El Almería busca romper ante el Albacete una mala racha de dos años y medio

Almería/Joan Francesc Ferrer Sicilia, Rubi, lo hizo el último y en sus manos está volver a conseguirlo. Entre medias hasta cuatro técnicos, Vicente Moreno, Alberto Lasarte, Gazika Garitano o Pepe Mel han pasado por el banquillo rojiblanco y fracasaron en el intento de encadenar dos triunfos consecutivos, una mala racha que se prolonga la friolera de dos años y medio, pero tras la victoria a domicilio en Zaragoza el equipo puede romper esa barrera psicológica este jueves (19:00) con motivo de la visita del Albacete.

Desde la campaña del ascenso (2021-2022) el equipo se ha visto impotente de sumar 6 puntos de una tacada. La última ocasión se produjo el 13 de mayo de 2022 cuando los de Rubi se imponían a la Real Sociedad B a domicilio (0-2) y encadenaban un ciclo de cuatro victorias consecutivas, ya que antes habían doblegado a Amorebieta (3-0), Burgos (0-2) y Sporting de Gijón (1-0). Desde entonces han transcurrido 30 meses de sequía, un largo periodo de 88 encuentros disputados, en el que la mayor proeza del conjunto indálico ha sido unir un triunfo con dos igualadas, algo que ocurrió el año de la permanencia en Primera (2022-2023) en dos ocasiones.

Todo empezó a torcerse el curso del descenso, cuando Vicente Moreno apenas pudo rascar dos empates en las siete jornadas que dirigió al equipo, luego estuvo Lasarte como interino en un par de duelos saldados con empate ante el Granada y derrota en Bilbao y la etapa de Garitano tampoco cuajó. La mayor gesta del técnico vasco fue concatenar tres igualadas seguidas ante Athletic (0-0), Granada (1-1) y Atlético de Madrid (2-2) para sumar unos pírricos 7 puntos sobre 57 posibles en las 19 jornadas que estuvo al frente del plantel. Mel maquilló algo las estadísticas en sus 10 duelos al cargo de la nave indálica, obteniendo dos triunfos (Las Palmas y Cádiz) y otros dos empates para un total de 8 puntos de 30 posibles, consumando un descenso que antes de llegar el preparador madrileño ya se daba por certificado.

Por todo esto cobra especial relevancia la visita del Albacete al Juegos Mediterráneos este jueves en jornada internsemanal. Una victoria supondría para el grupo dejar atrás un pesado lastre y dar un paso más hacia la rehabilitación y la normalidad de ganar, empatar y perder para no estancarse en la mentalidad perdedora de los últimos tiempos. Por no hablar de los efectos que doblegar al cuadro manchego podría tener en la tabla clasificatoria. Situarse con 15 puntos tras la undécima jornada permitiría mirar más hacia los zona de play-off que la de descenso y reportaría un chute de moral añadido por un vestuario poco acostumbrado a las alegrías.