El lado desconocido de Turki Al-Sheikh: poeta y compositor de canciones

Mucho se ha escrito durante la última semana y media sobre Turki Al-Sheikh, nuevo propietario de la UD Almería. Sin embargo, aún es un completo desconocido para la afición rojiblanca. Poco se sabe de su vida, más allá de que es un importante mandatario saudí y que ya ha tenido experiencia en el fútbol profesional con el Pyramids FC egipcio. ¿Sabían, por ejemplo, que también es uno de los principales letristas de canciones del mundo árabe?

Turki bin Abdulmohsen bin Abdul Latif Al-Sheikh es un joven muy cercano al príncipe de Arabia Saudí. De hecho, algunos medios internacionales consideran que él y el poeta Saud el-Qahtani son sus únicos consejeros con poder real. Según el ‘New York Times’, que cita fuentes próximas a la familia real árabe, Al-Sheikh comenzó como guardaespaldas del príncipe Mohammed y lo cautivó con su sentido del humor (tiene fama de ser una persona accesible) y su gran lealtad, llegando a ser ministro de Deportes. Actualmente es presidente de la Autoridad General de Entretenimiento del Reino.

Aunque en España su nombre no era conocido hasta que empezaron los rumores sobre la compra de la UD Almería, en el mundo árabe es un verdadero ‘influencer’. Se desenvuelve como pez en el agua en las redes sociales. Cuenta con más de 6,3 millones de seguidores en Facebook, 3,3 millones en Twitter y 1,2 millones en Instagram.

Un famoso poeta y letrista

Lo que más llama la atención de la biografía del propietario de la UDA es su faceta artística. Turki Al-Sheikh es uno de los principales poetas y compositores de canciones de Arabia. Incluso sus letras son interpretadas por cantantes de otros países musulmanes.

La superestrella egipcia Amr Diab, uno de los artistas más exitosos del mundo árabe, tiene varios hits escritos por Al-Sheikh. Por ejemplo el tema ‘Hadded’, lanzado hace un año, suma más de 51 millones de reproducciones en Youtube. Y aunque, como en este caso, sus canciones suelen ser baladas de amor, el mandatario del Almería también es considerado el mayor representante del surgimiento de una corriente musical nacionalista saudí, con letras que ensalzan los valores del Reino y su posición política frente a sus rivales.

Un estudio del Instituto de los Estados Árabes del Golfo en Washington explica el importante papel que han jugado las canciones compuestas por Al-Sheikh para que haya calado entre la población el boicot de Arabia Saudí y otros países del entorno contra Qatar iniciado en 2017 por su supuesto apoyo a grupos terroristas. Así, el propietario de la UDA compuso una canción titulada ‘Teach Qatar’ (‘Enseña a Qatar’, en español) en la que siete de los principales cantantes árabes critican la política del país catarí. Una de sus estrofas dice: “Enseñe a Qatar, y a quienes lo respaldan, que nuestro país es paciente. Pero cuando las cosas se intensifiquen y se vuelvan peligrosas, verá las acciones de sus hombres”.

Turki Al-Sheikh, sin lugar a dudas, es un personaje controvertido y peculiar. En su faceta política destaca su carácter reformista y aperturista, ya que desde la Autoridad de Entrenimiento y Ocio está promoviendo una intensa actividad cultural en el país nunca vista anteriormente. Por ejemplo, ha permitido la música en bares y restaurantes —algo hasta ahora prohibido—, e incluso estuvo a punto de llevar al país a la rapera Nicki Minaj (aunque al final la cantante lo canceló), algo inaudito para un país donde hasta hace apenas dos años estaban prohibidos los conciertos en público. De hecho, también quiere autorizar espectáculos de magia, a pesar de que la “brujería” está castigada con pena de muerte en Arabia Saudí.

Todo ese cambio social promovido por el gobierno saudí se enmarca dentro del proyecto ‘Arabia Vision 2030’, un plan para reducir la dependencia del petroleo y convertir al país en un referente turístico. Entre las propuestas de Turki Al-Sheikh, la más llamativa es que pretende organizar un encierro de toros como el de los sanfermines por las calles de una de las ciudades saudíes. “Hemos traído ya los toros y a especialistas españoles”, anunciaba el propietario de la UDA el pasado mes de enero. De hecho, su dudosa ‘afición’ taurina es tal que en junio compartía en su cuenta de Twitter un vídeo de un toro que quedaba parapléjico tras golpear violentamente contra el burladero.

Bagaje en el mundo del fútbol

En cuanto al fútbol, la relación del político saudí con este deporte no es nueva. Es un gran aficionado, hasta tal punto de que logró que la selección brasileña jugase un amistoso en Riad, capital de Arabia, en octubre de 2018.

Fue nombrado presidente honorífico del Al-Ahly egipcio. Sin embargo, poco después renunció tras escuchar cánticos ofensivos de su propia hinchada contra su madre y decidió crear su propio equipo. Compró el Al Assiouty Sport, equipo de la ciudad egipcia de Asiut, le cambió el nombre por el de Pyramids FC (mucho más comercial) y se llevó el club a El Cairo. Tras varios fichajes muy caros para lo que es habitual en el fútbol egipcio y algunos éxitos, vendió el club.

Su objetivo ahora era poseer un equipo en Europa. Antes de hacerse con la UD Almería lo intentó, al menos, con otros dos clubes: el Granada CF y el Amiens de la Ligue 1 francesa. Finalmente, el jeque saudí acabó en la ciudad almeriense, escenificando un cambio histórico en el club al salir de la notaría con la camiseta rojiblanca puesta. Ahora, su futuro en el fútbol español está por escribir.