La afición del Almería solo ha visto dos victorias de su equipo en casa en dieciséis meses

Almería/En Almería no llueve mucho, pero cuando lo hace suele ser sobre mojado. Es lo que le está ocurriendo al máximo exponente futbolístico de la ciudad, que esta temporada todavía no ha sido capaz de brindarle un triunfo a su sufrida afición, igualando ante Sporting de Gijón (1-1) y Eibar (2-2) y cayendo con estrépito frente al Castellón (2-5). En el duelo con el conjunto vasco los de Rubi experimentaron una ligera mejoría y muchos dan por buena la igualada tras remontar un 0-2 adverso porque al equipo se le vio un atisbo de reacción, pero el técnico catalán es consciente de que tiene mucho camino que recorrer para recuperar anímicamente a un vestuario con buena parte de sus componentes desmoralizados.

Los seguidores no le dieron la espalda al equipo este verano pese a un dato que sigue arrastrándose y produce escalofríos: en dieciséis meses los indálicos solo han sido capaces de sumar dos victorias caseras. La primera fue en la anterior etapa de Rubi en el banquillo, un 20 de mayo de 2023, cuando un triplete de Lázaro Vinicius sirvió para doblegar al Real Mallorca y asentar entonces la permanencia, pues era la jornada 35ª y apenas faltaban tres para el término de la competición. La salvación finalmente llegaría de forma milagrosa en la última jornada con un penalti convertido por Embarba en la recta final del encuentro disputado en el feudo de un Espanyol ya descendido. Fernando, Pozo, Centelles, Robertone, Melero y Suárez formaron aquel día como titulares y continúan hoy.

El último triunfo casero llegó en la última jornada del curso pasado (38ª) con Pepe Mel en el banquillo y un rival ya descendido también, como era el Cádiz, que vino a Almería de vacaciones anticipadas. El duelo se disputó un 25 de mayo, poco más de un año después de la anterior victoria, y concluyó con un inconcluyente 6-1 a favor de los locales gracias a un doblete de Luis Suárez, otro firmado por Arribas, un gol de Melero y otro de Zaldua en propia puerta. La goleada sirvió para maquillar la estadística, no acabar como colistas de la categoría e ingresar de paso unos euros más a la cuenta. Hasta nueve futbolistas de aquel once inicial dispuesto por Mel siguen en la UDA: Fernando, Pubill, Édgar, Chumi, Radovanovic, Langa, Robertone, Baptistao y Suárez.

Pese a que el equipo no acaba de arrancar, Rubi mantiene el optimismo y tras el duelo contra el Eibar reiteraba en sala de prensa que no se baja del barco de la pelea por el ascenso. Hay un precedente muy reciente que podría darle la razón y tiene que ver con las posiciones del Real Valladolid, que ascendió por la vía directa, y el propio conjunto eibarrés, que disputó la promoción a Primera, el curso pasado. Tras la disputa de las seis primeras jornadas el cuadro vallisoletano ocupaba la 16ª plaza de la tabla con 7 puntos, uno más de los que actualmente acumulan los almerienses, mientras que el Eibar era 17º con 6, los mismos que la UDA. El Zaragoza lideraba con 16 dígitos y acabó luchando por la permanencia. Segunda División es una montaña rusa muy larga que suele premiar a los equipos de aire maratoniano y no tanto a los velocistas. Es el clavo al que habrá que aferrarse en las próximas jornadas, al menos hasta la siguiente bofetada de realidad.