El Almería vuelve a las andadas en otra olvidable tarde
UD ALMERÍA | CONTRACRÓNICA
El Almería que venció a Las Palmas se esfumó en solo quince días tras una contundente derrota contra Osasuna
El aficionado, aunque algo tarde, comienza a mostrar su indignación en el estadio con muchos pitos al final del encuentro
Radovanovic, pendiente de pruebas médicas
Apoyo del Almería a la Asociación Altea
Almería/El Almería que venció a Las Palmas en Gran Canaria se esfumó en solo quince días. Después de ese triunfo, dio la sensación de que toda la presión de no haber ganado en prácticamente un año acababa para dar paso a unas últimas jornadas en las que el renovado mensaje de Pepe Mel iba a calar a una plantilla que ha vivido una temporada compleja a nivel deportivo y mental.
Sin embargo, en el horizonte se empezó a dibujar la posibilidad de ganar el primer partido en casa del curso. Y ahí llegaron los problemas. Porque, inconscientemente, la mochila volvió a cargarse deberes. Este equipo ha demostrado a lo largo de las jornadas que, cuando menos se podía esperar de él, el nivel ha sido 'mejor'.
Osasuna, con la resaca que supuso el adiós de Jagoba Arrasate, era un rival para dar ese nuevo golpe de efecto y dar por fin una alegría a la afición. A pesar de la lluvia y en plena Semana Santa, más de 10.000 almas se presentaron en el Power Horse Stadium para estar al lado de los suyos.
La ilusión acabó en ocho minutos. Tiempo suficiente para demostrar nuevamente la fragilidad irreparable en el lado defensivo que, a su vez, provoca la caída por completo del equipo. En la primera acción, Centelles saltó a una zona prohibida dejando toda la banda libre para un Areso que percutió como cuchillo en mantequilla, acompañado de un pasivo Arribas en la ayuda.
Arnaiz acabó completando la jugada ante el hundimiento en área propia de los defensores rojiblancos. No obstante, el mayor fallo llegó en el segundo gol. Pase atrás de Radovanovic que se iba directamente a córner. Luis Maximiano, en una decisión incompresible, decidió salvar el esférico para entregársela a Moncayola. El balón salió, por lo que la jugada tuvo que ser anulada, pero de poco vale rasgarse ya las vestiduras con el nivel arbitral en contra del Almería este curso.
Pepe Mel, que se estrenó en el banquillo del feudo rojiblanco, avisó de dos aspectos cruciales en la previa del partido: los centros laterales y el balón parado. El primero tanto llegó desde un costado y el tercero, de una falta frontal que terminó rematando Iker Muñoz. En este asunto también entra ya el rendimiento individual de los futbolistas, claramente por debajo del mínimo exigible.
En un duelo terrorífico a nivel defensivo, este Almería no ha llegado a la jornada treinta con solo trece puntos solo por su déficit atrás. En el aspecto ofensivo, las carencias se siguen acumulando. En los últimos siete partidos en casa, el cuadro unionista se ha quedado sin marcar en cinco de ellos. Una muestra de la falta de eficacia en área rival de un conjunto huérfano de delanteros y con una ausencia gol notable desde las bandas.
Con ocho jornadas todavía por disputarse, el panorama no parece muy alentador para los aficionados que sigan asistiendo al estadio. En esta jornada sabatina, los pitos comenzaron a formar un ruido de viento que acabó explotando con el pitido final. El aficionado, aunque algo tarde, comienza a mostrar su indignación por una temporada histórica en términos numéricos y eterna en lo temporal.
Cuesta pensar que en un encuentro así, en el que el capitán Lucas Robertone miró desafiante al público en el cambio, en el que se volvieron a ver caras largas en el banquillo y en el que se sumó la decimonovena derrota de la temporada, pudieran llegar las noticias positivas. Lo único rescatable es el debut de Marcos Peña en su estadio, en una gran actuación del centrocampista, que aportó equilibrio desde la medular. El canterano debe ser importante el próximo curso en la categoría de plata.
Porque, en un momento en el que se está más pendiente de saber el día en el que se confirma el descenso, la planificación de la próxima campaña será clave para mantener vivo el proyecto. Y, en esta situación, jugadores como Marcos suponen un mayor capital para la entidad que cualquier fichaje que acabe siendo una medianía. Ganar y disfrutar, aquello que no sucede desde hace meses. Lección para el curso que viene.
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