UNIÓN, el fin de las siglas del fútbol almeriense

Fútbol I Derbi almeriense

Manolo García y Onofre Díaz, exdirectivos de CF y Poli, son hoy inseparables en las gradas del filial

Manolo García y Onofre Díaz sujetan unas bufandas de Poli Almería y Almería CF.
Manolo García y Onofre Díaz sujetan unas bufandas de Poli Almería y Almería CF.

“Mientras el Poli estuvo vivo, lo apoyé con todo mi corazón, con toda mi alma. Cumplí mi palabra de aportar todo lo que pude [sólo su familia sabe cuánto dinero le costó aquella fidelidad al pantalón azul; como es normal, no lo desvela ni se le pregunta en este reportaje]. Los directivos hicimos un enorme esfuerzo enorme, por eso me dolía en el alma cuando por la calle me llamaban traidor tras la fusión. Es que creía y sigo creyendo que era la única salvación para el fútbol almeriense”.

Son palabas de Onofre Díaz, exdirectivo del Poli como bien se intuye. Por fortuna, el tiempo ha llevado a cabo su proceso de cicatrización, porque si no sería capaz de derrumbarse a llorar. Manolo García, exdirectivo del otro club capitalino de entonces, lo escucha y nota cómo un escalofrío de sentimiento por su amigo [nunca rival, ni antes de la unión] le hace dar un respingo en el asiento.

¿Judas por pensar que más sumaban dos aficiones unidas que enfrentadas? “Dentro de las directivas, había gente con sentimientos encontrados, pero yo era de ésas personas que tenía muchos amigos en el Poli Almería. Es más, antes de algún que otro derbi, tomaba café con Gómez Pomares, las relaciones humanas son más importantes que las rivalidades deportivas. Los dos clubes queríamos lo mismo: lo mejor para Almería, cada uno de nuestra forma. Disfrutamos mucha aquellos años, pero yo también creo que la UDA trajo una ilusión increíble a toda la ciudad”, indica Manolo García con ese verbo fácil que le caracteriza.

Ambos van a estar el domingo en la Ciudad Deportiva de Viator. Como están cada fin de semana viendo al filial de la UDA, en el duro cemento del anexo. No se les caen los anillos los fines de semana en el grupo IX de Tercera División. Disfrutan viendo al Almería en la Liga de Fútbol Profesional, de donde no ha salido desde que se unificaron las siglas anteriores, pero su pasión es el fútbol modesto. Su presencia es más importante donde hay más ilusión que dinero. Por eso fueron fieles a Poli y CF en los duros años de Segunda División B... o Tercera.

Manolo García

"¿Veinte años del último derbi? Ambos clubes queríamos hacer grande a Almería”

“¿Veinte años han pasado ya desde el último derbi? Se me vienen muchos recuerdos de aquellos partidos. Ahora veo que en ese tiempo nuestro fútbol estaba dormido, teníamos un gran potencial y lo demostramos desde la unión. Las directivas nos dimos cuenta que era lo mejor, el día que se presentó a la UDA fue el más feliz de mi vida deportiva”, reconoce Manolo García mientras sostiene el descafeinado en la mano, como haría con Pomares años ha, para calmar los nervios antes del derbi.

Onofre también recuerda aquellos partidos con un cariño sin parangón. “Es cierto que había mucha rivalidad, que los partidos se vivían con mucha intensidad. Eran alrededor de dos mil aficionados fieles a cada club, que vivían los partidos con gran sentimiento. El fútbol lo llevábamos en la sangre”, y lo siguen llevando, aunque a cualquiera que haya disfrutado de aquella época, se le va la vista atrás y reviven los recuerdos como si ayer mismo hubieran pasado.

Una bufanda de la UDA, entrelazada con las del Poli y CF.
Una bufanda de la UDA, entrelazada con las del Poli y CF.

Ambos están orgullosos de su pasado y de su presente. Eso sí, saben que aquel 10 de junio de 2001 no todas las heridas se cerraron como las suyas. Son conscientes y lo afrontan con la seguridad de que la Unión Deportiva Almería ha cumplido con el papel reconciliador que se le asignó. “Todos, repito, todos estábamos convencidos de que la fusión iba a enterrar las hachas de guerra, pero no ha sido así. Cuando se produjo todo el proceso de la fusión, por un error burocrático se dejó fuera a Nicolás Uclés, exdelegado de la Federación Almeriense de Fútbol, que había participado mucho en aquello. Él se sintió decepcionado y dijo que se habían equivocado”, aclara Manolo García, mientras toma aire para seguir: “Ahora ha vuelto a salir el Poli Almería y tiene todo su derecho a hacerlo. Es más, creo que lo está haciendo muy bien el sénior y el trabajo con el fútbol de cantera está siendo fenomenal. De corazón digo que un club que coja a niños y los forme en sus bases es para admirar”.

Onofre Díaz

"Mientras existió, lo apoyé con todo mi corazón. Cumplí con mi palabra de aportar todo lo que pude”

Deseoso de coger el capote de Manolo, Onofre no da tiempo para realizar la siguiente pregunta y se lanza a piropear al nuevo club, que fue de sus amores el siglo pasado. No lo hace por peloteo, ni para que ahora le reconozcan algo que le negaron en los años posteriores a 2001. Lo hace porque lo siente, porque está orgulloso de haber luchado por el nombre de Almería, más allá de un escudo o de un color de un pantalón. “Va a ser un domingo muy especial para mí. En mi casa tengo muchos recuerdos del Poli, quise y sigo queriendo lo mejor para el club. Le deseo lo mejor al nuevo proyecto. Como dice Manolo, que trabajen mucho, sobre todo por la cantera y el fútbol base”.

Onofre y Manolo son sólo dos personas de las muchas que pusieron todo lo que tenían, desde lo metálico hasta lo humano, por el fútbol almeriense. Pero hay muchas más y ellos quisieron recordar a dos que ahora animan desde el cielo: “Nos acordamos mucho de Pepe Guijarro y Rogelio Hidalgo, fueron personas maravillosas. Sin ellas, a saber qué sería hoy de nuestro fútbol”.

Manolo y Onofre

"Los directivos de ambos clubes éramos amigos, sabíamos que la unión era la única salida”

Pago de los cafés, abrazos de despedida y horario para quedar el domingo antes de irse en el mismo coche hacia Viator. Como hacen en tantos desplazamientos del filial rojiblanco. Minutos después del adiós al reportero, un mensaje de Manolo García para agradecer al loco del balón que le transmitió su locura hace muchos años: “Mi llegada al fútbol fue gracias a Guillermo Blanes. De él aprendí muchas cosas, es un maestro y en estos treinta años años de directivo, las he compartido muchas veces”.

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