Lo difícil no es llegar, sino mantenerse

La UDA ya gana por inercia. Aun sin hacerlo bien en todas las facetas del juego, se sigue imponiendo la capacidad goleadora de los rojiblancos al amparo de un equipo más conjuntado y compacto, aunque volvió a aparecer algún que otro error grosero en la zaga que posibilitó la momentánea resurrección de un oponente tan endeble como inocente. Y es que en esta temporada la Segunda División me sigue pareciendo de las más flojas que un servidor recuerda, sin que por ello se tenga que desmerecer el trabajo de un Almería que ha mejorado a la hora de no recibir tantas ocasiones de gol como antaño, gracias a la contundencia que se ganó en la medular por la presencia líder de Baba.

Sin embargo, en las que recibe dentro de área se sigue pecando de falta de contundencia, la que suelen dar los zagueros que imponen su ley (de los que carece la UDA) alrededor de su pequeña parcela del área. El sino del partido cambió por unos milímetros, los del fuera de juego de Jairo, si bien cualquier penalización al contrario en forma de sanción del colegiado o de error del propio contrario lo aprovecha un equipo como la UDA que cuenta con jugadores de Primera en Segunda.

La jugada del gol de la victoria, con el pase de primeras de Arribas y la definición de Suárez, así lo atestigua, con independencia de la más o menos colaboración del defensa del Cartagena que participó en el lance. Y es que el problema de pedir la hora ante rivales inferiores lo provoca esa debilidad defensiva que Baba y la medular en general han logrado minimizar, al desgastar a los rivales con una primera línea de contención previa a la línea defensiva.

En las primeras jornadas, con Melero fuera de forma y Robertone al 50%, era más complicado. Siempre me parece interesante la opción de incluir a Arnau en el once inicial, es un jugador que desconcierta a los rivales que no saben por dónde les puede atacar, aunque el centrocampista no estuvo fino en una definición uno contra uno frente al guardameta local, al que debió regatear.

La seguridad, clave en la recuperación

En cualquier caso, este Almería se siente más seguro, goleando de dos en dos y generando numerosas ocasiones con la ayuda ofensiva y defensiva de ese centro del campo que hoy en día está siendo la clave de la recuperación, tras ese inicio de liga tan irregular. Ahora llegan dos choques en casa clave para la consolidación definitiva del conjunto de Rubi en lo alto de la clasificación.

O sea, como rematar la faena realizada en noviembre en forma de remontada. Y de cara a diciembre y al más que cercano mercado de invierno, cada vez más me ratifico en la necesidad no de uno, sino de dos centrales, así como de buscarle un buen sustituto a Suárez. La aparición de Marezi sobre el campo fue rayano en un nivel demasiado bajo para la aspiración del proyecto actual. Urgen esas dos incorporaciones defensivas y la ofensiva, porque lo difícil no es llegar donde la UDA ya lo ha hecho en la clasificación, sino mantenerse ahí.