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Almería/La planificación del Almería, condicionada desde hace meses por el regreso a Segunda División, provocó que desde la dirección deportiva se fueran moviendo fichas desde antes de la finalización del mercado. En el mercado de agentes libres, el club indálico pescó en el RCD Espanyol para incorporar a uno de los mejores jugadores de la categoría de plata: Nico Melamed.
El mediapunta de 23 años ha logrado este curso el ascenso a Primera División con el conjunto perico, con el que ha sido muy importante especialmente en la recta final del campeonato. Durante cinco meses, el futbolista estuvo en el dique seco debido a que pasó por el quirófano por los problemas que arrastraba en su hombro izquierdo.
A pesar de este contratiempo, el talentoso centrocampista estuvo cerca de sumar dobles dígitos en goles generados (cuatro goles y cuatro asistencias) en un año que, aunque acabó en alegría en la Ciudad Condal, no fue un camino de rosas. Con tres entrenadores al frente del equipo, el Espanyol ha vivido en una montaña rusa permanente en esta campaña.
Nico Melamed debutó con el primer equipo catalán en la fase previa de la Europa League contra el Luzern suizo hace cinco años. El actual futbolista de la UD Almería coincidió con Rubi en la temporada 2018/19, aunque todavía se encontraba en dinámica del filial espanyolista. Ahora, el arquitecto de Villasar de Mar podrá disfrutar de un perfil que se ajusta bastante a su idea de juego.
El jugador hispano-argentino es el clásico enganche que brilla cuando juega con libertad de movimientos para recibir entre líneas. Con una calidad técnica por encima de la media de la categoría, Melamed sobresale por su capacidad de acelerar las jugadas en campo rival con una amplia gama de recursos ofensivos. Siempre en el carril central, el nuevo futbolista rojiblanco cuenta con último pase y gol, aunque todavía con techo para crecer en esta última faceta.
Vicente Moreno, en su etapa en el Espanyol, posicionó a Nico Melamed en la banda izquierda. No obstante, mantenerlo como extremo supone alejarlo del balón, lo que provoca su pérdida de protagonismo. Sus mejores momentos siempre han sido por dentro, con una brillante facilidad para irse por los dos perfiles, aunque su pierna dominante sea la diestra.
Uno de los asuntos interesantes a la hora de acoplar en el once a Melamed será ver si puede jugar junto con Jonathan Viera, Sergio Arribas o ambos. En el caso de que los dos continúen en la disciplina unionista, Rubi tendría que lidiar con tres jugadores de muchísimo nivel y cuyas virtudes se explota en la posición de mediapunta.
El fútbol lo lleva en las venas, ya que su abuelo es Felipe Ribaudo. Este jugador argentino de la década de los sesenta y setenta perteneció a uno de los equipos más recordados de la historia de Sudamérica: el Estudiantes de la Plata de Osvaldo Zubeldía y Carlos Bilardo que ganó la Libertadores y la Copa Intercontinental en 1968.
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