El Almería firmará en enero un central, un centrocampista y un extremo zurdo

Almería/La Unión Deportiva Almería no se va a quedar de brazos cruzados en la próxima ventana invernal de fichajes. La dirección deportiva, con el visto bueno del cuerpo técnico encabezado por Rubi, tiene ya decidido acudir al mercado para reforzar los puntos débiles que presenta el equipo. El técnico catalán, que en verano decidió tirar adelante con lo que había y la única adquisición de Nico Melamed, en la creencia de que podría sacarle más jugo a muchos de los efectivos que ya tuvo a sus órdenes, ve ahora conveniente incrementar la competencia dado el irregular arranque liguero protagonizado, si bien en las últimas jornadas parece atisbarse una ligera mejoría.

En la actualidad son apenas 20 las fichas profesionales cubiertas, dado que jugadores del filial como Bruno Iribarne, Gui Guedes, Rachad Fettal o Paco Sanz vienen trabajando en dinámica de primer equipo, por lo que hay margen de sobra hasta las 25 que permite la LFP para contratar. El club, además, ha conseguido mejorar el límite de masa salarial tras los recientes anuncios de patrocinio por parte de DAZN y Domino's Pizza, con lo que en principio no habría inconveniente a nivel económico para cumplir con las normas de control financiero establecidas por la patronal.

En su última comparecencia previa a la visita del Córdoba, Rubi ya dejó caer que tenían previsto reforzarse: "Noviembre y diciembre son meses para hacer un esfuerzo en beneficio del grupo. Lo hagamos mejor o peor, un par, tres o cuatro futbolistas tenemos que incorporar en el mercado invernal". Diario de Almería ha podido saber que en concreto la UDA buscará apuntalar tres posiciones de forma prioritaria: eje de la zaga, el centro del campo y el costado izquierdo del ataque. Todo ello sin descartar alguna otra oportunidad que pueda deparar el mercado. En el club están convencidos que si hacen un esfuerzo y aciertan en las adquisiciones el equipo podrá pelear por el objetivo del ascenso en el segundo tramo liguero, aunque tenga que ser por el tortuoso camino del play-off en lugar de por la vía directa como en un principio se estableció.

Hasta la fecha el centro de la retaguardia se ha desvelado como la parcela más débil del equipo pese a contar con una terna de cuatro efectivos, casos de Chumi -el predilecto de Rubi-, Édgar -su hombre comodín-, Kaiky -ha ido de más a menos- y Radovanovic -el serbio no parece acabar de convencerle del todo-. En consonancia con el área deportiva ya es un hecho que van a firmar a un central que aporte experiencia y jerarquía en la demarcación. Hace unas semanas se habló de la posibilidad de traer de vuelta al brasileño Rodrigo Ely, muy del gusto del arquitecto de Vilassar, pero se antoja una operación muy complicada.

La otra conclusión es que se necesita un centrocampista de perfil distinto a los actuales. La recuperación de Robertone para año nuevo será el mejor refuerzo, pero con todo hace falta un jugador que aporte cosas distintas a Baba, Lopy, Gui o Melero, que son el resto de efectivos en la zona ancha que tiene el equipo tras enviar en calidad de cedido al canterano almeriense Marcos Peña al Marbella a finales de agosto. En la dirección deportiva están convencidos de que los problemas defensivos no tienen que ver exclusivamente con la retaguardia, sino con el escaso trabajo de contención que realiza la media, por lo que seguramente se busque algún pivote que aúne sacrificio en la recuperación con una aseada salida de balón.

Lo de firmar un extremo zurdo no es ninguna novedad. La marcha de Largie Ramazani al Leeds United dejó coja esa posición, donde Melamed no tiene recambio, por lo que los técnicos han pedido a un futbolista explosivo que tenga punta de velocidad, aportando desborde por esa banda y llegada a línea de fondo. Eso incrementaría el abanico de posibilidades en ataque, ahora bastante constreñidas a la inspiración de Melamed, que alterna grandes actuaciones con otras bastante grises. En la recámara está la posibilidad de recuperar a Lázaro Vinicius, cedido en el Palmeiras hasta diciembre, pero todo dependerá de si el conjunto brasileño decide ejecutar o no su opción de compra, que en caso de hacerlo reportaría alrededor de 13 millones de euros. Sobre la mesa está también la carta de ampliar la cesión, pero en ese caso la UDA tendría que decidir en función de sus intereses.

Hay aficionados que piden también la llegada de un '9' temiendo que una lesión o un 'resfriado' del Pichichi Luis Suárez acabe constipando a todo el equipo. De momento es una opción que no se contempla, pues Rubi apostó por ir dándole minutos a Rachad, que está respondiendo positivamente, mientras que está el plan B de tirar de Leo Baptistao en esa posición como solución de emergencia (ya ocurrió durante buena parte del curso pasado), sin olvidar que algunos todavía confían en la eclosión de Marezi desde el banquillo, mientras otros dan al espigado ariete serbio por caso perdido.