Gutiérrez remató la ignominia del trencilla
El acta de Vivancos
En esta jornada han acontecido dos lances decisivos que han podido variar el liderato de la clasificación en Segunda
Cuando alguien paga por ver un espectáculo de cierto nivel, se les supone profesionales a todos los que componen el elenco de participantes y, por ende, una digna trayectoria y experiencia contrastada. Con el liderato en juego de toda una Segunda División, la que dicen mejor de Europa, en esta jornada han acontecido dos lances decisivos que, aun con todos los medios disponibles, han podido variar el liderato de la clasificación con la aquiescencia de dos bultos sospechosos que puede que no hayan jugado ni al futbolín, uno en Cádiz y otro en Almería.
El hecho de que Racing y Almería se quedaran a las primeras de cambio con un jugador menos en sus encuentros por decisiones erróneas a todas luces, ha marcado el devenir de ambos choques que deberían de haber dictado sentencia deportiva. Si se es tan meticuloso para detectar un brazo adelantado en una jugada de gol, más se debería de ser a la hora de dejar a un equipo con un jugador menos, si bien en Cádiz sí se revisó una jugada de tarjeta.
Nadie en su sano juicio deportivo puede expulsar a Darwin por lo que hizo. Ni es profesional el bulto de celeste que anduvo por el césped del Mediterráneo, ni tiene idea de interpretar lo que es el juego que él mismo intenta arbitrar. Espero que los servicios jurídicos del club no tengan problema alguno a la hora de recurrir la segunda amarilla de Darwin con el fin de que el uruguayo puede jugar en Soria. Una pena, porque en igualdad el partido estuvo claramente inclinado hacia el lado de la UDA.
Dicho esto, de errores fue la tarde, ya que en el nuevo escenario del choque, un actor principal tampoco interpretó su papel como antaño. Si en otras ocasiones desde estas líneas se han defendido, titulares incluidos, los aciertos del técnico rojiblanco en situaciones extremas, ahora toca reprochar su inacción tras el descanso. El Elche es un equipo normalito de la categoría, al que se le concedieron todas las facilidades para que reinara, como continuación a la ignominia deportiva del trencilla. En numerosas ocasiones se han visto encuentros, y se verán, en los que la ausencia de un jugador se minimiza al máximo. Sin embargo, esperando muy atrás a la que parecía ser la selección de Brasil del 70, poco o nada se podía conseguir. Y así fue. Muy tarde llegó el cambio de sistema con la entrada de Jonathan.
El jugador que me generó dudas fue Costas. Viene de ser internacional en categorías inferiores, por lo que espero que le afectaran los nervios de su acelerado debut. En otra parcela del campo, y para futuros envites, es de esperar que alguien apoye a Kaptoum, un jugador que promete, y mucho. Me guardo para el final la polémica generada con la salida de René. ¿Es que nos estamos volviendo locos? ¿Es que el banquillo debe estar ocupado por las viejas glorias de un equipo por merecimiento eterno? ¿Y los que le dieron a la UDA la gloria de Primera? ¿Dónde deberían estar? Con esa mentalidad pueblerina seguiría Casillas en el banquillo del Madrid. Repito una vez más, la UD Almería es una entidad deportiva en sexta marcha, que cumple con el presente y apuesta por su futuro, no una empresa de bodas, bautizos y homenajes.
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