El Almería lanza un potente mensaje con la vuelta de Rubi

Almería/Un 4 de junio de 2023 Joan Francesc Ferrer Sicilia, 'Rubi', daba por cerrado su ciclo al frente de la UD Almería; un 3 de junio de 2024 el club anunciaba su retorno a bombo y platillo, empleando un audio en inglés del propio Turki Al-Sheikh para darle la bienvenida y encomendarle el reto de subir al equipo de nuevo a Primera División. En esos 365 días (este 2024 es bisiesto) hubo tiempo para todo, para buscar sin éxito acomodo en algún banquillo de la máxima categoría y para terminar aceptando la oferta rojiblanca, pasando del desencuentro de su salida al reencuentro de su retorno.

Rubi se fue con seguidores y detractores y ahora vuelve con un sentimiento de alivio de gran parte de la afición indálica. El técnico catalán acabó cansado de ciertos aspectos relacionados con la forma de dirigir deportivamente al club y la propia entidad también consideraba por aquel entonces que era momento de buscar una nueva apuesta ante el desgaste acumulado que le diera otro impulso con el posible salto a Europa en el horizonte, no pregonado a los cuatro vientos, pero sí deseado, como certifican los más de 50 millones de euros de inversión en fichajes.

La vuelta ahora del 'hijo pródigo' tiene muchas lecturas, pero la principal es que el compromiso de la propiedad con la UDA continúa intacto. El curso recientemente concluido fue tan duro e inesperado que Turki Al-Sheikh se olvidó de sus habituales referencias a la UDA en redes sociales, pero que vuelva a apostar por Rubi indica que la dirección se lo ha tomado en serio poniendo toda la carne en el asador para recuperar al de Vilassar de Mar sin traer a cualquier candidato de relleno.

Convencerlo no ha sido tarea sencilla. En primer lugar porque Rubi albergaba la esperanza de dirigir en Primera, no en vano se mantuvo un año entero en barbecho aguardando esa posibilidad. Cuando la puerta del Osasuna se cerró y otras posibles como el Sevilla tampoco fructificaron, solo era cuestión de tiempo. Y el Almería supo esperarlo mostrándole compromiso y determinación.

En segunda instancia esta vez Rubi tendrá más protagonismo en las decisiones deportivas, quizá el punto de mayor peso en las negociaciones. Mohamed El Assy y Joao Gonçalves, como es lógico, llevarán la voz cantante a la hora de reforzar el plantel con el visto bueno final del jeque saudí, pero la opinión del preparador tendrá su valor específico.

La tercera pata de la mesa es la económica. A nadie se le escapa que la UDA ha tenido que rascarse el bolsillo para hacerse con uno de los pocos perfiles que le garantizaban rendimiento inmediato basado en una cultura del trabajo muy metódica, que cuida el detalle hasta extremos casi enfermizos. Los jugadores que estaban bajo sus órdenes y sigan en el plantel ya saben que ha vuelto la exigencia personificada. A nadie se le escapa el detalle de que el club deslizase los 10 millones de euros de cláusula de rescisión en el comunicado del anuncio de su contratación. Esa elevada cifra para un entrenador servirá para evitar que equipos de superior categoría se vean tentados en buscar sus servicios cuando las cosas les vengan mal dadas.

Es un mecanismo de protección del propio club para salvaguardar una inversión al alcance solo de equipos de Primera, ya que según las fuentes consultadas el montante de la operación alcanzaría los 9 millones de euros brutos por las 3 temporadas firmadas, a razón de 3 por cada campaña, lo que dejaría un neto próximo a los 1'5 millones a repartir entre Rubi y su staff de colaboradores anualmente, con primas especiales si logra repetir el ascenso. Este punto es muy importante porque cabe recordar que Rubi fue uno de los entrenadores que el pasado mes de noviembre se quejó en una Asamblea del gremio de que los clubes no solían cumplir con lo acordado (bien a nivel de finiquito o de pagos pactados en diferido) una vez que los técnicos abandonaban la disciplina de la entidad en cuestión.

Con su firma ya estampada en el acuerdo ahora toca lo verdaderamente importante: la hora de planificar. Una cosa queda clara y es que con Rubi al mando de la nave rojiblanca el club volverá a realizar una pretemporada al uso y ya tiene muy avanzado el listado de futbolistas cuya continuidad es prioritaria, el de las bajas que deberán concederse y el de posibles refuerzos para armar un plantel de garantías con el que montar los cimientos del cuarto ascenso. El entrenador catalán trabaja en ello aunque la previsión del club es que su presentación ante los medios de comunicación no se produzca hasta poco antes de que el equipo vuelva al trabajo en la segunda semana de julio.