Remontada de buen entrenador y equipo con espíritu
UD Almería 3-1 CD Mirandés I La crónica
Aunque Iraola le ganó la partida en la primera parte, los cambios tácticos de Guti y la calidad rojiblanca sirven para solventar una difícil papeleta y aprovechar el pinchazo del Huesca
Almería/La tarde había empezado bien. Un doblete del exrojiblanco Pozo le había costado la derrota al Huesca ante el Rayo Vallecano, por lo que el Almería podía coger distancia en el segundo puesto si era capaz de sumar los tres puntos. Los de José María Gutiérrez buscaban prolongar la remontada iniciada ante el Numancia y para ello afrontaban un partido que iba a exigir concentración máxima ante el Mirandés.
El partido era de los que a priori parecen sencillos, pero cuando arranca uno de da cuenta que es de los que se atragantan si no lo plantea con exigencia. Rival muy táctico, pocos espacios en campo contrario y el peligro de que te cojan en una contra o una estrategia. Para ello, De la Hoz se volvió a incrustar en el centro de la defensa y se alineó el centro del campo que más le gusta al míster: Vada y Petrovic.
De primeras, el partido salió ofensivo por ambas partes. El Almería corría hacia la meta de Limones y el Mirandés hacía lo propio hacia la del ya titular por méritos propios Fernando. El manejo del balón estaba siendo más preciso por parte visitante, que iba a destrozar a todo el entramado defensivo rojiblanco en dos pases. Bien sacado el balón desde atrás por parte del equipo de Iraola y Marcos André se aprovecha del agujero entre líneas para encarar solo y subir el 0-1.
Después del gol, roja
El Mediterráneo se quedó mudo. El planteamiento inicial estaba haciendo aguas por el descaro en el juego visitante. Diez minutos después del primer gol, otro desajuste defensivo iba a acabar con De la Hoz en la calle. Marcos André volvió a coger la espalda a la defensa, se fue solo ante Fernando y el cántabro se jugó la roja en el cruce. Areces Franco, después de consultar el VAR, lo echó. El riesgo de colocar a un mediocentro como central resultó fatídico.
No podía pintar peor la cosa. El Almería estaba siendo manoseado con facilidad, iba por detrás en el marcador y tenía por delante 70 minutos con un jugador menos. Pasaba la primera parte y el segundo tanto burgalés podía caer en cualquier minuto. Salió Jonathan al campo por Corpas para reestructurar la defensa, pero en la pizarra Iraola se estaba imponiendo a la de José María Gutiérrez.
En los últimos minutos de la primera parte quiso empujar el Almería, pero sin ideas ni acierto. Lo intentaron Vada y Darwin, pero el equipo estaba nervioso y desarbolado. Necesitaba el descanso y que se apareciera la Virgen en la segunda parte. Aguza, un hombre importante en el juego siempre que juega, parecía indispensable para la reanudación, a la que sólo se llegó 0-1 gracias a Fernando.
Cambio descomunal tras el descanso
¿Qué hubiera pasado si en la primera parte hubieran salido como en la segunda? Nunca se sabrá pero es humano pensar que todo hubiera pintado de forma diametralmente distinta. En menos de dos minutos, el Almería le dio la vuelta al partido. No lo hizo de estrategia ni con balonazos, que parece lo fácil cuando estás con uno menos, sino con dos jugadas de muchos kilates, en las que Jonathan fue protagonista.
El brasileño profundizó y rompió por su banda. El Almería se dio cuenta de que si el Mirandés se partía tácticamente, estaba en sus manos. Jonathan llegó hasta el borde del área, Vada, Juan Muñoz, Darwin y Lazo pusieron la calidad en la frontal y el sevillano y el uruguayo establecieron el 2-1. Las sensaciones habían cambiado, era el momento de demostrar que en defensa también se había cambiado posicionalmente.
Lo hizo. El equipo de José María Gutiérrez era otro. Y el de Iraola, también. El Almería le cambió el plan que había pergeñado el Mirandés y éste no supo qué hacer. Es la diferencia de calidad de uno y otro equipo, los millones se notan. En el nuevo contexto del partido, los rojiblancos dominaron con uno menos y en igualdad de fuerzas. Y es que Peña acompañó a De la Hoz, después de una entrada criminal a Vada.
Era el momento para darle el toque de gracia al rival y el Almería lo hizo, no especuló como otras veces. De nuevo buena contra montada por Aguza (¡qué importante es el catalán en el centro del campo!), que Lazo conduce y remacha en la segunda intentona. La grada estalló de júbilo, no se creía cómo su equipo había podido cambiar tanto de una parte a otra.
El partido empezó con un nudo en la garganta y acabó con olés por parte de la grada. Normal, la remontada es de la que dan confianza y demuestran que, ahora sí, el Almería ha vuelto a coger la dinámica adecuada. Con estos tres puntos, tres puntazos mejor dicho, los de José María Gutiérrez defenderán en Fuenlabrada su segunda posición que, ahora mismo, ocupan en solitario.
Ficha técnica
Almería: Fernando, Balliu, Martos, De la Hoz, Maras, Petrovic, Vada (Romera, 71'), Corpas (Jonathan, 32'), Lazo, Juan Muñoz (Aguza, 60') y Darwin.
Mirandés: Limones, Carlos Julio (Kijera, 32'), Sergio, Odei, Peña, Rey, Iñigo (Matheus, 59'), Marcos André, Guridi, Franquesa (Merquelanz 79’) y Sánchez.
Árbitro: Areces Franco, asturiano. Amarillas: Maras, Petrovic, Aguza. Roja: De la Hoz (18'), Peña (69').
Goles: 0-1 Marcos André (6'). 1-1 Juan Muñoz (46'). 2-1 Darwin (48'). 3-1 Lazo (71').
Incidencias: Mediterráneo. 19ª jornada. 8.768 espectadores en el Estadio de los Juegos Mediterráneos.
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