El gran dilema del Almería, ¿hacer limpia para Segunda o mantener una base?
UD ALMERÍA | Contracrónica
La horrorosa temporada firmada en Primera inclina a gran parte de la afición a que el club tome medidas drásticas
La dirección deportiva tiene que analizar con frialdad un curso ridículo y separar el grano de la paja
La pala de la remodelación
El Almería metió el miedo en el cuerpo a un Mallorca de Primera (2-2)
Almería/Al calvario de la UD Almería en el curso 2023-2024 le queda una última estación de penitencia, la de este sábado (18:30) en el Power Horse Stadium ante el Cádiz CF para despedir una temporada que quedará en los anales rojiblancos como la peor de su historia en Primera. El regreso a Segunda y la forma como se ha producido, encajando hasta la fecha 74 goles en contra y con apenas 18 puntos en el casillero, trae consigo un gran dilema para la entidad rojiblanca: ¿cuál será la mejor estrategia para buscar de nuevo un ascenso relámpago?, ¿hacer una limpieza profunda del vestuario o mantener una base de jugadores?
En redes sociales, caldo de cultivo para la exageración, una muestra representativa de la afición indálica, en caliente, no duda en demandar que Turki Al-Sheikh haga borrón y cuenta nueva con todas sus consecuencias, prescindiendo de la mayoría de efectivos de un plantel que no ha dado el nivel mínimo requerido en la máxima categoría profesional. A la dirección deportiva, no obstante, le corresponderá analizar con frialdad qué piezas pueden rescatarse de la quema, teniendo en cuenta que la mayoría de los futbolistas tienen rubricados contratos de larga duración o se han devaluado de forma alarmante, lo que puede representar un hándicap a la hora de desprenderse de muchos.
Para no empezar la casa por el tejado el primer objetivo pasa por acertar con la figura del nuevo inquilino del banquillo. Pepe Mel, que en Mallorca lamentaba no haber dispuesto de más tiempo junto a su cuerpo técnico, no seguirá. El club ha sido elegante con el madrileño, al que le pidió el favor de que se hiciera cargo de un cadáver deportivo a falta de 10 jornadas, no filtrando nombres de posibles candidatos hasta la fecha. Cuando acabe el duelo ante el Cádiz se sentarán con él y, salvo giro de 180 grados en los acontecimientos, le comunicarán que están contentos con su trabajo a domicilio (2 victorias y 2 empates) pero que la rémora como local impide una renovación para liderar el proyecto de plata.
En la lista de futuriblesPacheta parece emerger con mayor fuerza que otros nombres como el de Francisco o Rubén Albés, si bien en el club no se descarta optar finalmente por otro tipo de perfil, bien sea un entrenador joven con empuje que venga de hacerlo bien desde abajo o incluso retomar la fórmula de un preparador extranjero que llegue sin prejuicios adquiridos y con mente abierta como en su día hiciera el luso José Gomes. La última palabra, como siempre, la tendrá Turki Al-Sheikh.
Decidida esta cuestión, tocará meterle la pala a la confección del plantel. Parece asumido que futbolistas como Maximiano, Lopy, Baba, Ramazani o Pubill serán traspasados. Con otros como Arribas probablemente se busque la cesión como fórmula, mientras que Lozano y Luka Romero regresarán a Getafe y Milán, respectivamente, tras jugar a préstamo, y Diego Mariño cumple contrato y no seguirá.
La intención es hacer un esfuerzo por tener a Lucas Robertone (a día de hoy estaría más dentro que fuera), Luis Suárez o Jonathan Viera. A partir de ahí habría que escudriñar demarcación por demarcación. En portería tener a Fernando, Zamora de plata el año del ascenso, es una garantía. Lo lógico es que se firme a un guardameta para que compita con el murciano por el puesto y se suba del filial a Bruno Iribarne para que entre en dinámica de primer equipo.
En la zaga a priori se cuenta con los refuerzos invernales, Aleksandar Radovanovic y Bruno Langa. El central serbio ha demostrado contundencia y buen posicionamiento mientras las lesiones lo respetaron; el lateral zurdo mozambiqueño es muy versátil, pudiendo actuar como carrilero o incluso de extremo, algo que evidenció en Mallorca, golazo incluido. Con Centelles y la opción de subir a Aarón (está sobresaliendo en el filial) ese flanco estaría cubierto. El lateral diestro, sin embargo, habrá que remozarlo entero previendo la más que probable marcha de Pubill y viendo que a Pozo le han movido la silla. La afición tampoco ha acabado contenta con el rendimiento de César Montes ni Chumi. La vuelta de Kaiky tras curtirse en su cesión al Albacete facilitaría que solo tuvieran que firmarse uno o dos centrales más, en función del rol que se le asigne a Édgar.
En el centro del campo el ascenso de Marcos Peña al primer equipo es una realidad, el mejor legado que dejará la corta estancia de Mel. Esta zona será de la que más cambios sufra. Solo el canterano tiene garantizada su continuidad y si el nuevo entrenador lo ve preparado, podría contarse con Gui Guedes, cedido en el filial del Oporto y que también adquirió experiencia en el Lugo. Con Viera habrá que ver si el canario opta por buscar destino exótico o prima su amistad con Embarba y el buen encaje que ha tenido su familia en la ciudad para quedarse. Luego está por ver si se logra retener a Robertone y qué ocurrirá con Gonzalo Melero, cuyo historial de lesiones despierta muchas dudas de que pueda volver a mostrar su mejor versión, que en Segunda sería diferencial.
En cuanto a los extremos, partiendo de la base de la continuidad de Embarba y Baptistao, habrá que firmar dos piezas que impidan que los veteranos se duerman en los laureles, contando con que Ramazani, Romero y Arribas no sigan. Finalmente, en la punta de ataque la clave de bóveda será lograr retener a Luis Suárez para que lidere la nueva UDA 2024-2025 poniéndose a punto en pretemporada para dejar atrás definitivamente una lesión que cortó su progresión. Lo que ocurrirá con Ibrahima Koné es un misterio. No ha jugado lo suficiente para saber las prestaciones que podría ofrecer y cómo ha quedado tras recuperarse de una lesión de tobillo bastante grave. Por corpulencia y estilo de juego, quizá Segunda le iría como horma para su zapato. El tercero en discordia sería Marezi, al que Rachad empieza a hacerle sombra desde el filial.
Por tanto, ¿toca limpieza en profundidad o mantener un esqueleto reconocible? En el término medio suele estar la virtud, que decía el filósofo, y la dirección deportiva tendrá que saber dónde meter el bisturí para extirpar los elementos nocivos y acertar con los recambios, principalmente el del nuevo propietario del banquillo. Los antecedentes lo dicen, solo técnicos comprometidos al 100% como Emery, Gracia o Rubi consiguieron en su día triunfar en una empresa donde históricos como Real Oviedo o Real Zaragoza llevan muchos fracasos acumulados.
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