La ausencia de un delantero centro

Almería/El reencuentro in situ con la Segunda División en el UDA Stadium no pudo ser más explícito. Rivales estajanovistas que, con independencia del contexto del choque, están programados para persistir en su idea hasta el último segundo como si fueran el conejito con pilas Duracell. Es el escenario que la UDA se encontrará en cada choque, no para subsistir en la categoría, sino para intentar permanecer en la parte alta de la tabla en espera de las diez últimas jornadas donde casi todo se decide.

Entonces ¿está preparada esta UDA para dicho reto? En principio sí, hasta ahora los de Rubi han demostrado estar un peldaño por encima de sus rivales, pero ciertas deficiencias del plantel rojiblanco pueden complicar sobremanera el objetivo marcado. El cierre del mercado de fichajes ha sido bueno por un lado y muy malo por otro.

La buena noticia vino por la continuidad de los jugadores más cotizados de la plantilla. Ha sido un logro, como lo fue cuando se retuvo en Segunda un año a Sadiq Umar para, gracias a su aportación, lograr el ascenso. Se hablaba de la necesidad de un extremo después de la marcha de Ramazani, pero lo que realmente habría necesitado la plantilla es un delantero centro rematador.

Suárez, un perfil más asociativo

Como se ha comprobado en estos primeros choques, Luis Suárez es un gran delantero para la categoría, pero no es un goleador nato. El colombiano funcionó a las mil maravillas con El BilalTouré a su lado, con ese delantero más rematador, ya que el colombiano realiza a la perfección otra labor atacante. Sin embargo, el mercado rojiblanco se centró en la búsqueda de un extremo que también hacía falta, pero si por las cuestiones que fueran sólo podía arribar un jugador más, personalmente habría apostado por un ariete rematador.

Ante el Sporting se volvió a demostrar esa carencia por encima de la de ese extremo que tampoco llegó, ya que esa labor puede más o menos ser suplida por varios componentes de la plantilla, laterales incluidos. El problema viene cuando hay que echar mano ante una urgencia, como fue la del empate (en claro fuera de juego) del Sporting.

Si es Marezi el encargado de solventar esa papeleta, no sólo es sinónimo de fracaso, sino que no deja de ser un insulto futbolístico hacia cualquier afición que se precie. Es como disponer de un BMW con piezas de recambio de un Seiscientos. Puede que Rubi pensara que el espigado serbio podría enganchar con su testa algún centro a la desesperada en los últimos minutos, pero como se volvió a comprobar (filial incluido), ese chico no funciona.

Ante esta lamentable circunstancia del plantel, habrá que confiar para esas situaciones límite en Rachad, sin duda mucho más jugador y, sobre todo, goleador. Habrá que observar la evolución de la temporada e incidir en plasmar con practicidad la ligera superioridad que se le vislumbra a la UDA sobre ciertos rivales de la categoría (ante los más fuertes habrá que ver), pero ojalá que Suárez no se resfríe de aquí a enero cuando se vuelva a abrir el mercado de fichajes.

Gran parte del éxito de esta campaña radicará en la efectividad en ataque y en saber cerrar un choque para que no pase como ante el Sporting. De poco sirve dominar ciertos aspectos del juego con algunos jugadores de superior categoría, si tras acertar ante el marco contrario, al rival se le concede una oportunidad como la que tuvo para empatar. Se requiere más contundencia para que dicha superioridad se vea reflejada en el marcador.