Rubi, al borde de su fracaso

UD ALMERÍA | EL ACTA DE VIVANCOS

La calidad individual y el juego ofensivo se demuestran con la fantasía, pero el trabajo defensivo y la mentalidad del equipo la pone el cuerpo técnico

El Almería vuelve a ser el de siempre en Oviedo (3-2)

El preparador rojiblanco, sonriente antes del comienzo del encuentro. / UDA
Ramón Gómez-Vivancos García

13 de octubre 2024 - 20:21

Almería/Y Rubi no tomó nota. Con independencia de la aptitud de sus jugadores, es responsabilidad del técnico la actitud con la que suelen disputar los encuentros la plantilla de una UDA que transmite en el campo el carácter de su entrenador. No importa que ante el Burgos se mostrara el camino a seguir en cuanto al nervio y la disciplina que todo conjunto de Segunda debe exhibir como primera arma de fuego deportiva en una categoría tan intensa como la de plata.

Los de Rubi volvieron a salir a verlas venir, sin empuje ni determinación, y eso lleva a que la atención en las jugadas de estrategia brille por su ausencia. Pero no es sólo el balón parado, es la falta de la manidaintensidad tantas veces referida desde estas líneas. Es un equipoaburguesado, que lleva el marchamo de Rubi, tan correcto y educado. Otra cosa son las aptitudes negativas de numerosos jugadores, que en cualquier caso apostaría a que redirían bastante más de forma individual en otros conjuntos.

Los jugadores rojiblancos protestan a la colegiada Huerta de Aza. / D.A.

Dijo Rubi al término del partido que el Oviedo jugó unos primeros 20 minutos de ensueño, vamos, que me dio la impresión escuchando al técnico catalán que catalogaba a su oponente como un equipo de Champions. El conjunto asturiano no deja de ser un equipo más de esta devaluada Segunda División donde apenas se ve calidad, pero sí mucha lucha, orden y disciplina, todo de lo que adolece la UDA.

Se demostró ante el Burgos que aquella superioridad que se nos vendió por parte del cuerpo técnico al decir al comienzo de campaña que esta plantilla era muycompleta, renunciando incluso a cubrir todas sus fichas, quizá no lo era tanto, y si acaso destaca algún integrante lo hará siempre y cuando el resto de sus compañeros se fajen como lo hicieron frente al Burgos. Eso, como mínimo.

La calidad individual y el juego ofensivo se demuestran con la fantasía, pero el trabajo defensivo y la mentalidad del equipo la pone el cuerpotécnico. Y los guarismos están ahí, uno de los equipos más goleadores y el conjunto más goleado de la categoría de plata. Estando en Primera tenía un pase, pero compitiendo en esta pobre Segunda División ya no tiene perdón de Dios. ¿Cómo es posible que un equipo que ha logrado dos goles por partido en los últimos cinco choques haya cosechado cuatro puntos de quince?

El trabajo defensivo se ejecuta con sacrificio

Cualquier conjunto de la categoría firmaría esa media de goles a favor, en Primera y en Segunda, o en cualquier otra división, porque nadie puede entender que se puedan encajar en esos cinco partidos 14 tantos, sí, en tan sólo los últimos cinco encuentros. Habrá jugadores que tengan errores individuales, pero el trabajo defensivo se trabaja primero en los entrenos y se ejecuta con sacrificio, después, en los partidos. Es lo más sencillo en el deporte si se le pone interés y constancia, como se demostró ante el Burgos, donde Chumi parecía un grande de Europa.

Y es que el buen y sacrificado trabajo colectivo logra que los defectos de cualquier jugador pasen a segundo plano, sobresaliendo las virtudes. Luego, ya vino el desacierto de prescindir de Melamed y la interpretación grosera de la sala VOR con una expulsión a Rachad que sólo puede determinar alguien que ni siquiera jugó al futbolín. Comentó Rubi que su UDA se acercará al final a los puestos nobles de la clasificación. Desde luego, con la actitud agresiva que Rubi no es capaz de transmitir, ni de coña.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

UD ALMERÍA | EL ACTA DE VIVANCOS

Rubi, al borde de su fracaso

REAL OVIEDO 3-2 UD ALMERÍA | La Crónica

El Almería vuelve a ser el de siempre en Oviedo (3-2)

Lo último

Arboreto salvático | Crítica

Memoria de los árboles