El Almería que asoma en Segunda y la meta del ascenso relámpago
UD ALMERÍA | Análisis
Jugadores como Pozo, Robertone o Ramazani ya han quemado su etapa como rojiblancos y serán traspasados
El club tendrá que ponerse firme si quiere aguantar a otros como Maximiano, Pubill, Arribas o Suárez
Édgar, Embarba o Baptistao ya han mostrado su compromiso de jugar en la categoría de plata y Viera se lo piensa seriamente
El inquebrantable amor por el Almería de Antonio Luis Molina
Omertà en el Almería tras las polémicas declaraciones de Arribas
Almería/La directiva de la UD Almería lleva semanas -prácticamente desde la destitución de Garitano y la llegada de Mel- planificando el equipo de la temporada 2024-2025, el plantel que debe devolver al club a Primera División tras lo que se pretende sea un fugaz paso por Segunda. Síntoma de ello es que ya tiene apalabrada la contratación del espanyolista Nico Melamed como uno de los primeros refuerzos para el objetivo del ascenso relámpago, ineludible para una entidad de su peso económico.
La primera pregunta es obvia, ¿qué jugadores de la actual plantilla sirven para dicho cometido? En el club, quizá contrariamente a la opinión mayoritaria, condicionada por la desastrosa campaña actual, piensan que hay una buena base para ser fuertes en la categoría de plata. La clave va a estar en conseguir evitar la fuga de piezas clave que a buen seguro contarán con ofrecimientos, casos de Luis Maximiano, Marc Pubill, Luis Suárez o Sergio Arribas, que ha encendido todas las alarmas por sus polémicas declaraciones abriéndose la puerta para una posible salida en verano pese a tener contrato firmado hasta 2029.
Tragar con un descenso marca a cualquier futbolista en lo deportivo, pero también les afecta en el terreno económico, ya que todos tienen rubricadas cláusulas de reducción salarial en caso de pérdida de la máxima categoría, algo que los conjuntos que luchan por eludir la permanencia suelen incluir para paliar la disminución del nivel de ingresos que trae aparejado caer a Segunda.
Si la UDA consiguiera, y es su clara intención, mantener al menos a un par de esos futbolistas, casos de Pubill y Suárez, ya contaría con dos perfiles diferenciales, un defensa con un margen de crecimiento espectacular y un delantero que en la 19-20 ya materializó 19 dianas en esa división en las filas del Real Zaragoza. La más que probable pérdida de Maximiano -no hay que olvidar que su gran recta final de temporada lo ha puesto en el escaparate- y de un descontento Arribas serían subsanables sin traumas. Fernando ya fue Zamora de Segunda a las órdenes de Rubi y en el puesto de extremo hay variantes.
A la venta de Maximiano y la más que probable cesión de Arribas se unirían los traspasos de piezas como César Montes, Lucas Robertone, Largie Ramazani o Dion Lopy, con los que el club pretende hacer caja para recuperar parte de los 52 millones de euros invertidos el pasado verano. El central mexicano sigue teniendo buen cartel en su país (es internacional) y el medio senegalés (internacional igualmente) cuenta con pretendientes, mientras que tanto el centrocampista argentino, que acaba de vincularse a la agencia de representación Promosport (tiene gran sintonía con la dirección deportiva indálica), como el extremo belga han quemado ya su etapa rojiblanca. En ese capítulo también entraría Alejandro Pozo, que pedirá salir sabiendo que no cuenta con el favor de la parroquia almeriense.
Luego están los casos de quienes ya han mostrado públicamente su compromiso de bajar al barro para ayudar a acometer la empresa, como Édgar González, Iddrisu Baba, Adrián Embarba o Leo Baptistao. Jonathan Viera no lo asegura al 100%, pero sí ha dejado caer que está por la labor. Todos, junto a otros como Radovanovic, Chumi, Centelles, Langa, Melero, Marcos Peña, Marezi o Koné podrían constituir la columna vertebral a expensas de los retoques necesarios.
Está por ver si, por ejemplo, el club firmará a algún meta para acompañar a Fernando (Mariño acaba contrato y no renovará) o en su defecto le da la oportunidad al canterano Bruno Iribarne de curtirse en el día a día del primer equipo junto a un arquero experimentado, bien como segundo o más probablemente como tercero, en cuyo caso se acudiría al mercado para contar con mayor competencia en el puesto.
Partiendo de la base de que cedidos como Choco Lozano o Luka Romero no seguirán, también está por ver qué determinación adopta el club con los ocho jugadores que tiene prestados en otros conjuntos: Kaiky Fernandes (Albacete), Lázaro Vinicius (Palmeiras), Arnau Puigmal (Elche), Gui Guedes (Oporto B), Houboulang Mendes (Mirandés), Marciano Sanca (Alcorcón), Arvin Appiah (Roterham) y Arnau Solá (Cartagena). De todos tienen opciones de contar con dorsal Kaiky, Gui y Marciano, pero la decisión última recaerá sobre el técnico al que se le encomiende la empresa. Los demás serán recolocados. Appiah cumple contrato y la situación de Puigmal en el Martínez Valero apunta a cesión encubierta que en verano se convertiría en traspaso.
Así están los contratos del plantel rojiblanco
-Fernando Martínez: 2025
-Diego Mariño: 2024
-Luis Maximiano: 2024 (el Almería lo adquirió sin desvelar duración contractual)
-Alejandro Pozo: 2027
-Marc Pubill: 2029
-Édgar González: 2028
-Aleksandar Radovanovic: 2025
-Chumi: 2025
-César Montes: 2028
-Bruno Langa: 2024 (cedido por el Chaves, se supone que la UDA va a ejercer la opción de compra)
-Álex Centelles: 2026
-Iddrissu Baba: 2024 (cesión encubierta con contrato pactado hasta 2027)
-Lucas Robertone: 2028
-Dion Lopy: 2029
-Marcos Peña: 2027
-Jonathan Viera: 2025
-Gonzalo Melero: 2026
-Largie Ramazani: 2025
-Adrián Embarba: 2026
-Leo Baptistao: 2026
-Sergio Arribas: 2029
-Luka Romero: 2024 (cedido sin opción de compra)
-Luis Suárez: 2029
-Choco Lozano: 2024 (cedido)
-Ibrahima Koné: 2028
-Marko Milovanovic: 2028
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