UD ALMERÍA | LA PREVIA
El desembarco a Cartagena, el nuevo reto de un Almería en estado de gracia
Fútbol femenino
Las lesiones nunca son oportunas, ningún deportista escoge cuando lesionarse. Hay veces que el destino es caprichoso y es capaz de amargar la mayor de las fiestas. Algo así le ocurrió al equipo femenino de la Unión Deportiva Almería hace dos fines de semana ante el Estudiantes, tercer clasificado liguero. Las rojiblancas estaban a falta de una victoria para proclamarse campeonas el año de su debut en la categoría y el partido resultó igualado y entretenido.
Mandaba el Almería en el marcador gracias a un gol de Nadia en el minuto 51. El Estudiantes apretaba en busca del empate, momento en el que Lorena inicia una contra que podía sentenciar. Rauda y veloz, la huercaleña profundiza por su banda, se dispone a dar el pase hacia el centro, cuando una leve carga la desequilibra y su rodilla izquierda hace una torsión antinatural. Como el trueno que acompaña al rayo, el chasquido llegó de inmediato. Y los gritos de dolor de Lorena no se hicieron esperar: “¡Me he roto la rodilla, me he roto la rodilla!”.
Poco más explícito hay que ser. La atacante se fue de inmediato al banquillo a ser tratada por los fisios, mientras sus padres trataban de tranquilizarse al verla a ella dolorida, pero serena. Los minutos pasaban, la victoria y el título liguero estaban cada vez más cerca y la rodilla comenzaba a inflamarse. Pitido final y piña en el centro del campo, a la que no se fía de unirse Lorena pues no sabía a ciencia cierta qué se había soltado en el interior de su articulación. Un momento único en la vida de una deportista aficionada y un ligamento le impide saltar y brincar como la que más.
Ligamento cruzado anterior, la lesión que tanto temen los futbolistas y que realmente no conocen hasta que llega. “Estoy un poco decaída. Llegué hace muy poco al equipo [fichó el 12 de febrero], con muchas ganas de afrontar la recta final y la promoción, pero no va a poder ser. Ahora paciencia y fuerza”, reconoce la delantera, con la que se ha volcado todo el fútbol almeriense a través de las redes sociales.
Por delante, la UDA tiene un mes para tratar de alcanzar el hito del ascenso a Segunda División. Por delante, Lorena González tiene la hazaña de superar una operación y siete meses de recuperación. La cicatriz será su tatuaje de campeona.
Una vez que se aseguraron el primer puesto liguero de Segunda División Andaluza, el equipo de Carlos Hinojo afronta la fase de ascenso a Segunda División Nacional. Para subir, las rojiblancas afrontan tres (cuartos y semifinales con ida y vuelta, y final a partido único) eliminatorias ante las campeonas del resto de grupos de la comunidad autónoma andaluza. El sorteo tendrá lugar el 22 de abril y en el bombo habrá grandes equipos, que llevan muchos años compitiendo en la liga femenina, por lo que las almerienses son una de las ‘peritas’ en dulce. Cádiz CF, Cultural Asako, Maracena, Úbeda Viva o El Palo, entre otros, son algunos de los equipos punteros de los grupos del resto de Andalucía que pueden ser rivales.
También te puede interesar
Lo último
Super Micro Computers
Visto y Oído
Broncano
Roberto Scholtes
Pequeñas y medianas compañías para 2025
el poliedro
Tacho Rufino
Alas al pedal