Opinión
Las uvas de Isabel y Pedro
UD ALMERÍA | Contracrónica
Almería/Rubi sorprendió a propios y extraños alineando en el once inicial a Guilherme Borges Guedes para recibir al Deportivo de la Coruña. Era el estreno del mediocentro luso en el once inicial y su irrupción, inesperada, no dejó a nadie indiferente. Es cierto que la baja de larga duración de Lucas Robertone por su operación en el hombro, unida a la ausencia de Lopy por sanción, vestía la situación como propicia. A eso se unió a lo largo de la semana que Gonzalo Melero no pudo recuperarse a tiempo de sus sempiternas molestias musculares. Pero la lógica dictaba que el movimiento del técnico catalán en dicha tesitura sería adelantar a Édgar al centro del campo y dar entrada a Radovanovic con Chumi en el eje defensivo.
El buen desempeño de la zaga en las últimas jornadas parece que pesó más en la decisión del arquitecto de Vilassar y finalmente, en esos entrenamientos a puerta cerrada lejos de la mirada de la prensa y los curiosos, preparó el plan de darle la alternativa a Gui formando pareja con Baba en el doble pivote. Y cabe señalar que el resultado fue satisfactorio. El de Santa Marta de Penaguiao disputó un partido bastante serio y aseado, sin complicarse excesivamente la vida con el balón en los pies y destacando sobre todo en el juego sin balón, con interesantes coberturas defensivas a los laterales de ambas bandas, erigiéndose en un gran escudero para el ghanés, que por una vez no tuvo que emplearse en solitario en las tareas de equilibrar al equipo achicando espacios. Sin ser el mismo perfil de futbolista, la brisa portuguesa que dejó Samú Costa brotaba en el Mediterráneo.
Con balón estuvo más timorato, algo lógico si se tiene en cuenta que era su primera aparición en el once en competición liguera a las órdenes de Rubi, que antes apenas lo había empleado 36 minutos en la derrota copera frente al Arenteiro en su anterior etapa en el banquillo indálico, 7 minutos en Oviedo, lo que significó su debut liguero este curso, y 1 minuto simbólico en Zaragoza. Por eso muy pocos esperaban la sorpresa de verlo de inicio, pero supo responder con personalidad, algo que el preparador catalán le reconocía en sala de prensa tras la victoria ante los gallegos: "La aportación de Baba y, sobre todo, Guedes, merecen una mención. No es fácil para un jugador aparecer y dar un buen nivel tras mucho tiempo en la sombra (...) Le pasa algo similar a lo de Baba: trabajo en la sombra y lo da siempre todo. No lo hemos podido utilizar, pero esto demuestra que el club acierta con los fichajes. El problema es que no podemos meter a todos. Guedes es un jugador con mucho potencial".
Los piropos de Rubi también demuestran que a veces un toque de atrevimiento como entrenador puede servir para descubrir a futbolistas con los que no se contaba en las quinielas a principio de temporada, pero que pueden aportar su granito de arena para alcanzar el ambicioso objetivo del ascenso. Ante el Deportivo Gui fue de menos a más. Cabe apuntar que participó de forma activa en la acción del 2-1 conduciendo el esférico hasta el borde del área deportivista antes de ceder para Álex Centelles, que sacó un medido centro con su pierna diestra en busca de la acometida de Baptistao en el segundo palo, quien batió a Helton con un certero cabezazo.
Tuvo incluso Gui la opción de haberle puesto la guinda a su presentación en sociedad marcando el gol que habría sentenciado el partido. Fue en la acción en la que el capitán visitante, Diego Villares, regala el balón dentro del área a Sergio Arribas y el disparo inicial del madrileño lo repele Helton, cayendo la pelota a los pies del joven portugués, que con toda la portería para sí se empacha de balón y golpea al larguero.
La acción no empañó su potable desempeño y lo convierte en un jugador a tener en cuenta en la dinámica rojiblanca, al punto de amenazar el rol en el equipo de Melero, muy lastrado por las continuas secuelas físicas. Con 600.000 euros de valor de mercado según la web especializada transfermarkt.com, de mantener la evolución que se le presupone pronto podría seguir los pasos de su compatriota Samú Costa, revalorizado como la espuma tras firmar por el Real Mallorca y ser citado por la selección de Portugal. Su cotización de mercado ronda ahora los 12 millones de euros y la UDA se guardó el 20% de una futura venta. Gui ya ha dado el primer paso, ahora le toca gestionar el éxito y que no se le suba a la cabeza.
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