Casuco: "Entrenábamos en Pechina y corríamos por los campos de la Legión en Viator"
UD Almería I Entrevista a Juan Martínez 'Casuco' (exentrenador del Almería)
El Almería de hace dos décadas, con pocos recursos económicos y con las instalaciones pre 2005, se puso en manos del murciano para alcanzar, y no soltar desde entonces, la Liga de Fútbol Profesional
Permanencias milagrosas y un ascenso a Segunda en una promoción ante tres transatláticos, que hace que el partido del domingo en Leganés parezca un viaje de placer
La afición del Almería prepara previa, marea, 'busiana' e himno a capella para Leganés
En mitad de la infancia de la Unión Deportiva Almería, cuando el club se debatía entre coger el camino correcto (LFP) o el equivocado (descenso a Tercera), llegó a la clase rojiblanca el mejor maestro posible. Amable, motivador, de fútbol ofensivo y elegante. Tanto en sus declaraciones como cuando dirigía al equipo desde el banquillo, con un traje impoluto. Logró la salvación en Segunda B el año de la fusión Poli-CF, recién nacida la UDA la metió en Segunda División, la mantuvo y como el balompié es así de desagradecido, se marchó por la poca paciencia con los resultados adversos de Alfonso García.
Eso sí, había cultivado un cariño entre los aficionados que aún perdura y las semillas que él plantó a principios de siglo han germinado en veinte temporadas consecutivas en la LFP. Ahí es nada. Veinte años (un mes menos para ser exactos) se van a cumplir el próximo domingo 29 de mayo, cuando su Almería se juegue nuevamente el ascenso a Primera.
La primera piedra deportiva de este proyecto que ojalá el domingo duerma en Primera, la puso Casuco en Segunda B.
Una llamada de Guillermo Blanes me convenció para hacerme cargo de un equipo que vivía una situación deportiva difícil recién realizada la fusión, la gran obra de Juan Rojas, al que no llegué a conocer. Estábamos en la cola, un descenso podía acabar nuevamente con el fútbol en Almería, era muchísima responsabilidad. Teníamos la base de futbolistas del Almería Club de Fútbol e incorporamos a gente del Poli Almería. Empezamos a entrenar con seriedad, prácticamente sin campos para trabajar. Nos íbamos al de Pechina, a correr a Viator por los campos del ejército... Pero poco a poco fuimos creciendo, creyendo y logramos la salvación.
29 de junio de 2002. ¿Le suena?
Uffff, son muchos años [risas]. Gracias a Dios, ése fue el inicio de lo que es la actual Unión Deportiva Almería. Guillermo Blanes dio paso a Rogelio Hidalgo, que hizo una apuesta seria por mí para ascender al equipo a Segunda A. Subimos y al año siguiente logramos una salvación complicadísima con un equipo compuesto en su mayoría por futbolistas de la cantera. Después empezó a entrar dinero y ya sabemos cómo funciona esto: cuanto más dinero hay, más objetivos exigentes se consiguen.
Almería se identificaba mucho con su equipo porque eran plantilla humildes, pero básicamente de futbolistas de la tierra: Ortiz, Francisco, Raúl, Esteban, Barbero, Flores, Alex...
Y alguno que te dejas. La gente dio la cara, le sacamos mucho rendimiento. Hubo futbolistas muy carismáticos: Esteban era magnífico, Raúl marcó muchos goles, Francisco apareció en la segunda vuelta, Ortiz fue de cero a mil tras volver lesionado de Italia, Barbero era un seguro en la portería, Pía era la referencia en el campo y en el vestuario, Alex nos dio mucho desde su juventud... Esos son los cimientos de este Almería de ahora.
¿Se sigue emocionando recordar Pasarón o el gol de Luna al Poli Ejido?
Por supuesto. No éramos un equipo poderoso, nos costaba mucho sacar las cosas adelante. Por eso, crecíamos en base a muchas derrotas. Principalmente el primer año de Segunda tuvimos muchísimas dificultades para sacar resultados. Además de los que me has citado, recuerdo un 1-0 ante Las Palmas, gol de Bilic, que significó empezar a escalar y no dejarnos caer al pozo. A partir de ahí, el equipo empezó a crecer y nos salvamos con el 1-1 ante el Poli Ejido en la última jornada. Ojo, la permanencia con el presupuesto más bajo de la categoría, sin campos para entrenar, con poco material deportivo... Fue un año muy bonito, que se recuerda con mucha alegría, pero muy duro para los que lo vivimos.
Juan sabe de qué va esto de los ascensos, ¿qué consejo se le puede dar al equipo para este domingo?
Al equipo hay que dejarlo tranquilo, no presionarlo. La plantilla tiene mucha calidad tanto en defensa como en ataque y lo va a demostrar. Se va a jugar el ascenso ante un rival que no tiene nada en juego y lo normal es que saque los puntos necesarios para ascender.
¿Va a ver el partido?
Claro. A la Unión Deportiva Almería la llevo muy dentro, me siguen afectando sus resultados. Aunque ya no estoy en la rueda del fútbol, aunque reconozco que me gustaría entrar nuevamente, sigo la actualidad del equipo, al que le deseo todos los éxitos porque está invirtiendo mucho dinero para hacer realidad el sueño de Primera.
Dos últimas, decir Juan Martínez Casuco es dibujar uno de las franjas del escudo del Almería.
Muchas gracias, es recíproco. Cuando hablo de Almería, se me saltan las lágrimas, lo reconozco. Estuve cuatro temporadas que fueron inolvidables. Estuvo como futbolistas en el Zaragoza, una época también maravillosa, pero como entrenador mi familia lleva marcada a la ciudad de Almería. Mis hijos nacieron allí, la consideramos nuestra tierra.
Ahora que me ha dicho que no está relacionado con el fútbol, ¿qué es de su día a día?
Bueno, ya tengo la edad de jubilación (67 años). Como tú bien has dicho, hace veinte años de todo esto que hemos hablado. Ahora mismo estoy a caballo entre Águilas y Murcia, atendiendo mis asuntos y disfrutando de mis hijos, que ya se han hecho mayores, tienen 19 y 20 años. ¡Nació un 4 de enero, día que le ganamos 1-2 al Xerez de Bernd Schuster en un partido que no jugamos en Chapín! Fíjate si le tengo arraigo y cariño al Almería, la afición se lo merece, la ciudadanía se lo merece.
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