El Almería se hunde lejos del Mediterráneo: solo 1 de 18 puntos
UD ALMERÍA | CONTRACRÓNICA
El equipo rojiblanco vuelve a fallar a domicilio, aunque sigue a tiro de los puestos de playoff tras los pinchazos de Real Oviedo y Huesca
El nuevo objetivo de la tercera plaza

Si el partido contra el Granada CF era una oportunidad de oro para dar un paso adelante en las aspiraciones para regresar a Primera División, la UD Almería volvió a fallar una vez más. Ni el aliento de cerca de un millar de aficionados ni la posible reacción en el segundo tiempo tras el gol de Gonzalo Melero fueron motivos suficientes para evitar la tercera derrota consecutiva fuera de casa. El bagaje en las últimas seis jornadas a domicilio muestra un paupérrimo balance: un punto de dieciocho posibles.
Con estos números, las posibilidades de un ascenso por la vía directa son irreales a falta de ocho semanas para finalizar el campeonato. A pesar del amable calendario que tienen los indálicos por delante en este mes de abril, con la promoción de ascenso a tiro de piedras si se dan los teóricos resultados contra los equipos de la zona baja, mayo vendrá con un tramo en el que todo serán finales contra rivales directos para los de Rubi y con citas determinantes lejos de tierras almerienses: Cádiz y Mirandés.
A nueve puntos del primer puesto tras la victoria del Levante al Real Racing, a falta del partido de este lunes del Elche, los pinchazos del Real Oviedo y el Huesca permiten al Almería seguir a un punto de entrar en la promoción de ascenso, que puede asaltar la próxima jornada.
"Hay que ir partido a partido, pero no será una liga como la anterior que subimos de 81 puntos. El margen creo que estará entre 72 y 75, al final veremos si la respuesta es equivocada, pero estoy centrado en ganar en Granada. Si no lo hacemos, habría que encadenar tres triunfos ya", aseguró Rubi en sala de prensa previa al encuentro contra los nazaríes. Tal y como dijo el técnico de Vilassar de Mar, en sus cuentas para cumplir con el objetivo, el Almería tiene que ganar a Cartagena, Castellón y Racing de Ferrol.
A pesar del revés que sufrió la UDA en Granada, el preparador rojiblanco se mantuvo firme, como el resto de la campaña, que las aspiraciones son las de alcanzar el ascenso directo. Sin embargo, esta preocupante versión fuera de casa comienza a recordar, de forma inevitable, al pasado que siempre aparece cuando las cosas vienen mal dadas. La famosa mandíbula de cristal, que terminó por ser la kriptonita de los unionistas el pasado, vuelve a escena. En Burgos, el tanto de Fer Niño derrumbó el castillo de naipes del equipo. El pasado sábado, Gonzalo Villar fue el encargado de mandar a la lona a los visitantes.
Sin respuestas desde el banquillo
Un KO técnico del que no se levanta un conjunto condicionado también por las decisiones que se toman desde el banquillo con unos cambios que no están alterando el orden de los factores a favor de los indálicos. Ya sea por el nivel de los jugadores que no parten desde la titularidad, las fichas elegidas por Rubi o el rendimiento de algunos futbolistas como Sergio Arribas cuando no empiezan los encuentros, lo cierto es que es otra de las notas negativas del duelo ante los granadinos.
A pesar de que hubo una continuidad en el once, con Leo Baptistao como única novedad en el carril derecho, Robertone y Melero cambiaron sus puestos en la medular, con el argentino volvieron a actuar en la parte derecha. Contra el Levante, el argentino aportó en izquierda con los apoyos a Langa y Melamed, mientras que fue el madrileño el asignado para caer a ese lado.
Entre las notas positivas, Édgar González fue de los futbolistas más destacados del partido para los unionistas, a pesar de los tres goles en contra. El central ganó 12 de 16 duelos, despejó diez balones, completó seis pases en largo de ocho -con un 95% en el pase-, dio dos pases clave y no fue regateado en todo el partido con ocho entradas exitosas. Quizás, su mejor actuación como rojiblanco desde su llegada hace dos veranos.
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