El Castellón, el sacamuelas del Almería

El tiempo no da signos de pasar en esta UD Almería, al que ni el vivir la peor temporada de su historia en Primera División, aún firmando su mayor desembolso en materia de fichajes, con un traumático descenso da la sensación de haberle hecho cambiar lo más mínimo. Ni siquiera la llegada al banquillo de uno de los héroes del último ascenso como Rubi, autor también de la última permanencia en la élite del fútbol español, está resultando ser efectivo para un equipo que, a estas alturas del campeonato, continúa sin levantar cabeza.

Ni mucho menos aquellas catorce jornadas consecutivas sin conocer la derrota que los rojiblancos encadenaron y que les llevaron a lo más alto de la tabla. Algo que el transcurso de los meses se ha encargado de convertir completamente en un espejismo, echando por la borda todo lo logrado hasta hace no tanto a las primeras de cambio. Como si de una continuación del trágico pasado curso, ese que tanto dolor causó en una afición hastiada hasta la extenuación que se está teniendo que acostumbrar al sufrimiento constante, se tratase. Prácticamente aquellos mismos que demostraron que la máxima categoría del fútbol español se les quedó demasiado grande parecen querer empeñarse en tirar al traste cualquier mínima posibilidad de ascenso.

Algo que en la noche de este pasado Viernes Santo quedó demostrado por enésima vez en los últimos meses. Y todo ello ante un Castellón que, aún siendo uno de los recién llegados a la categoría de plata, se ha convertido en el verdadero sacamuelas de este Almería durante la presente temporada. Un conjunto, el albinegro, que viniendo de Primera RFEF, como ya sucediera en el choque de la primera vuelta que enfrentó a ambos en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, volvió a sacar a relucir todas las carencias de los rojiblancos pasando de nuevo completamente por encima.

Casi una decena de goles encajados ante el Castellón

Ni el gol obra de Nico Melamed, con el que los almerienses consiguieron adelantarse en Castalia, sirvió para que los de Rubi pusieran fin al mal endémico que últimamente les viene acompañando en cada uno de sus desplazamientos, sufriendo una nueva derrota a domicilio. La enésima muestra de que la calificada por no pocos como la 'mejor plantilla de la categoría', en esta segunda vuelta, está muy lejos de realmente demostrarlo tal y como los resultados vienen reflejando. Esa a la que apenas una semana atrás ya estuvo a punto de atragantársele el colista Cartagena, que en tierras almerienses acabó certificando su descenso.

Una plantilla, casi sin caras nuevas a las del pasado curso, a la que todo un recién ascendido como el Castellón ha sido capaz de meterle casi una decena de tantos durante la presente temporada. Un rival que si en la primera vuelta les endosó a los rojiblancos hasta cinco goles, en la que hasta la fecha es la única derrota sufrida por los almerienses en su feudo esta campaña, este pasado viernes estuvo de hacer lo propio, quedándose a tan solo un gol de repetir gesta. Nueve goles que son el fiel reflejo de la crítica situación que vive el conjunto dirigido por Rubi.

No es para menos, puesto que a pesar de venir de militar la pasada campaña en la máxima categoría este Almería se encuentra con 52 entre los equipos que más encaja de la categoría, apenas contando mejores dígitos que el ya descendido Cartagena y el Racing de Ferrol. Otra semana más que los rojiblancos pasan fuera de los puestos de play off, viendo el ascenso directo casi como un imposible y complicándose cada vez más incluso la opción de subir por el camino largo. Y lo que es peor, prácticamente sin atisbo de una urgente reacción en un equipo que no vence a domicilio desde el mes de enero cuando goleó al Córdoba en el Nuevo Arcángel para iniciar la segunda vuelta del campeonato.