Un Almería frenado en casa y liberado a domicilio

Almería/El fútbol son rachas y el Almería parece haber cogido la ola buena cuando juega a domicilio, tal y como corroboraba el viernes igualando ‘in extremis’ por medio de Luis Rioja el choque en La Rosaleda. A los de Fran Fernández les ha costado lo suyo sacar puntos lejos del Mediterráneo, pero de un tiempo a esta parte parecen haberse entonado.

Tomando como punto de partida el pasado 11 de noviembre, fecha de la última derrota fuera, encajada en el Wanda Metropolitano ante el Rayo Majadahonda (2-0), los pupilos de FF han participado en cinco desplazamientos más, saliendo imbatidos de todos ellos. En Tarragona igualaban a dos, la semana siguiente asaltaban el Carlos Tartiere de Oviedo (1-2), para cerrar el año en Elche igualando también a dos tantos.

El primer duelo como visitante de 2019 se produjo en Alcorcón, con resultado de 0-0, siendo el último la citada visita a Málaga, con el añadido de arrancarle un punto al actual colíder (junto a Granada y Osasuna) de la categoría de plata, al que le tiene cogida la medida este curso en su feudo.

En total los rojiblancos han obtenido una bolsa de siete puntos de dieciocho posibles en media docena de salidas, con la derrota en el Wanda como único lunar de la serie y el triunfo en Oviedo como machada, empatando el resto de los enfrentamientos.

Bache en el Mediterráneo

Como contrapartida está el bache que los indálicos parecen estar atravesando en el Estadio de los Juegos Mediterráneos en el mismo arco de partidos, los seis últimos disputados de local, frenándose en seco la buena tanda de cuatro victorias consecutivas logradas ante Zaragoza (2-1), Reus (2-0), Las Palmas (3-0) y Sporting de Gijón (2-1).

Como punto de partida del ‘frenazo’ puede tomarse el duelo en casa ante el Deportivo de la Coruña, resuelto con tablas a un gol, idéntico resultado que el obtenido frente a los dos siguientes adversarios: Extremadura (1-1) y Lugo (1-1).

El inicio del nuevo año hacía presagiar que el mal trago pasaba tras imponerse con solvencia a un Real Mallorca al que pudo golear para recocijo de la afición unionista, pero luego tocaron en suerte dos huesos difíciles de roer, como fueron los casos de Cádiz (0-0) y Osasuna (0-1).

El balance, curiosamente, ha sido idéntico en esos seis últimos duelos caseros que los jugados a domicilio: siete puntos de dieciocho posibles, saldo arrojado por una victoria, otra derrota y cuatro igualadas. En ese proceso de mejorar fuera durante la segunda vuelta lo perdido en la primera se halla inmerso este Almería, que está pagando como contrapartida un alto precio en su solvencia local.

El motivo puede encontrarse en que los rivales ahora visitan el Mediterráneo teniendo estudiados los puntos fuertes del Almería a la perfección, dejando poco margen a la improvisación y jugando con mayores precauciones defensivas. Igualmente se toman mayores atenciones cuando lo reciben como visitante en feudo propio porque este Almería dista mucho de ser aquel caramelo de las primeras jornadas.

Del mismo modo cabe reseñar el factor calendario que, en su asimetría, ha deparado un arranque casero ante rivales más complicados que ya empieza a suavizarse con la próxima visita del Numancia, oponente al que se derrotó en la ida, en la que fue la primera victoria (0-2) lejos del Mediterráneo para los de FF.

Tras recibir el domingo a los sorianos (18:00 horas) y descansar por la exclusión del Reus, los almerienses se verán las caras con un deprimido Córdoba y superadas dos difíciles salidas consecutivas a Zaragoza y Gijón, rendirá visita al Mediterráneo el Granada.