Marcos Peña, la pieza de un puzle incompleto

Almería/Desde el día de su presentación, Rubi marcó una línea clara y concisa con el objetivo de una plantilla corta que no contará con muchos efectivos. Con el rumbo del mercado de fichaje, otro de los objetivos por parte de la dirección deportiva ha sido establecer un carácter continuista con respecto a los integrantes que completaron el pasado curso.

Con estas directrices, la sorpresa del último día de la ventana de traspasos fue la cesión de Marcos Peña al Marbella. El canterano, sin previo aviso, abandonó la disciplina indálica para emprender una nueva aventura en tierras malagueñas tras no concretarse la venta de Dion Lopy, uno de los nombres que más sonó en la recta final del mercado para salir.

En este escenario, el almeriense era el que sobraba de la ecuación en la medular. Sin embargo, el devenir de los acontecimientos aumenta la incertidumbre por su marcha. La más que posible venta de César Montes al Lokomotiv de Moscú, que parece cuestión de días, reduce el número de centrales a tres (Kaiky, Radovanovic y Chumi), con la opción de retrasar la posición de Édgar en caso de urgencia.

Un hecho que provocaría, a su vez, que el único pivote puro de la plantilla fuese Iddrisu Baba. En cada competencia pública, el arquitecto de Vilassar de Mar insiste en la importancia de la cantera cuando haya algún contratiempo. Sin embargo, otro percance afectará en las próximas semanas a la sala de máquinas indálica: la lesión en el hombro de Lucas Robertone.

En menos de un mes, se le ha salido tres veces el hombro izquierdo al jugador argentino. Según explicó este viernes el preparador rojiblanco, la situación invita a pensar que será operado a final de año. Un paso por quirófano que obligará al mediocentro a perderse varios partidos del calendario en la categoría de plata.

En esa demarcación, Gonzalo Melero, Sergio Arribas y Dion Lopy son los jugadores llamados a ser protagonistas, con la opción de incorporar en el centro con Nico Melamed, aunque no cuenta con reemplazo natural en la banda izquierda. Una serie de dificultades que complica un puzle en el que, por azar o por destino, Marcos Peña hubiese solventado la mayoría de las vicisitudes.

Marcos Peña, alternativa en el medio

El joven futbolista, con una formación en la cantera como mediocentro defensivo, hubiese sido la alternativa natural de Édgar si, llegado el momento, el catalán tuviese que actuar con central. Asimismo, también demostró el curso pasado, en el que fue importante en Primera División en las últimas jornadas, desenvolverse con facilidad en un sistema con doble pivote.

Con Rubi, Marcos Peña incluso fue probado esta pretemporada como interior por delante de un pivote, lo que habla de su capacidad de adaptación a distintas posiciones en el centro del campo. Un perfil que también hubiese encajado, por tanto, con reemplazo de Lucas Robertone cuando este sea baja por sus problemas con el hombro.

La pieza con la que no contará el Almería esta campaña y que provoca el desconcierto en el seno de la afición rojiblanca, que había señalado al futbolista almeriense como el futuro referente de este equipo tras su notable nivel después de debutar con Pepe Mel. Muchas preguntas, pero tan solo una respuesta: Marcos Peña estará en Primera Federación y no en Segunda División.