La buena racha del Burgos ante las urgencias del Almería

Almería/El Burgos, renacido tras encadenar tres victorias consecutivas, tratará de certificar la permanencia con un nuevo triunfo ante un irregular Almería que ha recuperado esta semana la autoestima y no quiere perder de vista los puestos de promoción para pelear por el ascenso. El conjunto burgalés, que ya respira sin excesivos agobios después de varias jornadas en la zona baja, recibirá a una de las plantillas más potentes de la categoría, pese a lo cual el entrenador, Luis Miguel Ramis, ha advertido de la necesidad de no confiarse ante el equipo andaluz.

"Ganar tres partidos consecutivos te aporta tranquilidad en la clasificación, pero no hay que confiarse porque en dos partidos cambia todo de manera radical. Estamos igual de centrados que hace tres partidos y queremos sacar los máximos puntos posibles de aquí a lo que queda de temporada", destacaba durante la previa. Para este choque, el Burgos tendrá varias ausencias sensibles. Elady y Appin no estarán por lesión, mientras que Borja Sánchez y Edu Espiau se perderán el partido por sanción, y Rubén Quintanilla no podrá jugar debido a su situación contractual con el equipo andaluz, ya que el cuadro burgalés no va a abonar la cláusula de 200.000 euros estipulada en el acuerdo de cesión.

El Almería, por su parte, llega a la ciudad castellana tras una goleada ante el Real Zaragoza (4-1) que rompió su nefasta racha de ocho jornadas sin ganar, lo que condujo a los almerienses desde el liderato de la categoría a verse fuera de los seis primeros puestos. Ahora son séptimos con 50 puntos, a uno solo de Oviedo, sexto, y Huesca, quinto. Por tanto los once encuentros que restan son casi 'finales' en su lucha por el ascenso.

Cada punto es crucial y no hay margen para errores en un tramo donde la presión es máxima, con lo que el equipo entrenado por Joan Francesc Ferrer 'Rubi' debe demostrar determinación en cada jugada y enfrentar el desafío que supone un estadio complicado como El Plantío, hogar de un Burgos que buscará defender su terreno con fuerza. La victoria frente al Zaragoza debe servir como punto de partida para mantener la dinámica positiva.

Sin embargo, el equipo no puede relajarse y sabe que es clave mantener la intensidad todo el partido, a pesar de que Rubi deberá lidiar con más de media docena de bajas: el lateral Bruno Langa, el medio Dion Lopy y el extremo Marko Perovic, convocados por Mozambique, Senegal y Montenegro sub-19 respectivamente, así como los lesionados de larga duración Baba, Chumi y Rachad, a quienes se une Leo Baptistao, que ya no estuvo ante el Zaragoza por un pinchazo en el abductor y que tampoco entrará en esta convocatoria, reservándose para recibir al Levante el sábado 29. Rubi advertía que Sergio Arribas ha atravesado una complicada gastroenteritis que finalmente no le ha impedido entrar en la convocatoria junto al resto de la expedición.

Álex Centelles estará en el lateral zurdo, con Édgar González y el serbio Radovanovic en el eje de la zaga, en la que la ausencia de Chumi sigue limitando las opciones en esta línea, mientras que en el centro del campo Gonzalo Melero y el argentino Lucas Robertone se perfilan como titulares, a expensas de ver si el arquitecto de Vilassar emplea un trivote en el que tendrían cabida Selvi Clua, Kaiky o Gui Guedes, con menos opciones para el luso ya que aún no ha tenido minutos después de tres meses en dique seco. En ataque, Luis Suárez es la referencia indiscutible. El delantero colombiano no sólo destaca por su capacidad goleadora, como demostró con su vigésimo primer tanto la jornada anterior, sino también por su sacrificio e intensidad. Le acompañarían como tridente ofensivo Arnau Puigmal y Nico Melamed, con la duda de Arribas en función de que esté disponible y del esquema usado. Joan y Pedro Fidel, del filial, completarán la convocatoria para viajar este viernes en vuelo chárter.

Ocurra lo que ocurra en el césped de El Plantío, Rubi se convertirá con 128 partidos en el banquillo en el entrenador de la UD Almería con más duelos dirigidos en toda la historia de la entidad indálica, superando en esa estadística a un mito para la afición rojiblanca como es el murciano Juan Casuco, quien firmó el ascenso del equipo al fútbol profesional procedente de Segunda B en el lejano curso 2001-2002, fecha desde la que siempre ha permanecido a caballo entre Primera y Segunda División.