Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
UD ALMERÍA
Almería/Definitivamente la UD Almería no está teniendo fortuna esta temporada con los arbitrajes recibidos. El colista destacado de la categoría ha tenido que remar contracorriente durante todo el curso debido a una interminable plaga de lesiones, una mejorable planificación deportiva veraniega y a las chinas que los árbitros han ido poniéndole en el camino al conjunto indálico en muchas jornadas, minando poco a poco la ya de por sí débil moral de la plantilla.
La primera derrota del campeonato viene precedida de dos penaltis en contra materializados por el Rayo Vallecano. Si en el segundo por manos de Sergio Akieme habría poco margen a la duda, el primero de Édgar González sí que tuvo su debate por la disparidad de criterios a la hora de decretar como pena máxima acciones similares. Principalmente porque pudo existir falta previa del propio Ntkea, que fue objeto del penalti luego materializado por Isi Palazón. Ese día Alberola Rojas le perdonó la expulsión a Unai López, que arrastraba una amarilla desde el minuto 40.
Al igual que ocurriera este domingo en el Santiago Bernabéu, la UDA también se adelantó en el marcador ante el Real Madrid de forma tempranera en el duelo de ida gracias a un tanto de Arribas a los 3 minutos de juego. El conjunto blanco igualaba el choque en el 19' gracias a un tanto de Jude Bellingham que también fue muy polémico ya que el centrocampista inglés pudo ayudarse de la mano para facilitar el control del esférico.
En el Nuevo Mirandilla de Cádiz la UDA sumó su primer punto a domicilio con un tanto de Kaiky Fernandes en el tiempo de descuento, pero bien pudo haber significado la primera victoria en caso de que García Verdura hubiera decretado como penalti un evidente agarrón/abrazo de Fali dentro del área sobre el ariete malí.
Curiosamente con arbitraje del extremeño Hernández Maeso, el mismo colegiado que en el Bernabéu, el Almería cuajó una gran primera mitad en Villarreal. Con 0-0 en el marcador tanto el árbitro como el VAR hacen la vista gorda ante un claro penalti de cometido por Capoué sobre Embarba. Y no solo eso, sino que entre los minutos 17 y 27 el centrocampista francés vio una amarilla por un derribo a Robertone que bien pudo ser naranja y no contento con ello luego le perdonaba la segunda tras un pisotón a Melero. Quedaba más de una hora de partido por delante. La UDA acabó 0-1 al descanso para ver cómo los locales les remontaban (2-1) en la segunda mitad.
Aquel día debutaba Alberto Lasarte como interino en el banquillo indálico y pitaba González Fuertes. Todo parecía salir a pedir de boca ante el cuadro nazarí, con un contundente 3-0 al descanso gracias a un triplete de Luis Suárez, que luego acabaría lesionado de gravedad. El escenario cambió en la segunda mitad. Primero fue un claro penalti infantil de Baba que Maximiano le detenía a Puertas, pero luego se decretó otro bastante dudoso de Arnau Puigmal sobre Bryan Zaragoza que el malagueño transformaba iniciando la remontada hasta el 3-3 final.
Díaz de Mera Escuderos al silbato. Corre el minuto 84 y el resultado en ese instante es de 1-1 cuando Le Normand y Traoré cometen un doble penalti sobre Largie Ramazani que misteriosamente nadie vio. Ni el colegiado en el campo, ni sus asistentes en las bandas. Ni si quiera hubo aviso desde la sala VOR para que interviniese el VAR. En el tiempo de descuento Carlos Fernández, esta vez sí de penalti, y Zubimendi le daban el triunfo a los donostiarras.
Cuadra Fernández impartiendo 'justicia'. El FC Barcelona se adelanta por medio de Raphinha gracias a un saque de esquina que nunca fue, ya que el balón había tocado previamente en Balde y el VAR no se molestó en avisar al colegiado. Como quiera que el resultado final fue bastante ajustado, ese día al menos voló un punto de oro para los rojiblancos.
Soto Grado se unía a la particular colección de horrores arbitrales ante los indálicos obviando una falta clamorosa de Catena sobre Ramazani en la acción que luego significaría el tanto del croata Budimir, único del encuentro y que impedía a los almerienses sumar otro punto de oro. Lo irónico del asunto es que pocos días después los pamplonicas reclamaron una acción similar en su duelo de Supercopa ante el Barcelona. Curiosamente al Almería no dudaron en anularle el 1-3 en Madrid por un manotazo previo de Lopy sobre Bellingham en apariencia involuntario.
Retransmitido para el mundo entero y con la resonancia que tiene jugar en el Bernabéu, el Almería sufría el mayor atraco de su historia reciente, un robo sin precedentes que ha tenido repercusión internacional. El 0-2 al descanso se esfumó en la segunda mitad con la complicidad de Hernández Maeso en el campo y Hernández Hernández desde la sala VOR. Primero señalan penalti por manos de Kaiky que facilita el 1-2 de Bellingham obviando dos claras faltas previas de Rüdiger y Joselu sobre Édgar y el propio Kaiky. Luego anulan el 1-3 de Arribas por el manotazo de Lopy sobre Bellingham que el colegiado había visto a solo 2 metros dejando seguir. Para culminar la faena dan validez al 2-2 de Vinicius cuando se ayuda del brazo para empujar el balón y como colofón descuenta 13 minutos facilitando el 3-2 final de Carvajal. Un completo despropósito.
Lejos de ser castigados o mandarlos a la nevera, este mismo lunes se conocía que el Comité Técnico de Árbitros ha premiado al canario Hernández Hernández, responsable de condicionar a su compañero desde la sala VOR, repitiendo al frente del VAR en la eliminatoria copera entre Atlético de Madrid y Sevilla FC. Otra muesca más, la enésima, en el amplio historial de agravios para con un club modesto como el Almería.
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