Antonio Lao
Día de la Provincia, algo más que medallas
UD ALMERÍA
Almería/Antepenúltima jornada de liga. El Almería llegaba a Anoeta a cuatro puntos de la salvación a falta de tres partidos y después de ganar al RCD Mallorca en casa con un hat-trick de Lázaro Vinicius. En caso de vencer y que Real Valladolid perdiese su encuentro o que el Getafe no ganase, el conjunto de Rubi era equipo de Primera División.
Luis Suárez, que había llegado en el mercado invernal, fue el encargado de liderar el ataque en la segunda vuelta tras la baja de El Bilal Touré. El de Santa Marta, más allá de sus cuatro goles, se convirtió en la referencia de un equipo que siempre encontró soluciones con el colombiano en el terreno de juego. Evidentemente, el nueve partió como titular aquel día.
Sin embargo, en el minuto 36 de la primera parte y con cero a cero, una dura entrada a Robin Le Normand revisada en la sala VOR fue castigada con una tarjeta roja. Luis Suárez, visiblemente enfadado, la pagó con la pantalla del VAR, la cual empujó y acabó en el suelo. Una imagen que fue una de las instantáneas de la jornada y que conllevó una sanción de dos partidos, justamente los que quedaban para la finalización del campeonato.
Para entender esta decisión del Comité, hay que recordar que González Fuertes dejó reflejada esta circunstancia en su acta. Sin ese apunte, Luis Suárez podría haber estado disponible para, a la postre, la decisiva cita contra el Espanyol. Esta temporada ocurrió lo mismo con Iago Aspas, pero Hernández Hernández no consideró necesario apuntar este hecho en el acta del partido de los gallegos.
¿Qué pasó a partir de esa expulsión? El Almería acabó cayendo contra la Real Sociedad tras un gol de Kubo al filo del descanso. En la siguiente jornada, contra el Real Valladolid, Dyego Sousa tuvo que ejercer de nueve debido a las bajas de Luis Suárez y El Bilal Touré, que encaraba su recta final para regresar. Con el atacante portugués de boya, los rojiblancos se quedaron sin marcar en otra oportunidad perdida para sellar la salvación.
En el RCDE Stadium y contra un Espanyol descendido, Rubi arriesgó con El Bilal Touré de inicio. El maliense respondió con un gol de cabeza en los primeros compases de partido y el cuadro almeriense acabó salvándose en los últimos minutos con el recordado penalti de Adri Embarba.
Mientras que El Bilal Touréacabó siendo vendido a la Atalanta por unos 30 millones de euros, Luis Suárez acabó pasando a ser propiedad del Almería tras abonar ocho ‘kilos’. El colombiano volvió a ser imprescindible en el inicio de la temporada y, el día que acabó de completar su mejor actuación como indálico, el delantero sufrió una fractura incompleta del peroné de su pierna izquierda.
Una recuperación que no fue positiva y que acarreó su paso nuevamente por el quirófano para perderse todo el curso. Ahora, en el regreso del Almería a Anoeta prácticamente un año después, el que podría tener minutos es Ibrahima Koné, que también ha vivido un calvario con su lesión de tobillo. En un equipo que ha vivido una pesadilla en la delantera esta temporada, Luis Suárez nos dejó una de las estampas más controvertidas de los últimos años en clave UDA en el escenario en el que jugará este domingo el cuadro de Pepe Mel.
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