Hacer posible lo imposible

El acta de Vivancos

¿Es la categoría de estos jugadores la que les ha llevado a un cambio tan brusco, o es por la disposición de un bloque comandado por su técnico?

De la Hoz se lanza al suelo.
De la Hoz se lanza al suelo.
Ramón Gómez Vivancos

23 de marzo 2019 - 00:30

Cada jornada se engrandece la figura de Fran Fernández. Al menos así lo percibe un servidor. Jugadores que hace justo un año competían en Segunda B en Villanovense, o incluso en Tercera en Loja (todos mis respetos para ambos clubes), anoche se fajaban sin complejos en un escenario en el que precisamente hace casi un año Messi y compañía se proclamaron campeones de liga. Imposible vaticinar para más de uno que de Loja iba a pasar a jugar donde pisaba el terreno el astro argentino. No ha sido el supuesto crecimiento de un jugador, sino el de varios de ellos que han entrado de lleno en la élite futbolística. Sin embargo cabe hacerse la pregunta que surge cada semana, ¿es la categoría de estos jugadores la que les ha llevado a un cambio tan brusco, o es por la disposición de un bloque comandado por su técnico? Puede que parte de la respuesta la tengamos en el choque que nos mostró la UDA en Riazor. Un Almería en varias fases superior a su rival, con fuerza, pero que en los momentos clave no terminó de rematar la faena. Y no me refiero solo a las ocasiones marradas, en este caso por Corpas, sino a ciertas decisiones que antecedieron a varias jugadas ofensivas. Destaco este aspecto porque el Deportivo también desperdició varias oportunidades y se supone que es un conjunto con mayor calidad a la hora de resolver. El quid de la cuestión puede estar en el esquema que FF ha logrado armar, muy superior al de incluso varios gallitos de la categoría, tanto en el aspecto táctico como en el físico, mientras que la calidad de cada integrante de la plantilla rojiblanca quizá deje bastante que desear. No conviene centrarse solo en la finalización, sino en otros detalles que demuestran la superioridad táctica de FF sobre la individual de sus propios jugadores. Si además del mérito y el esfuerzo de Corpas, como de cualquier otro compañero que llegó de las catacumbas, exigimos al extremo jienense que compita y finalice como lo hacía ante el Villanovense, es que querríamos pilotar un avión con carné de conducir. Y eso no es posible.

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