Esperanza en retener a Álvaro Giménez y Juan Carlos Real
UD Almería
El club confía en que primen la suculenta oferta de Alfonso García en caso de no surgirles ninguna propuesta atractiva en Primera
El cuarto central, a la espera de lo que decida hacer Saveljich
Almería/En el seno del club nadie lo airea públicamente, pero de forma interna no son pocos los que albergan la esperanza de que Juan Carlos Real y Álvaro Giménez puedan prolongar su etapa como rojiblancos. Cada día que pasa sin que se anuncie un nuevo destino para ambos se considera un pequeño triunfo.
Todos saben que si un Primera entra en liza el Almería no tendrá nada que hacer, pero se confía mucho en la suculenta oferta que Alfonso García les ha hecho llegar a los dos en el caso de que decidan comandar el plantel durante el curso que arranca el próximo 17 de agosto.
La dirección deportiva ha reiterado en numerosas ocasiones que, al igual que ocurriera antes con Ibiza, el Almería “está en la pelea”, y no se trata solo de palabras, esta vez vienen respaldadas con hechos. Según ha podido saber Diario de Almería a Juan Carlos se le ha ofrecido una sustancial mejora salarial, acorde al papel de cerebro del equipo que desempeñó el curso pasado, así como facilidades para ser traspasado en caso de que un Primera llamara a su puerta.
El interés que mostró en su día el Granada parece haberse disipado y aunque Pedro Bravo, su representante, lo colocaba hace unos días en el fútbol extranjero, lo realidad es que Juan Carlos no está muy por la labor de exiliarse nuevamente porque recuerda lo que le costó adaptarse al fútbol rumano cuando firmó por el Cluj.
Del Deportivo de la Coruña, club en el que se formó, es el otro firme aspirante a hacerse con sus servicios en la categoría de plata. Juan Carlos es coruñés y se formó en el conjunto herculino, pero a su agente no acaba de convencerle la propuesta económica que le han trasladado, considerando que no han hecho todo el esfuerzo que está a su alcance. Esos síntomas acercarían cada vez más su regreso, pero nadie quiere ilusionarse de antemano sabiendo que si algún Primera se encapricha no habría forma de competir ni deportiva ni económicamente.
En parecida tesitura se encuentra su amigo Álvaro Giménez, con la salvedad de tener un otro año de contrato, por lo que es uno más en los entrenamientos de pretemporada. Mientras veraneaba en las Bahamas surgió el supuesto interés del Eibar. Se habló incluso de tres años de contrato y otro opcional, pero finalmente el cuadro armero se decantó por el exrojiblanco Quique González. Al parecer valoraron la regularidad goleadora del vallisoletano, ya que al margen de su irrupción como Pichichi, el ilicitano nunca antes había superado la decena de goles al año y eso juega en su contra.
Su baja cláusula de rescisión, apenas 1’5 millones, también provoca que en caso abrirse hueco en cualquier plantel de Primera por una lesión, puedan arrebatárselo sin pestañear. Pero el club confía también en su oferta de renovación al alza, no en vano el ahorro en las fichas de Trujillo, Nano y Caballero lo permite.
Y luego está el caso de Saveljich, más complicado al restarle un año de contrato con el Levante, pero que tampoco se da por perdido hasta que avance el mercado. Por eso de momento no se cubre la cuarta plaza de central, fiándose de la polivalencia de Nkaka.
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