Así empieza a configurarse el proyecto del Almería en Segunda
UD ALMERÍA
Jugadores como Lopy, Robertone, Ramazani o Montes apuntan a ser traspasados este verano para hacer caja, mientras se valora una posible cesión para otros como Arribas
Édgar, Pubill, Radovanovic, Langa o incluso Baba y Koné serán la base para construir el nuevo equipo y el club trabajará para retener a Luis Suárez
Apenas cinco jugadores del Almería se salvan de la 'quema'
El Almería, cada vez más cerca del ridículo histórico
Almería/En Balaídos yace la UD Almería 2023-2024. El descenso estaba ya prácticamente asumido, pero el último clavo en el ataúd se puso con la derrota en Vigo y el club ya trabaja sin disimulo en confeccionar un equipo para la campaña 2024-2025 en Segunda con la clara intención de retornar a Primera lo antes posible. El Villarreal es desde hace tiempo el modelo a seguir para Turki Al-Sheikh y sus colaboradores cercanos, algo que el propio Mohamed El Assy ha reconocido en numerosas ocasiones. El 'submarino amarillo' descendió inesperadamente en el ejercicio 2011-2012 para regresar con renovada energía a la máxima categoría justo un año después y es el referente por los logros conseguidos por Fernando Roig a nivel deportivo (llegar a Europa), económico (rentabilizar bien las compra-ventas de jugadores), de cantera (tener una de las más prolijas de España) e institucional, con una afición muy identificada con sus colores.
Roma no se construyó en dos días y tras el fiasco de la presente temporada en la UDA quieren dar pasos firmes. Lo primero será acertar con el nuevo inquilino del banquillo indálico. De puertas adentro ya se asume que el mayor error del pasado verano fue dejar las riendas de un proyecto con más de 50 millones de inversión en fichajes en manos de Vicente Moreno. El Assy lo verbalizó en su última comparecencia. Tampoco ha funcionado como revulsivo Gaizka Garitano, por lo que en junio se le agradecerán los servicios prestados. Carece de sentido destituirlo ahora y quemar al sustituto o darle el mando a Alberto Lasarte, pues sería desarticular el filial, que busca el ascenso a 2ª RFEF. Obviamente tampoco se entendería que el vasco comande un proyecto para ascender tras 18 partidos sin ganar y sin haber logrado esa misma meta al frente del Eibar.
Estos días empiezan a surgir ya nombres de candidatos y siempre salta a la palestra el del almeriense Francisco, más aún tras quedar libre al ser destituido por el Rayo Vallecano. Pero en la UDA hoy por hoy se busca otro tipo de perfil, más parecido al de García Pimienta, actual preparador de Las Palmas, por el que ya se interesó el pasado verano y que todavía no ha decidido si cumplirá el año de contrato que le resta en la isla. No quiere decir que eso lo acerque a Almería (pocos técnicos dejan un banquillo de Primera para dirigir en Segunda), sino que es el tipo de entrenador que gusta por su estilo de juego y la identidad propia que le confiere a sus equipos.
Una vez cerrado el nombre del nuevo entrenador, la maquinaria se centrará en rehacer una plantilla que no ha estado a la altura de las exigencias en Primera, pero que posee varios jugadores válidos para un escalón inferior. La base del futuro Almería pasará por jugadores comprometidos como Édgar González y Marc Pubill o los recién llegados Aleksandar Radovanovic y Bruno Langa. Muy probablemente otros como Iddrissu Baba, que ya militó en Segunda con el Mallorca y contribuyó al ascenso, también continúen, así como Ibrahima Koné, prácticamente inédito por su grave lesión, mientras el club hará un esfuerzo por retener a Luis Suárez. En condiciones normales sería muy complicado mantener al ariete cafetero, pero el hecho de haberse lesionado y luego sufrir una recaída provocará que las posibles ofertas sean a la baja y faciliten su continuidad como estilete para ayudar en el objetivo del cuarto ascenso bajo las siglas UDA tras los conseguidos bajo la dirección de Emery, Gracia y Rubi.
Será clave también acertar con las ventas, escenario en el que la dirección deportiva rojiblanca ha demostrado moverse como pez en el agua. El traspaso de Sergio Akieme al Stade Reims en la ventana de enero fue la primera piedra de lo que está por venir. Y es que en junio futbolistas como Dion Lopy, Lucas Robertone, Largie Ramazani o César Montes muy probablemente harán las maletas. Por el pivote senegalés ya han mostrado interés el Friburgo alemán (oferta de 15 millones declinada) y el propio FC Barcelona. El capitán argentino parece haber concluido también su etapa tras cuatro temporadas y despierta el interés de los dos equipos de la capital andaluza (Sevilla y Betis). El extremo belga cumple contrato en 2025 y, como quiera que llegó libre, cualquier cantidad percibida ya será una operación rentable. El rendimiento del central mexicano, por su parte, no ha sido el esperado, pero sigue teniendo buen cartel en su país y lo más lógico es que sea transferido paliando en buena medida los 14 millones de euros que costó.
Y luego están casos particulares como el de Sergio Arribas, una de las grandes apuestas de futuro de la UDA y actual pichichi del primer equipo. Parece contraproducente que tras pasar de 1ª RFEF a Primera mostrando capacidad goleadora vaya a dar un paso atrás en su carrera. Todo apunta en su caso a una posible cesión a algún equipo que asuma íntegramente su ficha y donde pueda seguir creciendo para luego ser repescado. Cedidos sin opción de compra como Luka Romero, Choco Lozano o Luis Maximiano retornarán a sus equipos. En el caso del meta luso sí existía una cláusula de adquisición obligatoria en caso de permanencia, pero la confirmación del descenso lo liberará de cualquier compromiso.
Hay un buen puñado de futbolistas cedidos en otras latitudes, casos de Gui Guedes (Oporto B), Arvin Appiah (Rotherham), Martin Svidersky (Real Murcia), Arnau Solá (Cartagena), Marciano Sanca (Alcorcón), Houboulang Mendes (Mirandés), Arnau Puigmal (Elche), Kaiky Fernandes (Albacete) o Lázaro Vinicius (Palmeiras) sobre los que habrá que adoptar decisiones. De todos quizá solo Kaiky y posiblemente Marciano tengan cabida en el proyecto de Segunda. Appiah cumple contrato y abandonará la disciplina rojiblanca como uno de los grandes fracasos de la era Turki. Otro vínculo que expira es el de Diego Mariño, cuya marcha podría abrir las puertas al canterano almeriense Bruno Iribarne como tercer portero.
Por último aparece lo que podría englobarse bajo el concepto 'clase media'. Hablamos de Fernando Martínez, Álex Centelles, Alejandro Pozo, Chumi, Leo Baptistao o Marko Milovanovic. A muchos de ellos curiosamente les favorecerá el descenso, ya que en Primera lo tendrían crudo para seguir, pero en Segunda pueden ser activos válidos. Faltaría por concretar lo que el club tiene previsto hacer con Adrián Embarba y Gonzalo Melero (ambos firmaron hasta 2026), con fichas altas y un rendimiento muy por debajo del esperado. Respecto a Jonathan Viera, que se comprometió hasta 2025, de él depende si acepta el reto de buscar el ascenso o explora otras alternativas más exóticas.
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