Remontada con fútbol y fe del 'súper Almería' ante el Granada (2-1)

Almería/Si la fe mueve montañas, este renacido Almería escaló una cordillera firmando una remontada para el recuerdo, plena de confianza en sí mismos y de calidad incuestionable pese al duro rival que tuvo enfrente. Luis Suárez y Melero, otro futbolista recuperado milagrosamente para la causa, fueron los protagonistas del triunfo. El cafetero anotando el tanto del empate a pase del madrileño y el ex del Levante remachando la remontada tras una acción del colombiano.

El Almería, no obstante, naufragó en una primera parte excesivamente táctica en la que estuvo a verlas venir, dependiendo de lo que el Granada propusiera y sin que surtiese efecto el plan de esperar al rival para intentar sorprenderlo con alguna transición rápida. Rubi refrescó el equipo con hasta siete modificaciones respecto a la goleada ante el Córdoba, pero la maquinaria no funcionó como se esperaba.

Gui Guedes, reemplazo del lesionado Baba, actuó condicionado al ver una tempranera tarjeta amarilla que solo el árbitro consideró como tal. El centro del campo con el luso y Lopy estuvo más espeso de lo habitual y el equipo se resintió en exceso ante un Granada que tuvo más claro desde el principio el plan de partido y evidenció mucha solidez. Con todo, el equilibrio fue la nota preponderante y apenas se contabilizaron ocasiones de gol.

El primer acercamiento se registró poco antes del cuarto de hora de juego y fue para los granadinistas en un remate de Reinier que atrapaba bien Fernando. La respuesta indálica estuvo en las botas de Pubill, que se proyectó bien en ataque para lanzar un disparo bien detenido por su excompañero Diego Mariño, que al poco hacía lo propio ante un tiro de Baptistao tras un buen robo de balón del brasileño.

El partido, con otro lanzamiento al cielo de Hongla para el Granada, andaba en la instrascedencia para el espectador. Todo hacía presagiar un 0-0 al descanso cuando Édgar tocó un balón algo comprometido para Lopy, que rodeado por dos contrarios hizo de las suyas en vez de escupir rápido la pelota. El resultado fue una pérdida catastrófica para los intereses indálicos, agravada por el pasotismo del senegalés para hacer el repliegue, ya que la bola llegó a los pies de Uzuni, que metía la directa hacia la meta de Fernando para batirlo por raso. El duelo de goleadores empezaba ganándolo el albanés.

Gol psicológico antes de marcharse a vestuarios que el Almería pudo contrarrestar en el añadido del primer acto, pero Mariño adivinó bien la rosca al palo largo que buscaba Sergio Arribas desde la frontal del área, permitiendo que los nazaríes se fueran al descanso con ventaja en el marcador.

Para la renanudación Rubi ejecutó el cambio previsible de Melero por Gui para preservar una posible expulsión del portugués. Lo cierto es que el equipo arrancó más entonado que en el primer acto y Bruno Langa dispuso a las primeras de cambio de una buena oportunidad adentrándose en los dominios nazaríes para ponerla en el área sobre la posición de Baptistao, cuyo remate acabó en saque de esquina entorpecido por un defensa rival.

Más clara, sin embargo, la tuvo Sergio Arribas a la hora de partido. Centelles puso desde la izquierda un buen balón raso atrás para el madrileño, libre de marcaje cerca del punto de penalti, pero tanto quiso ajustar el remate con su zurda de seda que la pelota terminó marchándose cerca del poste del arco defendido por Mariño. El Almería había dado un paso adelante y merecía el empate, pero no llegaba, tampoco a balón parado pese a la mutitud de córners sacados.

Los locales fueron amos y señores del segundo tiempo, pero no encontraban el camino del gol. Rubi probó cambiar la suerte con las entradas de Pozo, Puigmal y Melamed por unos discretos Pubill, Langa y Baptistao, pero ni con esas. El catalán fue el que más cerca estuvo del 1-1 con un buen remate de cabeza a centro de Centelles -cada vez las pone mejor el valenciano desde la banda-, pero Mariño estaba bien posicionado para detener.

Pese a la falta de acierto rematador el Almería continuó persistiendo y en el 80' Arribas dispuso de otra ocasión pintiparada, pero su disparo con la diestra, su pierna menos hábil, se marchaba cerca del poste de Mariño. Los de Rubi merecían premio a tanta persistencia y lo encontraron en la recta final. Melero mandó un pase en largo con precisión milimétrica para Luis Suárez, que hizo un espectacular control orientado con el pecho al borde del área para sacarse luego un cañonazo que sorprendía a Mariño. El cafetero dedicaba el tanto al lesionado Baba mostrando una camiseta con el dorsal del ghanés.

Y sin tiempo para asimilaro el Granada se veía por debajo en el marcador con justicia por los esfuerzos contraídos por unos y otros. De nuevo Suárez, quién si no, generó el caos en la zaga nazarí adentrándose en el área, su remate fue despejado por un defensor y el balón cayó a los pies de Melero, que fusiló a la red ante la explosión del Estadio, que rugió como nunca. Es la decimotercera jornada seguida de los almerienses marcando al menos dos goles y la octava consecutiva sin conocer la derrota para afianzar el segundo puesto en la tabla. Cuidado Racing, el súper Almería ya está aquí y va muy en serio a por el liderato.