Todo queda en el alambre

La vuelta del fútbol ya estaba cogida con pinzas en junio y, con un componente de mala suerte y otro tanto de fallo del protocolo, todo se ha descolgado en el tramo final liguero. Los desgraciados contagios del Fuenlabrada pararon todo y a ellos le han seguido uno en el Zaragoza y dos en el Almería, que dejan todo demasiado desequilibrado de un alambre que se balancea.

De momento todo queda en espera de que haya una nueva ronda de test entre la plantilla, que previsiblemente será hoy por la mañana. La forma de actuar será la misma de la otra vez: si no hay brote, si se confirma que sólo es un positivo, quedará aislado y el grupo tendrá que entrenar nuevamente bajo estrictas medidas de seguridad.

Lo cierto es que vuelve a ser un varapalo anímico y en la estrategia de preparación del partido ante el Girona del próximo jueves 13 de agosto. Falta algo más de una semana para que arranque esa eliminatoria y ahora serán los test y los organismos competentes los que digan qué hay que hacer. La situación cada vez es más compleja y quedan menos fechas. La opción de realizar una burbuja y jugar a un solo partido en una zona neutral vuelve a coger fuerza.

De hecho fue la primera idea que manejó LaLiga, concentrar a todos los equipos para la disputa de lo que faltaba de competición desde junio, pero los futbolistas se opusieron frontalmente. Hoy por hoy, viendo lo poco que falta y el carisma que está cogiendo la cosa en toda España, parece la única opción segura para no estar cada día entre la espalda y la pared.

Se contempla esta burbuja, el Zaragoza que pide que se finalice la competición y que suba el tercero, es decir ellos mismos, las redes sociales rojiblancas han sucumbido al pesimismo y creen que lo mejor es que el Almería dé un paso al lado... De momento todo son conjeturas y el coronavirus ha demostrado que hay que ir día a día. Hoy los test dirán cómo está el mapa epidemiológico en el conjunto rojiblanco y a partir de ahí se deben tomar rápidas medidas.