Un Almería con pegada evita un estreno amargo en Santander

Almería/Sean bienvenidos a la Segunda División. Guiones de partido no aptos para cardíacos, errores insólitos desde atrás y fallos árbitrales domingo tras domingo. Ayer, el Almería revivió dos años después una categoría de plata en la que, en principio, parte como favorito para ascender. En el estreno liguero en Santander, los rojiblancos dieron su mejor y su peor cara, confirmando que a este equipo, pese a los nombres propios que posee en plantilla, aún le falta bastante recorrido para ser un verdadero bloque.

La peor versión de la tropa de Rubi, como era de esperar, se dio a tenor de la anticompetitividad de la parcela defensiva. Desplazamientos en largo a la nada, el rival dinamitando la línea defensiva a partir de ataques a la espalda de los centrales, un sinfin de problemas a campo abierto e incluso una cantada insólita en un guardameta que, sobre el papel, es de otra categoría. ¿Les suena? Misma película con los mismos protagonistas que encajaron 75 dianas en la temporada de los récords negativos. El capitán de la nave indálica puede repetir día sí y día también que está conforme con el plantel, pero la realidad indica que al elenco unionista necesita como agua de mayo seguridad en área propia. Vistas las prestaciones en El Sardinero y teniendo en cuenta los 38 precedentes del curso pasado, resulta obligatorio que la UDA incorpore una pieza que dé esa solvencia defensiva que desde hace tres campañas no existe en la escuadra almeriensista.

En el otro lado, la dinamita del equipo unionista. El Almería puede presumir esta campaña de contar con los mejores argumentos ofensivos de la categoría de plata tanto por nombres como por comportamientos con y sin pelota. A la vista está el excelente arranque de los almerienses en el choque, teniendo la portería entre ceja y ceja desde el pitido inicial, y la reacción en el segundo tiempo de los pupilos de Rubi a partir de la pegada de Luis Suárez, Largie Ramazani y Sergio Arribas. El madrileño fue una figura capital en la remontada de la tropa rojiblanca, aportando ese 'plus' que tanto ansiaba la UDA para encontrar con claridad los tres palos. A expensas de conocer si finalmente el club apuesta por un recambio para Luis Suárez y de ver el debut en competición oficial de Nico Melamed, el equipo almeriense demostró por qué es un firme candidato al ascenso a partir de sus recursos ofensivos. Ahora bien, sobra decir que las diferencias entre el excelente comportamiento en ataque y la negligencia en defensa corroboran a este Almería como un conjunto de individualidades en lugar de un colectivo.

Polémica desde el primer día

Mención aparte merece lo del estamento arbitral. Ayer, con dos acciones más que discutibles en contra, la UDA volvió a sufrir un arbitraje más que mejorable en un encuentro liguero. Esta circunstancia chirría aún más si cabe cuando en plena era del videoarbitraje el aficionado tiene a su disposición los audios de las jugadas revisadas en la sala VOR, siendo el seguidor testigo del argumentario del colectivo respecto a las diferentes acciones analizadas. En el caso de la fea entrada de Manu Hernando sobre Luis Suárez, no convencen ni las tomas escogidas ni la valoración vacía de Gálvez Rascón en el VAR. Dos años después, los rojiblancos volvieron a recordar aquellos dichosos domingos de Segunda División con decisiones para tirarse de los pelos por parte del equipo de colegiados.