Guti, el revolucionario
UD Almería 2-0 CD Numancia I Contracrónica
Ataque de entrenador del madrileño, que transforma al equipo aburrido de las últimas jornadas en otro atrevido y práctico
Las legañas todavía poblaban los ojos de los aficionados a los que se les alargaron las tapas del sábado por la noche. Hubo que frotarlas y quitárselas antes de sentarse en sus respectivos asientos para ver que era realidad la revolución que Guti había diseñado para recibir al Numancia en busca de la primera victoria. Sorprendidos y expectantes, con la mano haciendo de visera para protegerse del sol que ayer volvió a lucir con rabia después del vendaval y la necesaria lluvia de esta semana, los hinchas demandaban una alegría que volviera a subir el ánimo.
Y ésta llegó. Sin hacer un juego que enamorase a los más puristas del balonmpié, el Almería fue un equipo serio, práctico y vertical que golpeó al Numancia en los momentos precisos. Atrás quedó el equipo aburrido, eminentemente horizontal, que tenía la posesión por tenerla en campo propio y que se hacía un lío cuando el rival lo presionaba. Sí que tiene jugadores el conjunto rojiblanco para jugar mejor, pero ni está ahora mismo el plantel en el nivel de confianza que necesita ni la categoría ahora mismo te exige plagiar el mejor estilo guardiolista. Por eso no hay que hacer asco a la serie de empates conseguidos hasta ahora. Es cierto que han bajado el altísimo ritmo que llevaban los rojiblancos, pero se encuentra en la pomada de la tabla, teniendo claro sobre todo, que la racha del Cádiz se da una vez cada muchas temporadas.
A Guti le falta todavía mucho como entrenador. Está verde, como muchos de sus jugadores, pero ayer demostró ser inteligente y no inmovilista. A un hombre de su carácter y de su trayectoria en el fútbol profesional no le tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones y ante el Numancia se jugó todo al 15 y acertó. Desde que terminó el partido en el Martínez Valero, el míster ya había enviado varios mensajes que intuían cambios. Quizás no la revolución que se produjo, pero sí que dejaba entrever que estaba pensando en remover a los titulares.
El cambio fue tan grande e inesperado, que cogió al Numancia en bragas. Así llegó el primer tanto a los 2 minutos, así llegó el segundo mediada la primera parte y así se hizo merecedor el Almería de la victoria hasta el descanso. Tras éste, fue otro cantar, pero eso también estaba diseñado en la libreta del de Torrejón de Ardoz.
En la portería llegó el primer cambio, el centro de la defensa también fue inédito y arriba iba a apostar por dos hombres de ataque que se compenetran bastante bien. Juan Muñoz pone la calidad y Darwin la fuerza; el uruguayo atrae más a los rivales y es más contundente en la carrera, algo que aprovecha a las mil maravillas el sevillano para jugar entre líneas, uno de los debes del equipo hasta ayer. Principalmente sorprendieron los cambios atrás, de los que Guti tiró de tópico para explicar: “Escojo a los que mejor están”. La entrada de Fernando e incrustar a De la Hoz en defensa tienen pinta de deberse al gusto del técnico madrileño por sacar el balón jugador desde atrás. Es cierto que el Almería estaba teniendo muchos problemas ante la presión rival, ayer el Numancia no exigió demasiado en la primera parte, pero por lo menos el conjunto indálico no fue la máquina de perder balones que desesperaba en los últimos encuentros.
Todo salió a pedir de boca gracias a que el equipo se adelantó cuando las últimas legañas de los ojos de los aficionados estaban dejando libre sus lagrimales. No hay que restar un ápice de mérito, el penalti del 1-0 llega por un comienzo donde brilló la concentración y una presión ordenada. El lanzamiento de Vada bien refleja lo que es una Segunda División en la que hay que jugar como lo hicieron los rojiblancos: más de un sonido gutural se escapó mientras el balón se paseaba por la línea de gol, hasta que finalmente entró.
Cuando uno encauza bien su trabajo, todo es más sencillo. La confianza se dispara y la pierna tiembla menos a la hora de dar el pase. Además, se veía al equipo con las ideas claras y ambicioso. La potencia de Darwin también estaba aculando a un Numancia superado. El equipo de Carrión estaba cometiendo los mismo errores que hasta ahora el Almería y la calidad rojiblanca se estaba imponiendo con relativa sencillez. El principal arma almeriense de las primeras jornadas, el contraataque, ayer volvía a ser efectivo y esa rapidez en la salida de balón, muy bien canalizado por Vada, estaba creciendo al equipo. El 2-0 tenía que llegar porque la calidad, cuando se junta con la confianza, es un cóctel infranqueable. Lazo remachó una gran jugada colectiva, de las que se estudian en la escuela de entrenadores.
Con el descanso, llegó también la relajación humana que comete cualquier equipo cuando el marcador le es favorable. El balón, tras el pitido inicial de la segunda parte, fue del Numancia, pero durante el grueso de los 45 minutos, en zonas de no peligro. El VAR echó una mano para anular el tanto de Guillermo que habría metido al Numancia en el partido, en el único despiste defensivo al dormise Iván Martos en un balón colgado, pero para eso está. Petrovic también fue solidario y vio la roja para cortar una internada de Higinio por pleno corazón de la zaga.
La fiesta no fue completa porque el partido demandaba la puntilla. No llegó, al equipo todavía no le duran las fuerzas 90 minutos y el esfuerzo se pagó con sustos físicos de Balliu, Vada y Lazo. Mejor no volver a rozar la excelencia y sí remangarse la camiseta para coger el pico y la pala.
Nombres propios
Vada: Guti necesita a Vada en el once titular y Vada necesita que el físico le respete. Es un tipo de futbolista con una calidad tremenda, que necesita estar fino para aguantar el tremendo ritmo de esta categoría. Por desgracia, está un punto por debajo, le ha faltado continuidad por las lesiones y eso lo están pagando él y el equipo. Ayer se jugó a su ritmo, vio muy bien los espacios y asistió en las carreras a los atacantes. Volvió a acabar con unas molestias atrás que tienen pinta de volver a frenarlo.
Fernando: Cada vez que juega, sobre todo porque lo hace poco, hay que decir lo mismo: un profesional como la copa de un pino. Difícil sentar a René, pero Guti lo hizo ayer y el murciano realizó un partido serio y brilló por su seguridad. Juega muy bien con los pies, otro punto a su favor, y es tan felino de reflejos como el gaditano.
De la Hoz: Es un seguro de vida y lo va a hacer bien juegue donde juegue. Más o menos como Fernando. Fue una de las apuestas de Guti al situarlo como central y lo cierto es que el equipo lo agradeció al sacar el balón. Posiblemente hubiera sufrido si el Numancia, como hizo al final, hubiera colgado más balones.
Appiah: Al inglés hay que buscarle una cesión en el mercado de invierno para no cortarle su crecimiento. Necesita minutos y ahora mismo en el Almería no los va a tener. Entró ansioso, quiere hacer más de lo que debe y se notó en el remate que falló. Terminó en el lateral y ahí sí que lo hizo bien.
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