque habría solo dos plazas para tres nombres: Suárez, Arribas y Melamed.
Otro sistema, en este caso básicamente un reajuste del utilizado habitualmente, es el 1-4-2-3. Bastaría con apostar por un doble pivote de más músculo y un interior por delante capaz de nutrir de balones a la línea ofensiva, papel que Arnau Puigmal sería el más capacitado para poder cumplir en el actual plantel teniendo en cuenta que Gonzalo Melero acumula un prolongado periodo de bajo rendimiento. La buscada mejoría defensiva, en todo caso, quedaría en evidencia si el tridente atacante es Melamed-Arribas-Suárez debido al pobre bagaje defensivo en su faceta como extremos. Solo Baptistao garantiza algo de sacrificio en labores de recuperación.
La última tabla de salvación, y es difícil que Rubi se decante por ella, sería recurrir al denostado esquema 1-5-3-2, reforzando el eje de la zaga con la introducción de un tercer central. El dilema radica en si juntar a Kaiky o Édgar con Chumi y Radovanovic serviría para algo. Esta versión a priori le permitiría algo de más alegría a los carrileros a la hora de incorporarse al ataque. Para el trivote podría jugarse con cualquier combinación salida entre Gui, Baba, Lopy, Melero y Arnau, siendo la variante más conservadora tirar de Baba-Gui-Lopy en la misma alineación, tal vez para alguna salida. Nuevamente en la delantera habría que sacrificar a Melamed, Arribas o Suárez.
Pero más allá de modificar el centro del campo o cambiar de esquema táctico, muchos seguidores y no pocos colaboradores dentro del club empiezan a demandarle a Rubi que retire galones a futbolistas en quienes depositó confianza ciega en su regreso al equipo y no están respondiéndole como él esperaba. Chumi, Centelles y Melero salen retratados en esa foto. Luego está la incógnita de si Édgar de una vez por todas será capaz de no desentonar, bien como central o bien como pivote. Lo natural sería que el de Sallent de Llobregat, que sobresale por su envergadura pero no por su rapidez, acabe formando pareja con Radovanovic al estilo Ely-Babic del año del ascenso. De momento parece prematuro abrir el debate en la portería porque la mayoría de goles encajados por Maximiano no pueden achacarse directamente a cantadas del luso, si bien Fernando (Zamora de Segunda a las órdenes de Rubi) está al acecho. Y un detalle final, hoy por hoy solo Arribas y Melamed se han ganado el derecho de considerarse intocables, aunque a Rubi le cueste ver así al madrileño, mientras que a Suárez no estaría de más darle un toque de atención porque Rachad viene empujando desde el banquillo y el colombiano ha mostrado gestos feos con sus compañeros últimamente.
Temas relacionados
No hay comentarios