Por un centro del campo poblado

Al fin una salida con nervio en un choque que enfrentaba a los dos conjuntos con más dudas de la categoría por su inmediato futuro deportivo y su supuesto caché. Sin esa buena actitud desde el comienzo no se podía haber demostrado una vez más que el camino más correcto es el de contar con cuatro centrocampistas en el once inicial.

Esta vez tocó enfrente el Zaragoza, que dio múltiples facilidades al ser un rival que no tuvo acierto ni agresividad, pero eso no fue óbice para ratificar lo bien que le sienta a este equipo esa pieza por la derecha, encarnada en Arnau o en Pozo, que proporciona equilibrio en ataque y en defensa, además de ensanchar el campo en favor de la UDA.

En ataque, esa amenaza partiendo de medio campo siempre está presente, permitiendo que las zagas contrarias se abran, dejando más huecos de penetración y a Suárez menos encimado. En defensa, esa figura diestra cubre las espaldas a la perfección, convirtiéndose a menudo en un defensa más.

A fin de cuentas, es esa pieza y característica de jugador tipo Arnau o Pozo, que otorga equilibrio desde el centro del campo al resto de líneas y de la que Rubi no debería prescindir nunca más, pues sin su concurso la UDA ha sufrido y con él se ha competido bastante mejor.

Otro aspecto que volvió a sobresalir fue la recuperación de balón de forma rentable y no estéril, pues las estadísticas a veces engañan si no se analiza el valor doble de las acciones según el contexto de juego en el que se realicen. Se presionó y se recuperó el balón con más continuidad y con algo de más intensidad, teniendo un ejemplo claro de manual de esta categoría al robar Lopy un balón extraordinario que a la postre significó mucho para el devenir del encuentro, al ser el germen del tercer tanto al filo del descanso que tanta tranquilidad dio para afrontar la segunda mitad.

Robo del internacional senegalés, y en dos pases se encara un uno contra uno, así de simple, que por cierto aprovechó Melamed, disputando un buen partido al fin. Precisamente, el esquema con más centrocampistas le beneficia al mismo Melamed, ya que este jugador nunca rinde en banda, pero sí como segunda punta por el centro. Y se volvió a demostrar una vez más.

Una victoria para ganar confianza

De hecho, en una de las tertulias de los lunes de Onda Cero tuve la oportunidad de preguntar al mismo Melamed sobre esta cuestión al ser invitado el delantero a dicha tertulia hace unos meses. Su contestación fue clara en torno a que se siente más cómodo por el centro y no en banda.

Todos los detalles referidos en esta acta ya se han ratificado después de la cantidad de pruebas y partidos acumulados y ahora, que cada jornada va siendo decisiva en pos del ascenso, es el momento de contar con las mejores armas para afrontar esas jornadas finales que, como decía Luis Aragonés, son las realmente decisivas.

Eso sí, se compitió ante un Zaragoza muy flojo e inocente, pero al menos sirvió para ganar de nuevo, para recortar puntos con cuatro equipos del grupo de los seis primeros (sólo Levante y Racing ganaron, y en los últimos instantes) y para ganar en confianza, que falta hacía. No hay mejor manera de ejercer presión sobre los rivales que venciendo en Burgos, al ser el primer partido de la próxima jornada. En manos de la propia UDA está.