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UD Almería
Almería/¿Cómo están los ánimos tras el frenazo contra el Oviedo?
-Bien, al día siguiente del partido estábamos un poco tristes y desanimados pero tenemos otra oportunidad de demostrar que estamos ahí y tenemos las mismas ganas e ilusión que siempre. Seguimos a seis puntos aunque queda un partido menos y vamos a seguir intentándolo.
La meta ahora pasa por reducir distancias...
-Sabemos lo complicado que es porque el margen de error cada vez es menor. Pelear a estas alturas por eso tiene que reconfortar al entorno, es algo bonito sin que suponga ninguna presión. Tampoco hay que hacer cálculos de si se puede fallar o no, es ver más allá de lo presente, que es el Lugo y se juega la vida. Habrá enfrentamientos directos e intentaremos acercarnos con la misma línea de trabajo.
¿Al Lugo pueden temblarle las piernas?
-En su casa son conscientes de lo que se juegan y que es el momento de dar un paso al frente e intentarán pasar por encima nuestra metiéndole intensidad. Intentaremos contrarrestarlo sabiendo que no tenemos esa necesidad, como pasó en Tenerife, que les pudo la ansiedad.
¿Prefiere disfrutar más del momento?
-En todos los sitios pasa que cuando te ves cerca de algo bonito que todos desean es normal que se quiera apretar e ir hacia arriba, pero la situación es cómoda debido al trabajo realizado. Es para disfrutar cada partido sin que suponga esa ansiedad de tener que ganar sí o sí para no perder distancia con los de arriba. Si hacemos las cosas como hasta ahora podemos demostrar la capacidad del equipo.
El margen de error ya es exiguo...
-No hago esos cálculos ni miro mucho los enfrentamientos de los rivales. En agosto la situación de la plantilla era bien diferente a lo que vivimos ahora y hay que darle valor al crecimiento de club, plantilla y entorno. Miramos de reojo a lo de arriba, que tienen que pinchar, pero es para estar contentos y si llegamos al final con esa mínima opción apretaremos.
¿Cómo valora la situación del Lugo?
-El Lugo tiene una situación límite al estar en descenso. Juegan en casa y no pueden fallar. Sabemos lo que tenemos que hacer, contrarrestar esa intensidad que sacarán y controlar el partido.
¿A falta de seis jornadas tiene ya claro su futuro?
-No, la verdad que sigo igual. No sé nada nuevo y hasta que acabe la competición va a ser así.
¿Cómo definiría la temporada a nivel personal?
-Estoy muy contento, como la plantilla al empezar poca gente pensaba que estaríamos en esta situación y todos hemos crecido mucho. El cuerpo técnico, el club, el vestuario y el entorno me ha dado una confianza de diez y eso favorece el crecimiento del jugador. Podía aportar cosas al equipo y estoy contento con la línea. Me pongo un notable, igual que el equipo. Entrar al play-off sería de matrícula. Si seguimos en esta línea de imagen y te quedas a las puertas también sería de sobresaliente, pero los resultados mandan y la clasificación te pone en el lugar que te mereces. Al acabar veremos la nota final.
¿Cree que se ha valorado lo suficiente lo que ha hecho este plantel?
-Creo que a nivel interno creo que sí. Era un proyecto con 17 caras nuevas y ciertas dudas en los primeros partidos, en los que no teníamos esa seguridad ni empaque actual. Supieron darnos tiempo y la gente lo ve. Cuando las cosas van bien y peleas por algo diferente a lo de los últimos años se entiende que se exija para disfrutar de otra cosa.
¿El Anxo Carro es un campo especial?
-Creo que nunca gané ahí. Es pequeño y la grada está muy cerca del campo, aprieta mucho. Se caracterizan por sacar buenos resultados en su campo, pero hemos demostrado regularidad tanto en casa como fuera y vamos con tranquilidad. Hay que demostrar que nos estamos jugando algo porque allí pensarán que no es así. Seguro que vamos a dar la talla.
¿Hasta qué punto va a echar de menos que se rompa esa sociedad que ha formado con Álvaro Giménez?
-A él también le están saliendo muy bien las cosas, pero en el fútbol hay muchos cambios. Por eso es bueno disfrutar del momento y de la solidez de este equipo. Estamos teniendo una regularidad que antes no habíamos tenido y al final de temporada ya se verá, pero en el fútbol el cambio es una tónica.
La UD Almería ha retomado esta mañana en el anexo Mediterráneo los entrenamientos para enfocar ya el duelo del domingo (12:00 horas) en el Anxo Carro de Lugo y lo ha hecho con las ausencias de Álvaro Giménez y Juanjo Narváez, que acabaron tocados ante el Real Oviedo y no han participado para trabajar en su recuperación. El colombiano sufrió un fuerte golpe en la espalda que provocó su retirada cuando acababa de entrar al campo, mientras que el ariete ilicitano acabó también con numerosas contusiones derivadas de la dureza con la que se empleó el conjunto carbayón.
Otro que no acaba de superar las molestias en el tobillo es Luis Rioja, que inició el entrenamiento junto al resto del grupo pero pronto se apartó para continuar al margen. La sesión estuvo dirigida por Jesús Muñoz, segundo de Fran Fernández, al contar el técnico almeriense con permiso del club por unos asuntos personales. El miércoles, festividad del trabajador, está previsto que el plantel se ejercite a puerta cerrada en el interior del Estadio Mediterráneo.
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