Un señor Almería le pisa los talones al Zaragoza (0-2)

No era una final, pero el partido de La Romareda tenía tintes de ello. El Almería llegaba dolido y lamiéndose las heridas después de la derrota ante Las Palmas, con un arbitraje digamos poco certero. Cinco puntos para recortar en nueve jornadas, que para empezar pasaban por sacar un buen resultado junto a la Pilarica.

Con Appiah como principal novedad en el once, lo que dejó a Juan Muñoz en el banquillo, la salida del Almería fue buena. La presión y las ganas que brillaron por su ausencia en el Mediterráneo, permitieron a los de Guti sorprender de inicio. Así, a los 5 minutos Vada y Corpas ya habían probado al meta Cristian, que realizó dos grandes intervenciones.

Comenzaba movido, como debe un partido así. La siguiente la tuvo el Zaragoza, clarísima, con un disparo de Soro, que sacó sin querer debajo de la línea Luis Suárez. La defensa había estado floja, pero la fortuna esta vez se alió con los rojiblancos. La siguiente jugada, por fin, iba a permitir el estreno goleador de Appiah. El inglés encaró, condujo hasta el interior del área y se sacó un punterazo raso que se iba a convertir en el 0-1. La buena salida y la actitud que otras tantas veces se han echado de inicio, pusieron la final de cara.

Un paso atrás

El jarro de agua fría lo acusó el Zaragoza, estuvo varios minutos perdido, pero el Almería no olió la sangre. Prefirió guardar la posición y no dar espacios para la velocidad local. De esta manera, la posesión cambió de manos y el equipo comenzó a sufrir atrás. Demasiado pronto para un cambio tan radical.

El equipo lo estaba pasando mal en los últimos minutos de la primera parte. Había perdido totalmente el balón y el Zaragoza se plantaba con mucha facilidad en la mediapunta. Sin que Fernando llegara a intervenir, había sensación de peligro por defender tan atrás. Corpas y Appiah, que al comienzo desequilibraban, ya no recibían para encarar ni tenían opciones de contras.

Ni cambio de jugadores ni cambio de dinámica para comenzar la segunda parte: 45 minutos para defender una ventaja tan corta parecían demasiados en La Romareda. Todo iba a defender de la capacidad física del equipo. Soro fue el primero en romper a la defensa con un desmarque, al que llegó in extremis De la Hoz.

A los 58' llegó la ocasión que buscaban los de Guti: balón en profundidad para Darwin, que se marcha en velocidad de Clemente, pero en el último toque, cuando era ponerla a un lado, se le va larga y Cristian ataja sin problemas. La misma que tuvo en Albacete, desde diferente perfil, y con mismo resultado: sin sentencia. Es el principal debe del uruguayo, la conducción, fundamental para las contras.

Doble cambio que firma la sentencia

Las primeras sustituciones de Guti, de corte defensivo, fueron las precisas para lograr el segundo. Se marcharon los dos extremos y entraron Aguza y Francis, para estabilizar le medular. Precisamente el exbético profundizó, la puso al corazón del área, Darwin, ahora sí, tuvo un detalle de mucha calidad al dejarla para que Villalba remachara. Mejor no podía ponerse la cosa, cuánto se echaban ahora de menos los puntos del pasado miércoles.

En los últimos minutos el Zaragoza se jugó el todo por el todo y tuvo la ocasión de recortas distancias. Primero con un disparo fortísimo de Luis Suárez tras una pérdida de Iván Martos y en ese saque de esquina, Clemente remató alto, con toda la portería para él. Cinco minutos, más el añadido, faltaban para sellar un triunfo de oro y al Almería se le estaban atragantando.

El Zaragoza falló lo que tuvo, fruto de los nervios de ver a un Almería que se le ha colocado pisándole los pies. El golpe de mando de los de Guti es muy importante y uno tiende a pensar en un imposible: ¿Qué hubiera pasado si los rojiblancos hubieran jugado con este coraje ante Las Palmas? Lo normal es que ahora estuviera en puestos de ascenso directo. Ocho jornadas quedan.