El Almería rompe su racha de 16 partidos invicto y se despide de la Copa del Rey

Desde el 13 de octubre, la UD Almería armó una racha triunfal de 16 partidos sin conocer la derrota. El final de esta impresionante racha de resultados, la más exitosa de la historia de la entidad, se produjo en los octavos de final de la Copa del Rey. El Leganés fue el verdugo del conjunto rojiblanco, que mordió el polvo más tres meses después para quedar apeado del ‘torneo del KO’.

El objetivo del equipo era repetir la hazaña de dejar por el camino a un conjunto de Primera División tras el incontestable triunfo ante el Sevilla FC. La ilusión que se había generado en la ciudad por avanzar en la competición copera era el reflejo del nivel que está ofreciendo la tropa de Rubi en los últimos tiempos. Tras el partido, el técnico catalán aseguró que lo que más duelo no es la derrota, sino cómo se produjo.

Porque el Almería arrancó la contienda con el tanto anulado a Arnau Puigmal en los primeros minutos. A pesar de que los visitantes se pusieron por delante en el marcador con el gol de Altimira, Luis Suárez se inventó una jugada espectacular para igualar, en la que se asoció con Sergio Arribas, su mejor socio sobre el verde, para colocar el esférico en la escuadra.

En una de las mejores actuaciones del cafetero con la casaca rojiblanca, el nueve de la UDA volvió a dejar destellos de un futbolista cuya cláusula de 40 millones de euros parece una cifra cada vez menos alejada de su valor futbolístico. En el gol de Nico Melamed, anulado posteriormente por fuera de juego de Marc Pubill, Suárez dejó una acción individual en el área pepinera impropia de un futbolista de Segunda División.

Otro que dio un recital fue Dion Lopy. El mediocentro senegalés, ídolo para la parroquia almeriense, lidera la medular al ritmo de su fútbol, con ese riesgo tan característico cuando el balón está en sus pies, pero con la suficiente superioridad para armar la jugada desde la base con una mejora notable en la toma de decisiones. Un crecimiento del que se está aprovechando Gonzalo Melero que, con más libertad, plasmó un día más su continuidad de partidos.

El otro goleador para los rojiblancos fue Lázaro Vinicius, que se estrenó tras su regreso de Palmeiras. El brasileño, sin sumar un partido completo, aprovechó su primera titularidad explotando su facilidad para ver portería. Ese factor, que puede ser diferencial en esta segunda parte de la temporada, es un recurso muy explotable por Rubi. Pese a todo, el preparador de Vilassar de Mar no acabó contento el encuentro.

Una lección para la liga

Esa “falta de oficio” que destacó el entrenador, con un Leganés sobresaliente en la contundencia ofensiva, fue una de las claves de la eliminatoria. Una lección para lo que queda de curso, en el que seis de los primeros ocho clasificados tienen que visitar el Estadio de los Juegos Mediterráneos y un guion de partido similar, con idas y vueltas en el tramo final, se puede producir contra los rivales directos.

Uno de ellos es el Huesca, que medirá el pulso competitivo de la plantilla. Una de las cuestiones tras la derrota es cómo va a digerir el conjunto indálico acabar con la buena dinámica de resultados. Ese día después, en el que no estará Luis Suárez, gana más importante ahora. De cara a este choque, volver a sumar de tres y mantener la inercia positiva será la mejor receta para dejar atrás el adiós en Copa y centrarse de lleno en el gran reto del club: el regreso a la máxima categoría.