Édgar y Radovanovic, posibles novedades del Almería ante el Castellón

Almería/La larga semana de entrenamientos le está sirviendo a Rubi y su staff para ir engrasando la maquinaria rojiblanca y pulir los detalles negativos que observó del equipo en Elda. Allí se cuajó una primera mitad bastante potable, pero el trabajo se tiró por la borda en la segunda, donde el equipo no compareció. El preparador catalán sigue meditando retoques en busca del once que le funcione como un reloj suizo.

En este sentido ha sido interesante comprobar que en las sesiones de la presente semana ha incidido mucho en la función de Sergio Arribas como segundo punta y enlace entre la media y Luis Suárez. El de Vilassar de Mar está convencido de que el atacante madrileño puede explotar su vena goleadora sin necesidad de partir como extremo desde la banda derecha, donde al faltarle un punto de velocidad siempre abusa de buscar la zona interior para sacar el disparo de rosca al palo largo, algo que los adversarios conocen y pueden neutralizar.

Partiendo como mediapunta el exmadridista se hace más indetectable para las zagas contrarias y Rubi quiere beneficiarse de su facilidad para ver portería con la intención de que este curso pueda superar con creces las 9 dianas que facturó la campaña pasada en Primera División. Por eso estos días está insistiendo particularmente en la necesidad de que asuma protagonismo ofensivo, tanto para filtrarle balones a Luis Suárez como para finalizar jugadas.

En la sesión del jueves se le oyó en numerosas ocasiones a Rubi pedirle a Arribas que llegase a zona de finalización y este viernes ha preparado junto a su equipo de colaboradores un entrenamiento específico para los futbolistas del equipo de perfil ofensivo, enviando al gimnasio a todos los de corte defensivo una vez avanzada la mañana. Al plantel se le presupone calidad, pero toca demostrarla en el verde.

Al margen del nuevo rol asignado a Arribas, el staff indáico medita por lo visto estos días un par de retoques respecto al once inicial que presentó en el Nuevo Pepico Amat. Para recibir al impetuoso Castellón, que gusta de practicar un fútbol muy ofensivo, no es descartable que le dé la alternativa a Aleksandar Radovanovic en el eje de la zaga formando dupla con el brasileño Kaiky Fernandes, en detrimento de Chumi. Serían los primeros minutos del serbio en la presente campaña. Rubi confía en sus condiciones, pero optó por arrancar con jugadores que ya conocía como Kaiky y Chumi y por darle a César Montes la jerarquía que se le presuponía como internacional.

Ahora que el mexicano ha concretado su traspaso al Lokomotiv podría ser el momento de que el balcánico ocupe el perfil zurdo de la pareja de centrales. No tiene la salida de balón de otros compañeros ni tal vez la reacción de velocidad necesaria para tapar espacios en carrera, pero lo suple con contundencia y buen posicionamiento en el campo, algo que ya evidenció la campaña pasada en Primera.

La última novedad tendría que ver con la vuelta de Édgar González al esquema tras el parón forzoso en la salida a Elda debido a unas molestias en el abductor de las que ya parece recuperado. Rubi tiene mucha fe en la labor del catalán como pivote posicional, al estilo de lo que hizo De la Hoz en su anterior etapa, y lo más normal es que vuelva al doble pivote junto con Lucas Robertone, con Baptistao por el costado diestro, Melamed percutiendo por el zurdo, Arribas de enganche y Suárez en punta de ataque.

En el resto de posiciones aparentemente existen pocas dudas, con Luis Maximiano bajo palos, Marc Pubill en el carril diestro y Centelles en el costado izquierdo. Por ahí podrían ir los planes para recibir a los albinegros siempre y cuando las lesiones respeten al equipo hasta el lunes. Hasta la fecha solo Gui Guedes sigue apartado del grupo al arrastrar molestias en la zona de las costillas.