Sadiq, el primer defensa rojiblanco
UD ALMERÍA | EL ACTA DE VIVANCOS
No solo es el marcador final del partido, sino las sensaciones que infunde un equipo de Rubi al que, a diferencia de las dos anteriores temporadas, no le crean ocasiones de peligro

Almería/El fútbol y las matemáticas son mundos opuestos, antagónicos. A veces es difícil de explicar el porqué de la frustración por un trabajo bien hecho y un marcador final adverso, porque los preceptos bien ejecutados no siempre obtienen el resultado deseado. Pero a la postre, el orden y la disciplina al final confluyen en un mismo punto, el del éxito. Más allá de las individualidades, un conjunto bien estructurado desde la pretemporada, como esta UDA, está dando los primeros chispazos en forma de resultados positivos. No solo es el marcador final, sino las sensaciones que infunde un equipo al que, a diferencia de las dos anteriores temporadas, no le crean ocasiones de peligro. Y si no, que alguien enumere las veces que ante el Oviedo Fernando tuvo que intervenir decisivamente. Es más, ni Cartagena ni Oviedo les crearon a la UDA ocasión alguna en jugada, tan solo a balón parado se encajaron dos tantos, aspecto por cierto que habrá que mejorar, porque la única ocasión de la que dispuso el Oviedo en el resto del choque, también llegó de la misma manera.
Estar presenciando el partido ante los carbayones y, pese a la mínima ventaja, tener la tranquilidad de que el resultado final estaba casi atado, no tiene precio. Esa sensación no la tenía desde aquella racha con portería a cero en la temporada del debut de la UDA en Primera con Unai Emery. Si a todo ello se le añade el ingenio y la brillantez individual de ciertos futbolistas, miel sobre hojuelas. Lo de Ramazani se veía venir desde la anterior campaña, pero el futbolista belga acababa de aterrizar en un nuevo club, rebosante de juventud y con demasiados vaivenes hacia su persona desde la parcela deportiva. Ahora todo ha cambiado, y el menudo delantero ya despliega toda su magia al amparo de un técnico que confía en él ciegamente y de una estructura de equipo sobre el terreno de juego que le hace sentirse aún más seguro de sí mismo. Además, el triangulo diseñado por Rubi en el centro del campo está siendo clave en la búsqueda de la referida seguridad defensiva, porque sin esa muralla, que en realidad comienza en Sadiq, primer delantero, de poco sirve contar con los mejores centrales del mundo, los cuales no podrían parar las embestidas del rival si éste llega con facilidad a las inmediaciones del área rojiblanca. Mérito extra el técnico catalán, que está sabiendo explotar la valía de Iván Martos como central frente a su clásica posición en el lateral.
Samú, Akieme, Sadiq o el renacido Lazo también están demostrando que la continuidad de un proyecto suma más que resta. Las nuevas incorporaciones comienzan a aportar su granito de arena, sobre todo Curro, que está demostrando su categoría. Ojo a Appiah, al que se le ve suelto, apuntando muy buenas maneras, como a Portillo o a Robles, en su pasado debut. Nieto, que fue de menos a más, debe aplicarse en el juego aéreo. De hecho, el tanto ovetense y la única oportunidad del rival, vinieron por su zona al no disputar sendos balones aéreos. En espera de la llegada de los refuerzos que se necesitan en determinadas zonas (la temporada en Segunda es demasiado larga), hay que disfrutar del liderato y sobre todo de la seguridad que transmite el nuevo conjunto de Rubi.
También te puede interesar
Lo último