El Juegos Mediterráneos puede vivir con el Racing de Ferrol su séptimo descenso

Almería/Desde su inauguración para el evento de 2005, el Estadio de los Juegos Mediterráneos ha vivido numerosos hitos deportivos (allí España se proclamó campeona en el torneo de fútbol ante Turquía con gol de Kepa) y anécdotas de lo más variopinto como el gol de cabeza en la salida de un córner del portero deportivista Aranzubía, el penalti señalado al Cádiz dos metros fuera del área con un atónito Unai Emery en el banquillo rojiblanco o hechos luctuosos como el fallecimiento de un aficionado en el graderío del Fondo Sur.

En el lado positivo, la propia UDA ha festejado dos ascensos a Primera División a lo largo de su historia, el conseguido en 2007 por la tropa de Emery y el logrado por Javi Gracia vía play off en 2013, doblegando en la eliminatoria final al Girona de Rubi. El tercero, de la mano del técnico catalán, se frustró en casa con el recordado fiasco ante el Alcorcón y tuvo que posponerse una jornada después a domicilio, en Leganés. A modo de curiosidad, el Elche en 2013 celebró su aterrizaje en Primera con Fran Escribá a falta de cuatro jornadas en el hotel de Almería donde estaba concentrado para medirse a los rojiblancos la jornada siguiente, que ya disputaron con el ascenso matemático abrochado, cediendo una derrota por 2-1.

Pero la instalación levantada en la parcela de la Vega de Acá también ha sido testigo de bastantes descensos. La primera víctima fue el Lleida de Bruno Saltor en 2006, que caía a Segunda B en la última jornada de aquel año ante el Almería de Paco Flores. El segundo fue el Club Deportivo Mirandés, que también se fue al pozo en Almería, en su caso en 2017. Más recientemente, en 2023, el Elche caía de Primera a Segunda igualmente en el Juegos Mediterráneos. Y esta misma temporada, sin ir más lejos, el Cartagena consumaba su descenso a Primera Federación de forma prematura en el mismo marco. A esos cuatro descensos hay que agregar los dos cosechados por la propia UDA en 2015 con el Valencia como rival y Sergi Barjuan en el banquillo indálico y en 2024 ante el Getafe con Pepe Mel a los mandos. El primer descenso, el de 2011, también tuvo como oponente al Getafe, pero aquel se produjo en el Coliseum Alfonso Pérez. Los rojiblancos fueron del mismo modo testigos del descenso del Real Madrid Castilla en 2007, pero se produjo en la Ciudad Deportiva blanca y pese a que los de Emery, ya ascendidos, perdieron ante el filial madridista.

Toda esta estadística viene a colación porque el Racing de Ferrol podría convertirse en la séptima víctima del imán para lo bueno y lo malo que posee el Estadio de los Juegos Mediterráneos en este tipo de casuística. El cuadro gallego cerrará jornada el lunes (20:30) ante la UDA estando ya descendido virtualmente. No lo será aún de forma matemática porque aunque gane el Real Zaragoza la noche del domingo el derbi aragonés ante el Huesca, la diferencia de sería de 18 puntos con 18 aún en liza para el cuadro ferrolano, habiendo además un Racing de Ferrol-Zaragoza (1-0 para los maños en la ida) la próxima jornada en A Malata.

El plantel de Rubi, por tanto, podría empujar a los de Alejandro Menéndez a la tercera categoría del fútbol nacional en caso de ganar o empatar el encuentro. Los ferrolanos vienen de imponerse por la mínima a otro rival inmerso en la lucha por eludir el descenso, el Eldense de José Luis Oltra, poniendo fin a una pertinaz sequía de victorias que se prolongó durante once jornadas en las que apenas pudieron arrancar un pírrico punto tras igualar en casa ante el Eibar. En el choque de ida, celebrado el pasado 18 de diciembre en A Malata, el Almería destrozó bajo una lluvia incesante al equipo entonces dirigido por Cristóbal Parralo con una exhibición de Luis Suárez, que aquel día anotó un triplete, completando Arribas la goleada por 1-4. Destinos contrapuestos que volverán a cruzarse una jornada más, como la anterior ante el Cartagena, en el Juegos Mediterráneos.